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Educación

Desfinanciamiento de las instituciones de educación superior encarece su apuesta por la calidad

    La calidad es un concepto multidimensional, ya que abarca no solo las funciones y actividades de una institución de educación superior (IES), sino que también contribuye a la comunidad, a partir de sus necesidades y demandas. Además es contextual y de poder, es decir que los valores que se proyectan desde la educación buscan transformar la sociedad.

    El profesor Andrés Felipe Mora Cortés, del Departamento de Ciencia Política de la Universidad Nacional de Colombia (UNAL), afirma que “en estos momentos las universidades públicas tienen un desfinanciamiento grande, lo cual hace que la calidad tenga un costo alto, y por la tanto la sociedad debe canalizar los recursos adecuados para que la educación que se imparte sea de alta calidad”.

    En el país, la calidad en la educación superior está determinada por los registros calificados, o la licencia que el Ministerio de Educación Nacional (MEN) les otorga a los diferentes programas curriculares de una IES cuando cumplen con las condiciones de calidad que exige la ley: infraestructura, calidad en la planta docente y bienestar de sus alumnos, entre otras.

    “Lo anterior con el fin de que sus estudiantes adquirieran conocimiento, desarrollen habilidades blandas, científicas, y se conviertan en profesionales competentes que aporten al desarrollo económico, industrial y tecnológico del país”, amplía el docente.

    Para hablar en términos legales y formales de la educación superior en Colombia y su calidad debemos conocer el Decreto 1330 de 2019 y el artículo 2 del Acuerdo 02 de 2020 del Consejo Nacional de Educación Superior (CESU).

    El primero establece los requisitos para obtener el registro calificado que permite abrir programas académicos y que presenta la calidad como un conjunto de atributos tanto para valorar las instituciones como para promover su transformación y el desarrollo de sus actividades.

    “El registro calificado de los programas se puede entender como una autorización de funcionamiento que se renueva cada 7 años y permite evaluar todo un conjunto de condiciones básicas como infraestructura, bienestar y aprendizaje de los estudiantes, y el impacto que estos programas tienen en el área de investigación, enseñanza y docencia”, explica el profesor Mora.

    La acreditación es el resultado de un proceso de autoevaluación al que puede aspirar voluntariamente una institución o programa cuando demuestra que cuenta con la prestación óptima del servicio educativo con calidad y pertinencia según lo estipulado por el Consejo Nacional de Acreditación (CNA).

    “Existen 12 factores puntuales que las IES deben cumplir para ser calificadas y consideradas como ‘institución de alta calidad’, entre los que se cuentan: planta docente, relación con egresados, percepción de los estudiantes sobre el proceso de educación, infraestructura tecnológica, definición del proyecto educativo, misión, visión y la manera como se le puede hacer seguimiento a la planeación de los principios, la enseñanza y el aprendizaje”.

    “También se evalúa la oportunidad de que los profesores desarrollen una carrera estable, vinculada a temas de investigación, extensión, enseñanza y promoción dentro de la carrera docente. Así mismo, que puedan tener una formación permanente e incentivos adecuados para llevar a cabo su función”, señala el docente.

    ¿Cómo va la Acreditación de Alta Calidad en el país?

    A la fecha el MEN ha acreditado en Alta Calidad a 92 IES del país, según informó la viceministra de Educación Superior, Ana Carolina Quijano Valencia. De estas, 72 son universidades (25 oficiales y 47 privadas), 16 son instituciones universitarias o escuelas tecnológicas (10 oficiales y 6 privadas) y 4 son instituciones tecnológicas (3 oficiales y 1 privada).

    Con corte al 30 de marzo de 2023, en la UNAL se ofrecen 70 doctorados, 171 maestrías, 40 especialidades y 87 especializaciones, en seis de las nueve sedes: Amazonia (Leticia), Bogotá, Caribe (San Andrés), Manizales, Medellín y Palmira, los cuales abarcan diferentes áreas del conocimiento, incluidas las artes, las ingenierías y las ciencias tanto agropecuarias como básicas, de la salud y sociales.

    De los 368 programas de posgrado, 248 cumplen con los dos requisitos básicos establecidos por el CNA y el CESU para adelantar el proceso de evaluación externa.

    Actualmente 61 programas cuentan con la Resolución de Acreditación de Alta Calidad vigente otorgada por el MEN, y otros 43 programas están adelantando el proceso de evaluación externa.

    Al respecto la profesora Dolly Montoya Castaño, rectora de la UNAL, menciona que “un aumento de cobertura, responsable y de calidad, será aquel que promueva la educación a lo largo de la vida, con profesores y procesos de formación de la más alta calidad que eduquen integralmente a personas que promuevan el desarrollo territorial y la ruptura de las desigualdades mediante proyectos productivos que resuelvan necesidades del contexto y que brinden alternativas a las comunidades para la construcción de paz en cada uno de los territorios de nuestra nación”.