Departamento de Química de la U.N. inauguró nuevo laboratorio de docencia

Este espacio cuenta con seis módulos, cada uno con capacidad para cuatro grupos de 12 estudiantes, en promedio; además, está dotado con  los equipos necesarios, como estufas, centrífugas, termostatos, cabinas de extracción de gases, balanzas y espectrofotómetros, entre otros.

También, y gracias a recursos otorgados por la Dirección Académica de la Universidad Nacional de Colombia, estará dotado con unidades de adquisición de datos portátiles con las que los alumnos podrán conectar sensores para tomar medidas, presión, pH y temperatura.

Al respecto, Diana María Farías, directora del Departamento de Química de la U.N., explicó que se trata de un laboratorio muy moderno en un edificio de los años cuarenta diseñado por los arquitectos Leopoldo Rother y Bruno Violi, donde estos espacios no habían sido modificados.

"Por esta razón es un logro inaugurar el primer laboratorio reformado con todas las normas ambientales y de seguridad, con excelente iluminación, tomas eléctricas y gas natural", afirmó la directora.

En este nuevo espacio podrán realizar prácticas de laboratorio de química básica los estudiantes de primer semestre de toda la sede, en especial los de la Facultad de Ciencias, de Ingeniería, de Ciencias de la Salud y de Medicina Veterinaria y Zootecnia, entre muchos otros.

 "Ahí es donde radica la importancia, si tenemos calidad en los laboratorios de primer semestre, tendremos calidad para todos los alumnos de la Universidad", expresó la profesora Farías.

Para el educador Ignacio Mantilla, rector de la U.N., la importancia del laboratorio radica en que los servicios de docencia se podrán prestar a un número de 48 estudiantes.

"Este laboratorio se encuentra en una edificación muy antigua, por eso poderlo modernizar con todas las normas exigidas es una garantía de seguridad para estudiantes y profesores", aseguró el Rector, quien agregó que la idea es que todos los laboratorios del edificio se puedan transformar de esta manera.

Por su parte, el profesor Diego Hernández, vicerrector de la U.N. Sede Bogotá, explicó que en el plan del trienio que está terminando, la sede le apostó al mejoramiento de la infraestructura, uno de los más estratégicos fue el plan de recuperación de los laboratorios en pregrado.

"En este sentido, este estancia tiene dos propósitos: uno de recuperación y otro de embellecimiento del patrimonio", resaltó el vicerrector.

Este espacio llevará el nombre de Álvaro Cortés Brusci en homenaje a un profesor que trabajó durante más de 30 años en el Departamento y que estuvo siempre a cargo de los cursos de primer semestre.

Además, la profesora Farías recordó que el profesor Cortés era una persona estricta pero a la vez muy afectuosa con sus estudiantes, también muy preocupado por la docencia.

Este profesor, quien falleció este año, formó a muchos de los docentes que actualmente trabajan en el departamento y dejó un gran legado que hoy es reconocido al bautizar el laboratorio con su nombre.