Para la docente y directora del Grupo de Pensamiento Ambiental de la UN en Manizales, Patricia Noguera de Echeverry, "el desarrollo es un concepto que debe ser cuestionado, criticado y deconstruido, pues los modelos actuales han demostrado ser insuficientes".
Además, la investigación adelantada por este grupo en conjunto con las Universidades de Caldas, Católica Popular de Risaralda y la UN en Medellín, denominada Pensamiento ambiental en tiempos de crisis, conceptos, imágenes e imaginarios del desarrollo, construcciones alternativas de un habitar contemporáneo, reflejó que precisamente estos modelos no son efectivos a la hora de detener la crisis ambiental debido a su principio de racionalidad instrumental.
"Las organizaciones necesitan cambiar de mentalidad, dejar de pensar solo en su quehacer y rentabilidad económica sin tener en cuenta el bienestar social y ambiental, que no están por fuera de las empresas ni de las personas, ya que el daño que causemos nos lo estamos haciendo a nosotros mismos", expresó Samuel López Castaño, docente de la Universidad Católica de Risaralda.
Igualmente, es importante que las personas comprendan que el ambiente no es un recurso natural y que este emerge de la relación ecosistema-cultura, por lo que los seres humanos hacen parte de él.
El primer paso para iniciar estas construcciones alternativas es la generación de colectivos de resistencia que piensen distinto y que transformen el pensamiento ambiental generado desde las bases del capitalismo.
"El pensamiento crítico en el tema tiene que cuestionar el desarrollo y mostrar que la crisis ambiental no es una crisis de recursos sino de humanidad y civilizatoria, y que por lo tanto tenemos que buscar la transformación en las maneras de habitar desde la educación", puntualizó Noguera de Echeverry.