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De overoles de dotación a maniquíes para ropa, una innovación a la moda
Eco-Quí es un maniquí elaborado a partir de retazos de overoles que se dan como dotación personal. Foto: Grupo Plan - S, Diseño Industrial, UNAL.
El overol verde de drill que la EAAB les entrega cada año a cerca de 3.000 trabajadores se transforma en un maniquí sostenible. Foto: Grupo Plan - S, Diseño Industrial, UNAL.
El Grupo Plan - S está conformado por estudiantes de sexto semestre de Diseño Industrial de la UNAL. Foto: Grupo Plan - S, Diseño Industrial, UNAL.
El 73 % de los materiales que entran en la industria textil terminan en vertederos o incinerados. Foto: Jeimi Villamizar – Unimedios.
Una de las consecuencias del fast fashion, o moda rápida, es el acceso inmediato a la moda. Foto: Jeimi Villamizar – Unimedios
Esta innovadora propuesta para la industria de la moda y las empresas surgió en el Grupo Plan - S, conformado por estudiantes de sexto semestre de Diseño Industrial de la Universidad Nacional de Colombia (UNAL) Sede Bogotá, y forma parte del proyecto “Hacia elementos de dotación y protección personal circulares”, que se realiza en la cátedra Práctica Proyectual VI.
La estudiante Giuliana Mestre Rodríguez, integrante del grupo, explica que “el overol de dotación pesa alrededor de 950 gramos, y en un 98 % está elaborado en drill (tejido de algodón, suave y fresco) y el 2 % restante son hilos y botones sintéticos. Se estima que su tasa de contaminación es de 17,25 kilogramos de dióxido de carbono equivalente (kg/CO2)”. El 73 % de dichas prendas terminan en vertederos o incinerados.
En los basureros esta ropa tarda más de cien años en degradarse o descomponerse. Además, algunos de sus compuestos –como poliéster, nylon y acrílicos– liberan gas metano, lo que contribuye al efecto invernadero.
La EAAB tiene alrededor de 3.000 empleados, y por norma debe darles 3 dotaciones al año (9.000 dotaciones), que después de su uso se incineran porque se asumen como residuos peligrosos, en muchos casos sin serlo. En el caso de los overoles, los trabajadores los utilizan por poco tiempo y casi siempre están en óptimas condiciones cuando los cambian.
En el proceso de transformar un overol en un maniquí, los estudiantes realizan un lavado y desinfectado industrial; luego lo despiezan en 55 partes, y estos pequeños trozos de tela los introducen en una trituradora hasta que quedan convertidos en fibras deshilachadas.
“A la tela triturada se le adiciona agua y almidón de yuca, que actúa como aglutinante y conserva las características naturales del textil, lo que le da un acabado natural, tacto cálido y variaciones de colores; luego la mezcla cristalina, rígida y compacta queda lista para traspasarla a los moldes o armazones de los maniquíes”, explica la estudiante.
Una de las ventajas de Eco-Quí es que cuenta con un catálogo de los distintos tipos de figuras corporales y configuraciones posibles. “Los maniquíes tradicionales son fabricados en plástico y contaminan, mientras que los elaborados con los residuos de los overoles reducen esa contaminación en un 83 %”, destacan sus jóvenes creadores.
En el proceso de ideación de alternativas de uso de esta prenda de protección personal, el Grupo Plan - S realizó una lluvia de ideas y pensó en “realizar luminarias, paneles decorativos, mobiliario, marcos de gafas, relleno de material arquitectónico y elementos deportivos, entre otros”.
A partir del reciclaje de la tela la huella de carbono se reduce en un 35 %, al pasar de 17,25 a 11,72 kg/CO2, lo que optimiza la gestión de los recursos y aumenta la vida útil de 1 a 4 años.
La estudiante Mestre destaca que “después de su uso, Eco-quí se podría utilizar en proyectos de construcción como membranas rígidas, placas de drywall, ladrillos o mezcla con concreto”.
Este producto es viable para empresas del sector textil que generen residuos de tela, como la Red Moda Circular, la Secretaría Distrital de Ambiente y la EAAB, para negocios de venta de ropa que estén interesados en buscar soluciones sostenibles.
Es importante resaltar que Eco-Quí aprovecha los residuos textiles generados en la fase de fabricación de las prendas de vestir o aquellas ya producidas que fueron creadas bajo la noción de “desechables”, “de corta duración” (o fast fashion).
