El grupo es conformado por Yi-Wen Jiang y Weigang Li, quienes tocan el violín; Honggang Li, quien ejecuta la viola, y el estadounidense Nicholas Tzavaras, intérprete del chelo. Esta es su primera innovación en el contexto chino, contar con la participación de un extranjero como miembro fijo.
Este es uno de los cuartetos de música de cámara más aclamados del mundo, con cerca de 30 grabaciones y 20 mil conciertos en varios países. Ellos hacen parte de los invitados especiales al IV Festival Internacional de Música de Cartagena, donde se robaron aplausos por sus virtuosas interpretaciones.
Weigang Li afirma que el objetivo del cuarteto ha sido el poder integrar los sonidos clásicos de la música occidental con la música tradicional china. "Nuestro país tuvo una primera apertura hacia los años 20. Luego llegó una fuerte influencia de los autores de la Unión Soviética hacia los 50, pero fue en 1970 que comenzó el bum por la música clásica".
Para ese año aparecieron unos mil violinistas. Hoy, según Yi-Wen Jiang, hay cerca de 40 millones de chinos aprendiendo a tocar violín. "Por la política de un solo hijo por pareja, allí los padres estimulan a sus hijos a que sean los mejores en el área que escojan".
Asegura que eso es bueno hasta cierta medida, porque los obliga a entrenar duro y, en efecto, a ser muy buenos; pero se genera un efecto que no permite contar con grupos de cámara como el Cuarteto Shangai, pues se privilegia el individualismo.
"En China no existen festivales de música de cámara como este de Cartagena. Allá se prepara a los niños para que sobresalgan como individuos, existe una fuerte competencia en ese sentido", manifiesta Honggang Li.
Es por eso que el Cuarteto de Shangai es un grupo sui géneris en la escena musical china. La experiencia en Cartagena, en donde están por primera vez, les reafirma su vocación como grupo.
"Admiramos el trabajo del maestro Francisco Zumaqué, su visión de la música. También nos llama mucho la atención el papel educativo del Festival, ver cómo los jóvenes se interesan por la música y la posibilidad de que ellos hagan intercambios con los expertos invitados. Otros festivales se centran más en el glamour", dice el joven chelista Nicholas Tzavaras, quien se unió al cuarteto en el 2000.
Entre otros artistas que se ganaron el cariño del público colombiano está la bella mezzo-soprano Katarzyna Sadej, de origen polaco, quien en la Plaza de San Pedro demostró el porqué es una de las jóvenes promesas de la ópera.
La presentación de la carismática chelista Alisa Weilerstein generó una emoción colectiva, también en la Plaza San Pedro. Con solo 26 años, esta joven artista sabe cómo seducir con su instrumento y su indumentaria; solo basta escuchar los comentarios de los desprevenidos turistas para comprender lo que genera la apasionada artista.
Esta es, apenas, la cuarta versión del Festival, pero tanto artistas invitados como público asistente concuerdan en que ya está al nivel de los mejores y más antiguos del mundo, como lo expresaron los miembros del Cuarteto de Shangai.
Sedes