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Política y Sociedad

Crisis del pueblo arhuaco se debe resolver internamente

    El nombramiento del gobernador del Cabildo del pueblo arhuaco, registrado por el Ministerio del Interior, es considerado ilegítimo y cuestionado como un acto de intromisión del Estado en las decisiones propias de los pueblos indígenas.

    En este conflicto se enfocó una de las Conversaciones organizadas por la Universidad Nacional de Colombia (UNAL) Sede de La Paz, cuyo tema fue “Perspectivas y orientaciones para analizar la actual crisis del pueblo arhuaco en la Sierra Nevada de Santa Marta”.

    En dicha conversación, moderada por los profesores de la UNAL Sede de La Paz Lucía Eufemia Meneses Lucumí y David Esteban Molina, director de la Escuela de Pregrados, se recordó que recientemente se han registrado hechos que evidencian una ruptura organizativa en el pueblo arhuaco.

    Al respecto, se conoció que la elección de Zarwawiko Torres Torres como gobernador del Cabildo y los demás integrantes de la directiva general no contó con la participación total de las comunidades, pues de las 64 existentes solo participaron 19.

    Este hecho fue desconocido por gran parte del pueblo arhuaco a través de un pronunciamiento expedido el 29 de noviembre tras una reunión de autoridades y mamos del territorio arhuaco, dada en Jimaín, zona de recuperación del pueblo arhuaco.

    Al respecto, Leonor Zalabata Torres, defensora de derechos humanos del pueblo arhuaco, señaló que “en mi pueblo se han mantenido unos principios de unidad y de consenso permanente en la elección de sus autoridades o en la toma de decisiones. El diálogo ha sido la forma de resolver nuestros problemas, nuestras diferencias o, en casos mayores, nuestros conflictos”.

    Agregó que la situación de conflicto se agrava cuando el Gobierno nacional, departamental, municipal o las entidades territoriales político-administrativas de Colombia entran a favorecer a algunas de las partes, pues en los pueblos indígenas también se tienen diferencias.

    “Quienes elegimos según nuestras costumbres somos los pueblos indígenas, y el Gobierno no puede, desde ningún punto de vista, sin una verificación real, tratar de certificar a otro si no hay un consenso”, puntualizó la defensora Zalabata.

    Apoyo académico a la visión indígena

    Para la antropóloga de la UNAL Rosa Emilia Salamanca, feminista y constructora de paz, “esta es una situación histórica, pues desde siempre ha habido una visión de intromisión o de falta de claridad de relacionamiento entre el Estado colombiano y los pueblos indígenas”.

    Esto también genera impactos en el interior de las comunidades, pues es importante entender que las sociedades indígenas no son monolíticas, sino, como cualquier otra, con múltiples dinámicas, impactos y visiones, pero que se debaten de manera interna, constructiva y autónoma, sin injerencia externa.

    “A mí me parece que eso es un elemento fundamental, ahí el respeto por la autonomía también es el respeto por los diálogos internos que se tengan en los pueblos”, manifiesta la experta.

    A esta visión se suma el profesor Carlos Alberto Uribe Tobón, de la Universidad de los Andes, quien añade que “en este momento de la historia política colombiana se quieren adelantar unas agendas políticas, sociales y económicas que en realidad no son muy favorables para los pueblos indígenas”.

    Por esta razón, invita a hacer un análisis más amplio, y en lo que concierne al enfrentamiento interno del pueblo arhuaco, advierte que “los indígenas tienen todo el derecho y deben tener toda la autonomía para lidiarlo internamente según sus propias leyes”.

    El investigador social y documentalista Yezid Campos Zornosa enfatiza en que estos conflictos se han dado antes en la Sierra, “lo nuevo es la forma en la que se está resolviendo y quiénes están interviniendo para que se profundice”.

    También señala que la sociedad nacional no logra entender a los pueblos indígenas, no los escuchan y los siguen subestimando a pesar de los avances constitucionales; también hay un racismo cultural y ambiental con respecto a las tierras que se les otorga. Todo esto, puntualiza, ha contribuido a la desarmonización de la vida interna de los arhuacos.

    Los invitados concluyeron que los pueblos indígenas tienen gran experiencia en solucionar sus conflictos internos a través de la palabra, y nadie externo debe entrar de manera autoritaria a marcar el rumbo de una solución.