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Para entender la propuesta, el investigador Sergio Andrés Rodríguez, magíster en Ingeniería Eléctrica de la Universidad Nacional de Colombia (U.N.), explica que es un caso similar al del Uber, que aunque no se ha tomado una decisión sobre su operación en el país, tiene una demanda importante de usuarios.
Agrega que "en el campo de las energías renovables, con esta metodología buscamos anticiparnos al uso efectivo de la energía eólica o de paneles solares, por ejemplo. En ese sentido, la idea es que la regulación no llegue cinco años después de la implementación".
Para validar la metodología, el magíster tomó como caso de estudio la energía eólica, ya que el país está muy interesado es ampliar su capacidad de generarla en La Guajira.
"Se identificó la necesidad de desarrollar capacidades de investigación para avanzar en los modelos de predicción del recurso eólico, en diseño de modelos de decisión para ofertas de energía renovable y en la fijación de niveles de reserva operativa para generar fuentes y oferta de energía", comenta el investigador.
Explica además que los principales modelos que se están desarrollando en el mundo en términos eólicos son de decisión, para hacer ofertas de energía renovable fijando niveles de reserva por medio de modelos de predicción, que les permiten a los dueños de parques de generación eólica modelar el viento, es decir aprovechar mejor sus corrientes para obtener mayor energía.
Modelo futurista
La metodología parte de la recopilación de información que ya está en el mercado: "Colombia tiene unos planes de expansión de energía a treinta años. Tenemos los indicadores de consumo de energía y la cantidad de proyectos que se registran periódicamente para fuentes renovables, entre otros datos", explica el magíster.
Dicha información permite identificar y diagnosticar cómo está Colombia en energías renovables y plantear cuáles son los escenarios en los que se están desarrollando.
Después del planteamiento viene la planeación, en la que se consulta a los expertos o se buscan en referencias bibliográficas las políticas internacionales de regulación que permitan tener una mirada mundial sobre cómo se está trabajando.
Para recopilar información se utilizan como fuente de consulta las patentes mundiales y locales, con el fin de identificar qué tecnologías han sido publicadas o se están desarrollando en laboratorios.
"Eso nos permite tener una visión a futuro y actuar de manera anticipada, allanando el camino, consultándole a los expertos sobre las tecnologías que van a llegar a mediano y largo plazo", explica el investigador.
Después sigue el procesamiento, paso en el cual los expertos en temas de regulación y energéticos recogen toda la información para tomar decisiones. Por ejemplo, "a partir de la consulta de los datos, ellos determinan qué tecnología de paneles solares es la que realmente llegará en cinco años al país para empezar a trabajar en una regulación".
En esta fase se generan las conclusiones o los aportes para el ente regulador en Colombia, en este caso la Comisión de Regulación de Energía y Gas, a quien se dirige esta metodología.
"Cada año la Comisión prepara una agenda regulatoria para el siguiente año, la cual se basa en lo que identifica a través de los principales agentes de generación y de comercialización de energía en el país".
Por último, la información se divulga en boletines científicos, publicaciones y medios de comunicación, para que sea consultada por otros entes reguladores, como ministerios o instituciones dedicadas a la investigación.
"Al hacer un seguimiento a las patentes y a las publicaciones de una manera sistemática y periódica, podemos reorientar los esfuerzos de investigación e inversión económica. De esta manera damos un parte de tranquilidad a los actores, asegurándoles que a largo plazo la tecnología va a funcionar en el mercado", concluye el magíster.