Crean cámara para captar imágenes más claras del Sol y ver su impacto en el espacio y la atmósfera
La acumulación de energía en algunas regiones del Sol se podría observar claramente con esta cámara. Foto: archivo Unimedios.
La cámara está conectada al telescopio por medio de cables de fibra óptica. Foto: Jefferson Steven Arias Castro, magíster en Astronomía de la UNAL.
Dentro de la cámara hay lentes especiales para hacer las observaciones del Sol. Foto: Jefferson Steven Arias Castro, magíster en Astronomía de la UNAL.
El trabajo se realizó con la ayuda de expertos del Observatorio Astronómico Nacional (OAN), de la UNAL. Foto: Jeimi Villamizar, Unimedios
Jefferson Steven Arias Castro, magíster en Astronomía de la UNAL. Foto: Jefferson Steven Arias Castro, magíster en Astronomía de la UNAL
Una ventaja del artefacto, creado por Jefferson Steven Arias Castro, magíster en Astronomía de la Universidad Nacional de Colombia (UNAL), es que se ajusta a cualquier telescopio, especial para observar el Sol o no, un aporte relevante porque en las pocas cámaras heliosféricas que hay en América Latina y el mundo la especificidad es mayor, lo que significa que aumentan los costos y la dificultad para producirlas.
Desde hace algunos años el magíster se interesó en diseñar una cámara de este tipo para monitorear la cantidad de energía que el Sol almacena y libera súbitamente en determinados momentos, y cuya intensidad ayudaría a desentrañar las condiciones del clima del espacio y analizar si los satélites de la Tierra estarían expuestos a peligros y daños a causa de los rayos solares.
Además las misiones espaciales se beneficiarían, ya que estas cámaras son cruciales para la navegación y la orientación en el espacio, acciones relacionadas con los vientos y la actividad del Sol; también la protección de equipos electrónicos de las naves y la planificación para determinar cuál es la mejor ruta para abordar las misiones, entre muchos otros aspectos.
Estos aportes cobran mayor relevancia en un contexto en el que Colombia busca potenciar una agencia espacial para acercar al país a los últimos avances en esta área, es decir, que tenga autonomía y gobernanza sobre temas que le conciernen de manera directa, como por ejemplo los dos satélites que orbitan alrededor de la Tierra (Libertad 1 y Chiribiquete), y una de cuyas misiones principales es analizar los gases de efecto invernadero emitidos en el territorio nacional.
El investigador Arias recicló todo lo que pudo, y su labor no hubiera sido posible sin la ayuda del Observatorio Astronómico Nacional (OAN), de la UNAL, y de la dirección y guía de los profesores Benjamín Calvo Mozo, del OAN, y Juan Carlos Martínez, de la Universidad de California en Berkeley.
Así, la cámara se construyó con una capa de duraluminio (aleación de aluminio, cobre, manganeso y magnesio) y otros materiales relacionados con la óptica, como lentes especiales con características adecuadas y capacidad de captar una imagen más clara del Sol; además de detectores de imagen y cables de fibra óptica.
El dispositivo consiste en una caja que contiene los lentes puestos de manera muy precisa, en una especie de circuito que puede rotar y que tiene el alineamiento necesario para observar al Sol entre los 400 y 600 nanómetros (nm) (estas magnitudes se refieren a la longitud de onda de la luz o radiación electromagnética), y con una resolución del orden de los 0,3 nm. Para entender la fase de diseño fue indispensable la ayuda del profesor Yobani Mejía, del Departamento de Física de la UNAL.
El telescopio está conectado a la cámara por medio de los cables de fibra óptica y la información que toma es enviada a este artefacto, y luego se analiza en un software especial, en el que se reconstruye la imagen de las longitudes de onda del Sol captadas.
Analizar este rango de longitudes de onda da una idea sobre los procesos específicos de la acumulación de energía en el Sol y sus zonas. Es importante recalcar que la fibra óptica es determinante para obtener mejores imágenes, y que el proceso se potencia según el número que se tenga conectado al telescopio.
La cámara diseñada por el investigador Arias cuenta con 12 cables de fibra óptica (OM4), pero las cámaras más especializadas en el mundo, como la que está en Hawái, tienen hasta 20.000, una diferencia notable.
“Haber creado este artefacto tiene un fin muy interesante y práctico, que es el de poder saber qué ocurre en regiones del Sol a las que se ha tratado de llegar hace mucho tiempo; hay capas en las que la temperatura no pasa de los 5.777 grados kelvin, pero cuando nos alejamos de allí el número puede aumentar hasta el millón, y no se sabe qué ocurre en el intermedio, pues son distancias muy largas de millones de kilómetros”, indica el magíster en Astronomía de la UNAL.
Añade que, este es un problema científico abierto, lo cual hace que aportes como el de la cámara heliosférica sean muy importantes; los artefactos que analizan estas dinámicas del Sol aún no tienen imágenes continuas, lo que quiere decir que omiten distancias que pueden tener información relevante para entenderlas.