Se trata de un trabajo de Pamela Zorro, estudiante de la Maestría en Ciencias Bioquímicas, quien con la asesoría de la profesora Catalina Arévalo Ferro eligió como modelo de estudio a una especie de coral limpio de la bahía de Santa Marta, para hacer estudios sobre la caracterización de comunidades bacterianas.
Se extrajeron muestras del coral y, a partir de ellas, se crearon diversos medios de cultivo para determinar si se podía inhibir el crecimiento de algunas sustancias que solamente son producidas por las bacterias cuando se encuentran en una densidad poblacional grande.
"El muestreo se hizo y, en efecto, encontramos que una comunidad que se aisló nos dio positivo para la inhibición de la expresión de una sustancia producida por la acción conjunta de las bacterias. Ahora lo que queremos, y en eso trabajo, es evaluar cómo es la relación de las comunidades", dijo Zorro.
La joven investigadora explicó que la caracterización se hace, principalmente, con técnicas de hibridación in situ (sobre el terreno de estudio). Lo que se quiere ver, en general, es cómo es la estructura de esas comunidades de bacterias, cómo se distribuyen, cuál es el control ecológico que hay entre ellas.
Además, agrega, se quiere entender si esta clase de corales son limpios por sus propios mecanismos de defensa, o si tienen bacterias asociadas a su superficie que les permite adquirir esa condición de corales limpios.
Otro propósito es evaluar la inhibición de Quórum Sensing, nombre que recibe la actividad metabólica y de expresión de ciertos genes cuando las bacterias actúan en determinada densidad.
Según la profesora Arévalo Ferro, se sabe que las bacterias producen señales químicas que les posibilitan comunicarse entre sí y regular la expresión genética en respuesta a cambios en la densidad de población.
"Esta regulación permite que las bacterias, haciendo un censo de la densidad de población, "decidan" si un fenotipo, como la expresión de factores de virulencia, formación de biofilm, producción de antibióticos, entre otros, debe expresarse o no".
La docente sostuvo que es muy importante que los estudiantes descubran este ámbito de conocimiento, el cual hasta hace poco era bastante inexplorado en el país. Incluso, anota, era difícil que algunos estudiantes y profesores entendieran que sí había comunicación bacteriana.
"Está cambiando el paradigma de lo que significa una bacteria aislada y una bacteria en comunidad. Por fortuna, hemos encontrado aliados clave como el grupo de Productos Marinos del Departamento de Química", manifestó la experta en Quórum Sensing.
Pamela Zorro indicó que esta clase de investigaciones tiene varios frentes de aplicación. "Se podría combatir el biofouling, nombre que recibe la asociación de organismos que crean películas que se adhieren, por ejemplo, a la superficie del casco de los barcos".
Otro ámbito es el de los antibióticos. Se sabe que la mayoría de infecciones bacterianas crean resistencias, lo que hace difícil crear tratamientos efectivos. "Se podrían encontrar inhibidores de Quórum Sensing que más que matar las bacterias lo que hagan sea inhibir la expresión de fenotipos que produzcan sustancias que puedan potenciar las enfermedades", explicó la estudiante.
Este campo de investigación apenas comienza a abrirse camino en la Universidad Nacional de Colombia. Quienes trabajan en comunicación bacteriana saben que muchas soluciones para la salud se hallan en este campo del conocimiento.
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