Construcción de hidroeléctrica amenaza especies de peces

Existen siete especies migratorias de peces en el río Sogamoso, el segundo afluente más importante del río Magdalena, correspondiente al 23% de la producción para alimento del 80% de la población nacional, la cual está siendo seriamente afectada por la construcción de esta represa.

Ángela Liliana Gutiérrez, estudiante de la Maestría de Biología, junto con el profesor Gabriel Pinilla Agudelo, realizó una investigación para determinar el efecto de las épocas de lluvia y sequía en el río Sogamoso y las ciénagas de la desembocadura, para así predecir el efecto futuro de la construcción de la Hidrosogamoso.

"El proyecto tenía dos fases iniciales: una era el muestreo del río Sogamoso, que hizo una compañera, y yo me centré específicamente en las ciénagas, particularmente la del Llanito y San Silvestre, para determinar los cambios de nivel en la comunidad de peces", explicó Ángela Liliana Gutiérrez.

Una acción importante era conservar este ciclo hidrológico en condiciones normales para garantizar todas las dinámicas y la oferta alimenticia para la comunidad de peces, "que no es la misma a lo largo del año", aseguró la estudiante.

En todo caso, con la construcción de la represa sí se va a afectar el alimento para los peces, lo que se empieza a reflejar en términos de reproducción. Asimismo, la reducción del caudal va a disminuir o eliminar las conexiones menores entre caños, ríos y ciénagas.

Según la investigadora, estas especies migratorias requieren conexión entre cuerpos de agua todo el año para garantizar la reproducción permanente.

Entre las especies más importantes de este tramo del río Sogamoso en cercanías con Barrancabermeja se encuentran: bocachico, bagre, blanquillo, nicuro y capaz, que, además de la importancia ecológica, representan un buen renglón de la economía.

"Esta comunidad será afectada negativamente en su desarrollo reproductivo y alimentario por la intervención en las paredes hacia arriba y hacia abajo y, dependiendo de sus hábitos, la pared los afectará inmediatamente y hacia futuro porque es una trampa", explicó Gutiérrez.

En todo caso, agregó que la construcción de la represa ya es un hecho, pero que en todas estas obras se deben involucrar trabajos de investigación, para que de esa manera el impacto en el ambiente sea menor. "La academia debe ir de la mano con la industria para que entre ambas busquen los mecanismos para mitigar los efectos de las comunidades, en este caso la de peces". Para cumplir con este objetivo, asegura que se deben hacer monitoreos mensuales, como ocurre en otras partes del mundo.