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Educación

Con talleres de innovación en colegios, la educación le hace frente al conflicto en Arauca

    Mediante tutorías, talleres y dinámicas de exposición, la Universidad Nacional de Colombia (UNAL) Sede Orinoquia viene capacitando a estudiantes de colegios rurales sobre temas de emprendimiento e innovación, en Arauca, Norte Santander y Boyacá, entre otras áreas de influencia de la Sede. El objetivo es impactar en la cosmovisión de los jóvenes y transformar la educación de las zonas más apartadas de la región, la mayoría de las cuales han sido afectadas por el conflicto armado que incide en la frontera colombo-venezolana.

    Esta iniciativa forma parte del Proyecto Mentores de la UNAL Sede Orinoquia, que desde hace más de un año se desarrolla en la región. La estrategia tiene dos ejes principales: (i) el apoyo en asesorías administrativas, financieras y tecnológicas a pequeños emprendedores de la región, y (ii) el trabajo académico con instituciones educativas rurales, que además de capacitar a los estudiantes pretende crear un acercamiento hacia la educación superior.

    Durante los últimos 5 meses el ingeniero agrónomo de la UNAL Jesús Farías, mentor del proyecto, visitó instituciones educativas rurales de 3 departamentos, así: en Boyacá, la Institución Educativa Pablo Sexto en Cubará; en Norte de Santander los corregimientos de Toledo, las Instituciones Educativas de Gibraltar y Samoré; y en Arauca el colegio La Pesquera, en Arauquita, y el colegio indígena Guahibo Betoy, en zona rural de Tame.

    “El principal criterio para seleccionar estas instituciones es que sean rurales o indígenas, y que en muchos casos son la única institución educativa de la zona”, explica el mentor.

    Con talleres y clases presenciales, el equipo de la UNAL ha brindado capacitación en innovación, mercadeo (marketing) y finanzas a estudiantes de noveno, décimo y once. “Nuestro objetivo, además de fortalecer el emprendimiento de la región y proporcionarles herramientas a los jóvenes para desarrollar sus propios negocios, es acercar la Universidad a estas comunidades y mostrarles a los chicos que el acceso a la educación superior es posible, que sí existen otros caminos para su futuro”, comenta el ingeniero Farías.

    El impacto del Proyecto Mentores va más allá del aula. En regiones afectadas por el conflicto armado y la falta de acceso a la educación, este programa les ofrece una alternativa a los jóvenes “ninis” (ni estudian ni trabajan), pues según el DANE en Colombia hay 2,9 millones de muchachos en esta situación, y el departamento de Arauca no es una excepción, con un desempleo del 29,4 % y problemas de infraestructura educativa.

    Aprenden a crear emprendimientos innovadores desde cero

    Los talleres se dividieron en 4 módulos, cada uno de los cuales abordó temas clave para el desarrollo y la creación de un emprendimiento productivo e innovador desde sus bases. “Los estudiantes empezaron aprendiendo sobre sectores económicos, actividades comerciales, procesos de manufactura y sistemas de servicio, y luego a utilizar el modelo Canvas para diseñar y ejecutar planes de negocio, ya que este permite agarrar la idea de un negocio y ejecutarla para hacerla realidad, pues queríamos que los estudiantes entendieran que cada idea de negocio debe tener un componente de innovación”, señala el ingeniero Farías.

    En cada visita mensual el mentor abordaba un módulo diferente, guiando a los estudiantes para que ejecutaran sus proyectos de manera óptima. “Les retábamos a justificar cómo su producto era diferente de lo que ya existía en el mercado”, dice el mentor. Así surgieron propuestas innovadoras como yogur de borojó, yuca o papa, utilizando la riqueza de las materias primas que ofrecen estos territorios.

    Además del componente de negocio, el programa incluyó talleres de gestión financiera y mercadeo. En este módulo los estudiantes aprendieron a calcular costos, diseñar logos, entender sus colores y planificar estrategias de mercadeo. “Es fundamental que los jóvenes comprendan la importancia de una buena gestión financiera para que sus proyectos prosperen, y una estrategia de mercadeo efectiva para el éxito de su emprendimiento”, enfatiza el ingeniero Farías.

    El programa culminó con una dinámica de presentación relámpago empresarial (pitch) inspirada en el programa de televisión Shark Tank haciendo la experiencia divertida para los niños. “Los estudiantes presentaron sus ideas de negocio ante un jurado compuesto por profesores y directivos de sus colegios, exponiendo todo lo que habían aprendido, mostrando su producto y demostrando su capacidad para vender sus ideas”, afirma el mentor.

    Desafíos de los colegios rurales frente al conflicto armado

    La mayoría de las instituciones educativas seleccionadas para este programa han sido afectadas por la presencia de grupos al margen de la ley, y colegios como los de Arauca se enfrentan a interrupciones constantes en las actividades escolares debido a la inestabilidad y el control territorial ejercido por la guerrilla. “Cada vez que hay señales de alerta roja o cuando un grupo al margen de la ley decide disponer de la escuela, los estudiantes pierden días de clase cruciales”, explica el magíster Farías. Estas interrupciones no solo atrasan el progreso académico de los estudiantes, sino que también disminuyen la calidad de la educación que reciben.

    La presencia de estos actores armados ha tenido un impacto profundo en la percepción de los jóvenes sobre su futuro. “Como ellos creen que para ir a la universidad hay que tener mucho dinero, algunos grupos se aprovechan de esta desinformación y desmotivan a los estudiantes a continuar su educación. Precisamente en el acercamiento con estos colegios se les muestra que hay otras opciones y oportunidades”, sostiene.

    El Proyecto Mentores de la UNAL está sembrando semillas de cambio en las instituciones educativas rurales, ofreciéndoles a los jóvenes una visión de futuro y oportunidades para mejorar sus vidas y sus comunidades. “Este programa no solo educa, sino que además inspira y motiva a los jóvenes a ver sus fincas como empresas, y a ellos mismos como empresarios; estamos mostrando que el emprendimiento y la innovación son posibles incluso en las zonas más apartadas del país”, concluye el ingeniero Farías.