La paleoecología estudia los seres vivos y sus relaciones entre sí y el medio en épocas pasadas. Mediante esta ciencia se han investigado los cambios de clima y vegetación en el noroccidente de Colombia durante los últimos 17 mil años.
De acuerdo con César Velásquez, docente de la Facultad de Ciencias, se han reconstruido con mucha claridad los cambios de humedad y temperatura en la zona. "Hemos detectado que algunos eventos drásticos presentan un carácter cíclico, lo que nos aproxima a un registro predictivo a futuro", argumentó.
Según las indagaciones, aunque el cambio climático tiene un componente natural, la actividad humana le ha agregado más calor del que debería tener. Sin embargo, aún no se sabe con certeza lo que esto significa en términos de respuesta del ambiente.
Para el investigador Velásquez, en el mundo han ocurrido eventos climáticos muy secos y muy fríos que han acabado con muchas culturas. "Creo que la desaparición de culturas como la de los Mayas en el Yucatán, los Tiahuanaco en Bolivia y la depresión de los Zenúes en Colombia están obedeciendo exactamente a ese patrón climático que está perfectamente detectado en el páramo de Frontino", precisó.
Según el docente de la UN en Medellín, este páramo es un sitio de mucho interés por su sensibilidad al cambio climático. Algunos eventos que se creía habían ocurrido solo en el hemisferio norte, han sido detectados claramente en este lugar.
Estas indagaciones se dieron a conocer durante el Seminario Paleoecología y Cambio Climático en América Tropical, cuyo objetivo fue conocer los estudios recientes que se están adelantando en el norte de Colombia y en el mar Caribe, con el fin de observar la evolución de la vegetación y cómo está respondiendo al cambio climático.