Escudo de la República de Colombia Escudo de la República de Colombia
/Con intercambio, estudiantes de Biología de las Sedes Bogotá y de La Paz reforzarán conocimientos
Educación

Con intercambio, estudiantes de Biología de las Sedes Bogotá y de La Paz reforzarán conocimientos

    La idea, enmarcada dentro del modelo intersedes al que le apuesta la Universidad Nacional de Colombia (UNAL), es formar estudiantes con aproximaciones interdisciplinarias y formaciones de alta calidad; así, se integrará el trabajo tanto en campo como en los laboratorios y en la colección científica, con las fortalezas de las Sedes Bogotá y de La Paz. Un primer grupo de 60 estudiantes está listo para formar parte de esta iniciativa de educación integral.

    El profesor Andrés Cuervo, del Instituto de Ciencias Naturales (ICN) de la UNAL, enfatiza en que “las Sedes de La Paz y Bogotá tienen programas hermanos en Biología, esenciales para el país y los territorios, dada la gran diversidad biológica colombiana; a través de soluciones basadas en la naturaleza y en la biodiversidad podemos sacar adelante los distintos retos que tenemos como nación”.

    El modelo intersedes busca que la formación de calidad se extienda por todo el país mediante la cooperación y articulación en todos los aspectos de las nueve sedes de la UNAL. Cada una, al compartir y sumar sus experiencias, es un canal por el que circula la fortaleza del conocimiento en todas sus áreas, para contribuir así a la unión de cada región con la nación.

    Los 43 estudiantes de Biología de la Sede Bogotá que visitan Cesar estudiarán parte la fauna del gradiente ecológico del bosque seco tropical y de las estribaciones de las dos sierras que flanquean este valle: la Serranía del Perijá (con los distintos bosques montanos, húmedos y páramo) y la Sierra Nevada de Santa Marta, o de Gonawindua como la denominan las comunidades indígenas de la zona. En su recorrido están acompañados de los profesores Dimitri Forero, Olga Montenegro, Henry Agudelo, Andrés Cuervo y Mauricio Rivera.

    “Venir aquí es como encontrar un caleidoscopio biológico que permite que los chicos se apasionen más por su carrera y entiendan mejor la biodiversidad de nuestro país. Qué mejor que en este punto geográfico, en donde tenemos a muy poca distancia un poco de todo”, asegura el docente Cuervo.

    Al respecto, el estudiante Daniel Felipe Romero, de noveno semestre de Biología de la UNAL Sede Bogotá, comenta que “este ejercicio me permitirá conocer más sobre los ambientes de Colombia, especialmente acerca de mi tema de interés que son los animales en general. La visita me ha ayudado a explorar los ecosistemas de esta región del país y a relacionar estos nuevos ambientes con los animales que habitan el país, y cómo estos han determinado su diversidad”.

    Por su parte, los 17 estudiantes de La Sede de La Paz que visitan Bogotá analizan las colecciones biológicas del ICN y del Herbario Nacional; y también las de zoología y de tejidos moleculares. El Instituto forma parte de la UNAL y ha sido referente para entender los territorios.

    “Las colecciones preservan especímenes de la diversidad biológica de diferentes partes del país. Son básicamente repositorios naturales, fundamentales para hacer un estudio comparativo de la biología, evolución e identificación de las especies”, explica la bióloga Luz Eneida Ochoa, docente de la UNAL Sede de La Paz.

    En este sentido, el profesor Cuervo añade: “se ha preservado esta colección que es algo así como el Museo del Oro, pero de la diversidad biológica del país, que está a cargo de la Universidad”.

    “Como custodios de este patrimonio, nuestro objetivo es que tanto el público en general como los investigadores, docentes y estudiantes puedan usarlo. Nosotros recibimos al año miles de visitas entre el Museo de Historia Natural y las colecciones del ICN. Como es un recurso tan importante, nuestros estudiantes lo emplean para su formación”.

    De la Sede de La Paz participan en este intercambio los docentes Luz Eneida Ochoa, Santiago Sánchez, Teddy Angarita y Carlos Esteban Lara.

    El reto de los académicos que forman parte de esta iniciativa es que esta salida de campo no sea el único producto de la interacción, sino que de allí surjan acciones de colaboraciones científicas, docencia, nuevos intercambios y movilidad entre los programas de Biología de las dos sedes.