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Artes y Culturas

Con el renacer de la paz también resurge la literatura en el Cesar

    Aunque los procesos literarios en el Cesar siempre han estado presentes en el departamento, en los últimos años sus exponentes han resurgido, destacándose en el ámbito nacional e internacional, demostrando así que esta región es dueña de muchas expresiones culturales diferentes a las popularmente conocidas.

    Así lo evidenciaron las profesoras Lucía Eufemia Meneses Lucumí y Claudia Mosquera Rosero-Labbé durante las entrevistas adelantadas en el marco del proyecto Laboratorio de Paz Territorial, de la Universidad Nacional de Colombia (UNAL) Sede de La Paz.

    Hoy muchos los escritores brillan con luz propia en diferentes escenarios y se destacan con sus novelas, cuentos, poemas e investigaciones, lo que demuestra la calidad literaria de este territorio caribeño.

    Por ejemplo, en el municipio de San Diego reside el escritor y magistrado Pedro Facundo Olivella Solano, cuya vida transcurre entre sentencias, poemas y cultura. Comenzó como columnista a los 16 años en el Diario Vallenato, donde también redactaba crónicas, noticias y reportajes de todo lo que sucedía en su tierra natal.

    Olivella fue uno de los impulsores del Café Literario Vargas Vila, un espacio conformado por jóvenes que se dedicaban a leer y a escribir, y que se convirtió en el epicentro literario y poético alrededor de la figura del maestro Leandro Díaz (1928-2013), no solo como folclorista sino como un maestro, un filósofo, y quien por su ceguera tuvo que enfrentar muchas adversidades para convertirse en uno de los símbolos vallenatos del país.

    Para el escritor, “la cultura es un factor de desarrollo y la educación es esencial para que la población pueda mejorar sus condiciones de vida, y es en ese propósito en el que me he comprometido y para el cual he trabajado decididamente”.

    Su obra más reciente es un libro sobre la paz, en especial sobre cómo concebimos la paz y la guerra, en la que plantea una visión neutral, sin ponerse del lado de la víctima ni del victimario.

    Otro de los escritores entrevistados por las docentes de la UNAL es Oswaldo Aguilar Mejía, quien nació en el municipio de Astrea, aunque su obra ha sido más conocida y admirada en La Jagua de Ibirico, a donde su familia se trasladó cuando él tenía tres años.

    Su obra más importante es la novela Desterrada en su propia tierra (2004), que trata sobre el desplazamiento causado por la incursión armada de grupos ilegales, profundizando sobre las personas que tuvieron que quedarse en sus territorios porque no tuvieron la oportunidad de buscar una nueva vida en otro lugar, dejando todo lo que habían construido, como lo hicieron muchos.

    “El libro es una denuncia para llamar la atención sobre la realidad que dejó la guerra en esta región y sobre la dramática situación que se vivía en las familias que no tuvieron salida, ni siquiera para manifestar su desespero”, comenta el autor.

    También ha escrito sobre los orígenes de La Jagua de Ibirico y dos novelas más: Que sea lo que Dios quiera y Quimeras en blanco y negro, en la que hace un análisis de la minería, y que aún está en proceso de escritura.

    Poesía cesarense

    El poeta William Jiménez también formó parte de los emblemáticos personajes incluidos en el proyecto de la UNAL; su obra Lo desnudo del volcán conforma la Colección Claros del Bosque, publicada por Terrear Ediciones, del cual es su coordinador editorial.

    Jiménez es además promotor de lectura y de escritura creativa con niños y jóvenes. Ha publicado libros de poemas como Épica de la sangre y Sed Plural, y ha participado en varias antologías de poesía latinoamericana.

    El abogado y escritor Carlos César Silva Araújo, también entrevistado por las profesoras del Laboratorio de Paz Territorial, les relató que cuando estudiaba Derecho en la Universidad Popular del Cesar comenzó a asistir a un taller de creación literaria liderado por el poeta Luis Alberto Murgas, donde encontró con quien compartir sus intereses.

    El taller le permitió conocer a varios escritores importantes, entre ellos Félix Molina y Miguel Barrios Payares, y otros que llegaban a través de la Red Nacional de Talleres, como Pilar Quintana y Antonio García.

    Publicó en la web su libro Cine sin crispetas, que incluye reseñas de literatura y de cine, y también el cuento El miedo se pudre en tu garganta, ganador del Concurso Departamental de Cuentos 2018.