Como esta, son diversas las plantas que las comunidades indígenas cultivan y utilizan en medicina tradicional para curar dolencias que van desde gastritis hasta diabetes.
Con base en ese saber, hace cuatro años el indígena Israel Bastos León "quien hace 20 años ejerce como médico tradicional" viene trabajando con Lina Paola Garzón, microbióloga y magíster en Desarrollo Sustentable y Gestión Ambiental, quien a su vez investiga sobre las zonas de cultivo sostenible de las plantas medicinales de yarumo (Cecropia sciadophylla), carambolo (Averrhoa carambola) y uña de gato (Uncaria tomentosa).
En su interés por seguir investigando sobre estas plantas medicinales, la magíster ingresó en 2016 al Doctorado en Estudios Amazónicos en la U.N. Sede Amazonia, gracias a una beca de Colciencias, entidad que apoyará su trabajo en el manejo agroecológico de la uña de gato (Uncaria tomentosa y U. guianensis) en comunidades indígenas ticuna del sur del Amazonas.
Entre tanto, el médico tradicional Bastos afirma que ha logrado curar a muchas personas gracias al poder de plantas que solo se encuentran en la selva amazónica, y que sin duda existen muchas más que tienen compuestos curativos, de las que solo los abuelos indígenas conservan todavía el legado ancestral y que, por la medicina occidental, se ha venido perdiendo.
"Todo lo que sé sobre medicina tradicional se lo aprendí a un abuelo de mi comunidad a quien siempre acompañaba cuando estaba curando y se internaba en la selva a conseguir plantas; él me iba explicando qué plantas eran y para qué servían... en la noche nos sentábamos en la maloca y comenzábamos a preparar los brebajes o cremas que se necesitaban, que dependían de la enfermedad que íbamos a tratar", señala el nativo.
La estudiante de doctorado de la U.N. Sede Amazonia espera que esta investigación genere lineamientos para que las comunidades puedan proponer y desarrollar un proyecto agroforestal productivo de la uña de gato, sostenible social y ambientalmente, al servicio de la humanidad.
Por su parte Israel, en su ardua labor como médico tradicional, quiere seguir explorando la selva con el objetivo de conseguir más especies de plantas que puedan curar muchas enfermedades y de esta manera seguir ayudando no solo a su comunidad sino a todas las personas que lo buscan porque ven la medicina natural como una alternativa para sus dolencias.
Para el profesor John Charles Donato, director de la Sede Amazonia de la U.N., este es un ejemplo de investigación participativa que reúne a los sabedores locales con la academia, de manera que se trata de una alianza para recuperar el conocimiento tradicional, y particularmente el de la medicina alternativa como fuente para resolver problemas sociales.