Con cabildos indígenas, estudiantes preservan su cultura y sus tradiciones
XIV Posesión del Cabildo Indígena Universitario de la Sede Palmira. Fotos: Helmuth Ceballos - Unimedios Palmira.
El proceso de elección de gobernador se lleva a cabo anualmente y requiere que los candidatos sean miembros de un pueblo indígena.
En su ponencia, el profesor Edison Alexander Muyuy Ojeda, enlace indígena en la Alcaldía de Palmira, destacó el proceso educativo concebido a partir del construir colectivo como un factor fundamental para la pervivencia de los pueblos indígenas.
A través de la música tradicional nasa, con la agrupación Vientos Autóctonos, el estudiante Jeison Chocué preserva la cultura de sus ancestros.
En la posesión, Mama Mercedes Tunubalá, alcaldesa de Silvia (Cauca), destacó la importancia de la permanencia, pertinencia y retorno de los estudiantes a los territorios para contribuir al buen vivir de las comunidades.
Durante el evento los asistentes tuvieron la oportunidad de compartir la riqueza de la gastronomía indígena.
Manuel Ussa Tunubalá, líder indígena, exgobernador del Cabildo Indígena Universitario de la Universidad del Valle, médico tradicional y profesional en estudios políticos.
La XIV Posesión del Cabildo Indígena Universitario, realizada en la Universidad Nacional de Colombia (UNAL) Sede Palmira, reunió a estudiantes ingas, pastos, coconucos, misak, nasas, kamëntšá, uitoto, awa y kurripacos.
El acto contó con la participación de autoridades y líderes como Mama Mercedes Tunubalá, indígena misak del Resguardo Indígena de Guambia y la alcaldesa de Silvia (Cauca).
El Cabildo nació con la intención de visibilizar en el contexto universitario el conocimiento y las costumbres ancestrales existentes en los resguardos, a través de ponencias, eventos y otras actividades culturales y musicales que le permiten a la comunidad en general conocer y valorar las tradiciones y la sabiduría de los pueblos indígenas.
Por ejemplo, para la reciente posesión de la corporación y de la nueva gobernadora, Yecxi Carolina Pérez Estrada –estudiante de décimo semestre de Ingeniería Agroindustrial de la UNAL Sede Palmira, de la comunidad Pasto (Nariño)–, la elección se realizó de la misma manera como se hace en sus territorios, y por tanto destacó la importancia de mantener la conexión y las raíces indígenas mientras se busca la formación académica.
Para el profesor Edison Muyuy, de la Cátedra Indígena de la UNAL Sede Palmira, perteneciente a la comunidad Inga, “la vivencia de la cultura ancestral en el ámbito universitario reafirma el compromiso con la inclusión y el reconocimiento de las comunidades indígenas, promueve el respeto, la valoración y la preservación del patrimonio cultural”.
Este tipo de iniciativas también ponen en el centro del debate la permanencia y el retorno de los estudiantes indígenas, la educación propia que se imparte desde los territorios y las capacidades de las instituciones de educación superior para acogerlos e incentivar su permanencia.
Sobre los desafíos que afrontan en los sistemas educativos actuales, Jeison Chocué Campo, músico de la comunidad nasa y estudiante de octavo semestre de Ingeniería Agronómica, considera que “se debe fortalecer la calidad, ya que la falta de profesores preparados para abordar de manera pedagógica las necesidades específicas de los estudiantes indígenas, dificulta la permanencia”.
El futuro ingeniero mencionó que “la condición socioeconómica juega un papel crucial en la permanencia; aunque dentro de la misma comunidad indígena existen diferencias en ese sentido, es fundamental priorizar la ayuda a aquellos estudiantes que carecen de recursos y privilegios, ya que esto les permitirá superar las limitaciones y tener igualdad de oportunidades”.
Por su parte, la gobernadora Pérez reconoció que “el retorno implica un compromiso con la comunidad y la voluntad individual de contribuir al desarrollo de los territorios indígenas. Sin embargo, cada estudiante tiene sus propios objetivos al momento de graduarse y no todos regresan a sus territorios, algunos deciden enfocarse en otras áreas o continuar sus estudios en otro lugar”.
Los dos estudiantes destacaron la ayuda que brindan programas como el Fondo de Comunidades Indígenas Álvaro Ulcué Chocué al facilitar el ingreso de los indígenas a la educación superior, y además los incentiva –a través de informes y trabajo comunitario– a trabajar por sus territorios mientras continúan sus estudios.
Esta es una forma de retorno que les permite a los estudiantes aportar los conocimientos adquiridos en la academia y mejorar las condiciones de vida en sus resguardos. Por ejemplo, tanto en el caso de la gobernadora como del estudiante Chocué Campo, su formación les ha facilitado aportar en su comunidad en términos de producción agrícola y soberanía alimentaria mediante capacitaciones y charlas, con el objetivo de generar conciencia y buscar soluciones conjuntas para sus comunidades.
“El retorno depende en gran medida de la educación recibida en la familia y de las habilidades del estudiante, en algunos casos regresan a sus territorios y asumen un liderazgo en sus pueblos. Algunos egresados han llegado a ser gobernadores de sus resguardos, otros han ocupado cargos en alcaldías y gobernaciones, generando así un impacto social positivo para sus comunidades”, concluye el profesor Muyuy.
Según la Oficina de Registro y Matrícula, en la UNAL Sede Palmira hay 154 estudiantes indígenas matriculados, provenientes de diferentes regiones del país.