Claudia Patricia Flórez, estudiante de la Maestría en Bosques y Conservación Ambiental, evaluó cómo esta especie de árbol, originario de la India, podía ser usado para recuperar suelos que están altamente deteriorados por las citadas actividades, como el de Santa Fe de Antioquia.
El nim es reconocido por sus cualidades medicinales, pues sirve como tratamiento de diferentes enfermedades como la diabetes, el cáncer, distintas afecciones cardiacas, alergias, hongos, malaria, entre otras. De igual manera, la estudiante dijo a la Agencia de Noticias UN que "el nim es una especie que resiste condiciones extremas y crece muy rápido, por lo que ha resultado útil en la rehabilitación del suelo".
Cualquier especie que aporte hojas, frutos y ramas al suelo ayuda a la reactivación del ciclo biogeoquímico, que es la interacción de los nutrientes básicos que se necesitan para que haya vegetación: fósforo, carbono, calcio, nitrógeno, entre otros.
La plantación de nim analizada se encuentra, desde el 2004, en un suelo que había sido afectado por prácticas de explotación ganadera. El ganado, al ser tan pesado, daña el suelo y lo vuelve erosivo haciendo que pierda sus nutrientes y que las plantas no encuentren lo necesario para crecer.
La investigadora extrajo muestras de los suelos durante un periodo de un año, comparando diferentes zonas del lugar, y estableció que el suelo de Santa Fe de Antioquia, intervenido con la planta, resultaba más rico en nutrientes que el que no había sido intervenido. Esto, porque el árbol crece rápido y hace que produzca más material que se descompone, logrando que los nutrientes vuelvan al suelo.
Sin embargo, los procesos de rehabilitación de suelo son largos. "Para hacer una rehabilitación uno debe tener un ecosistema de referencia; es decir, tener la intención de restaurar el suelo para convertirlo en lo que fue hace cincuenta o cien años, y contar con datos de la vegetación que había en ese momento. Con el nim se puede rehabilitar el suelo, pero la idea es ir sembrando vegetación nativa e ir sacando la planta extranjera. Esto tardaría mucho tiempo", explicó Flórez.
Agregó que en el mundo hay un problema de suelos, pues se hace un uso inadecuado de ellos y Colombia no es la excepción. "Hay que fortalecer las normas para conservar los suelos. Que las empresas sean penalizadas si abusan del mismo y, además, que se exija una compensación de reposición de recursos", así, advirtió Flórez, se mitigarían un poco los daños causados al medio ambiente por prácticas como la minería, la ganadería, la extracción de madera y los monocultivos, por ser los ejemplos más destacados.