El profesor Fausto Camilo Moreno, uno de los coordinadores del Laboratorio, relata que los hallazgos de la investigación adelantada en el Cesar fueron comunicados al Instituto Colombiano Agropecuario (ICA): "en efecto, tres días después de que anunciamos la posibilidad de que ocurriera el brote en San Diego o en Valledupar, este apareció".
Durante la charla, el experto explicó que en el país existen alrededor de 1.800.000 transportes lícitos para la movilización del ganado. A partir de metodologías de análisis de información de los predios, las concentraciones y las plantas relacionadas con ganado en el país, y un ejercicio de analítica forense, se construyeron redes espacio-temporales que representaban las dinámicas del movimiento de los animales.
"Utilizando unas herramientas conocidas como "grafos" se observa cómo los puntos (en este caso las ciudades) generan centralidades a partir de cada uno de los lugares, clasificando los sitios para encontrar cuáles son los más susceptibles "por movilización" de presentar mayor probabilidad de ocurrencia de un brote de fiebre aftosa", señaló el profesor durante el III Seminario de Producción Animal, organizado por la Facultad de Medicina Veterinaria y de Zootecnia y la Dirección de Extensión de la UNAL en el marco de Agroexpo 2019.
El investigador señala que gracias a este trabajo se hicieron acreedores de un viaje para ir al Centro Panamericano de Fiebre Aftosa (Panaftosa) de la Organización Panamericana de la Salud y Organización Mundial de la Salud (OPS/OMS) a trabajar en este importante tema.
Así mismo, a partir de estos estudios se hicieron análisis para apoyar a autoridades como el ICA en la toma de decisiones. De hecho, desde el Laboratorio también se trabaja en el tema de la densidad de los predios y su conectividad: "generamos procesos de especialización tanto de vulnerabilidad como de riesgo, en los que, nuevamente y con algunos grados de probabilidad, aparecieron los mismos municipios, lo que nos permitió verificar que la teoría está bien", declaró el docente.
El aumento del hato ganadero
Este trabajo del Laboratorio con la aftosa partió de un proyecto interno de la UNAL "con el apoyo del ICA" para calcular el número real de animales en el sector ganadero en Colombia, ya que existen inconsistencias entre las cifras que manejan las entidades involucradas en el sector. Esto les permitió acceder a los datos y a las metodologías para abordar más adelante el tema de la aftosa.
Lo anterior también los llevó a revisar más de 5.000 artículos científicos sobre los factores de riesgo asociados con la aparición de brotes de fiebre aftosa, con lo que se identificaron 106 que se agruparon en seis categorías: características del hato bovino; movilización de los animales; espacio físico donde se encuentra la finca; proceso productivo; condiciones del entorno; y aspectos sanitarios.
"La primera pregunta era si teníamos claridad sobre dos asuntos: 1) si se sabía cómo abordar el tema, y 2) si en el país se conocía realmente cuántos predios y cuántas reses hay en ganadería; la respuesta es que no", detalló el profesor Moreno. Por lo general las cifras se limitan al número de animales vacunados.
Los investigadores identificaron alrededor de 50.000 predios rurales, de los cuales 16.000 contaban con registros de vacunación y solo 7.600 tenían coordenadas válidas de ubicación para el análisis espacial con el que se abordaría la existencia o no de un crecimiento ganadero atípico.
"Comenzamos a analizar las bases de datos y nos dimos cuenta de que las entidades que los recolectaban tenían problemas de información, por lo que fue necesario hacer ejercicios de preprocesamiento de información, para depurarla", explicó el docente, y añadió que se estudiaba la posibilidad de aumentar el hato ganadero a partir de la sospecha de que ingresaron animales de contrabando desde Venezuela.
"Observamos que el hato había aumentado, sobre todo porque había una mejor cobertura de los predios que tenían menos de 50 animales en el territorio nacional", señaló el profesor Moreno.
Por último, el experto mencionó que al cotejar la información de las áreas municipales reportadas con vacunación, contra aquellas reportadas por inconvenientes frente a la cobertura de vacunación, encontraron información faltante o áreas que se tendrían que verificar cuando se hagan los ejercicios de vacunación.