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Ciencia y Tecnología

Comités de bioética deben proteger a poblaciones pobres

  • Julio Canario, presidente del Comité Nacional de Bioética de República Dominicana, durante su intervención. Fotos: Nicolás Bojacá ' Unimedios

  • El Encuentro de Bioética, liderado por la profesora Carmen Alicia Cardozo, fue organizado por el Centro de Pensamiento de la Ética en la Investigación.

  • La apertura del Encuentro de Bioética contó con la presencia de la profesora Dolly Montoya Castaño, rectora de la U.N.

  • Susana Vidal, representante del Programa Regional de Bioética de la Unesco.

  • El profesor Hernando Torres Corredor, decano de la Facultad de Derecho de la U.N., también estuvo presente.

En países de Latinoamérica y el Caribe es necesario fortalecer los comités de ética para establecer una regulación a las investigaciones que se realicen con poblaciones de escasos recursos, para garantizar que estas se beneficien de los bienes tangibles e intangibles que resulten de dichos trabajos.

Así lo aseguró el profesor Julio Canario, presidente del Comité Nacional de Bioética de República Dominicana y uno de los ponentes internacionales en el encuentro "Bioética: viejos y nuevos desafíos en una ética de vida", organizado por el Centro de Pensamiento en Ética de la Investigación de la Escuela Permanente de Pensamiento Universitario de la Universidad Nacional de Colombia (U.N.).

Para el profesor Canario, estos comités deben estar conformados por un grupo pluridisciplinario de profesionales que revisen las propuestas de investigación que lleguen de otros países e instituciones, para garantizar que se cumplan unas condiciones justas para las poblaciones pobres que participen en estudios como los biomédicos.

Agregó que "la conformación de los comités de ética que evalúan los protocolos en los que van a participar personas de escasos recursos deben tener dentro de sus miembros abogados bien formados y metodólogos que conozcan sobre metodología e investigación clínica, para evaluar fielmente los proyectos".

En estos grupos también deberían tener presencia profesionales en farmacología, e incluso comunicadores sociales que evalúen las estrategias mediante las cuales se divulgará el objeto del estudio a la población, garantizando que la participación de la gente sea totalmente voluntaria.

Otro aspecto que se debe evaluar es la pertinencia de la investigación. "Hoy sabemos que más del 80 % de los ensayos clínicos que se hacen en poblaciones de nuestros países no son necesarias y no aportan nada nuevo", manifestó el profesor Canario, y añadió que a los estudios también se les debe hacer un seguimiento de la asequibilidad de los productos resultantes una vez se comercialicen.

"En nuestra época todavía existe lo que se conoce como parachute research, esto es, gente que se traslada a otros países a investigar, se llevan muestras, desarrollan una vacuna o algún producto médico y luego regresan a venderla a un costo más alto que en países que no aportaron materia prima para su elaboración", explica el académico.

Según manifestó, se deben evitar a toda costa aprobaciones laxas de estudios en humanos, en animales o de biodiversidad: "no debemos dar a ciegas nuestros recursos sin saber si habrá un resultado tangible o intangible "como el conocimiento", que debe estar a disposición de todos", manifestó el docente.

Desafíos de la bioética

En la apertura del Encuentro de Bioética estuvo la profesora Dolly Montoya Castaño, rectora de la U.N., quien señaló que para formar ciudadanos integrales desde la universidad se debe tener una comunidad académica integrada.

"Podemos formar estudiantes integrales si son autónomos; la autonomía es el libre ejercicio de la libertad, y esta es la capacidad de elegir. La educación permite elegir porque hay conocimiento para hacerlo, por eso es importante que trabajemos en la equidad de la educación, porque va a ser lo único que permitirá que podamos elegir de manera consciente", declaró la directiva.

Para la profesora Carmen Alicia Cardozo, coordinadora de la Red Nacional de Comités de Ética en Investigación y Comités de Bioética, tanto este tema como el de los desafíos, abordados en el encuentro, representan el gran enigma de cómo se forma a las personas en relación con los valores.

"La formación en bioética involucra la manera de movilizar en valores a las personas, a la misma sociedad, para que pueda llegar a generar acciones de protección, y sobre todo de oportunidades para las otras personas, la formación en bioética involucra eso", expresó la docente, quien también intervino durante el encuentro.

Por su parte Susana Vidal, representante del Programa Regional de Bioética de la Unesco, manifestó que la herramienta más potente que tiene la bioética, y probablemente una de las pocas, es la actividad educativa.

"La educación no es una tarea de adoctrinamiento sino que precisamente es una intervención para promover la reflexión crítica, para la construcción de ciudadanos y la apertura de espacios deliberativos plurales y democráticos, una de las tareas fundamentales de la bioética en términos de promover actitudes que tengan que ver con la construcción de las democracias", expresó la funcionaria.