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Medioambiente

Colombia pierde importancia en mercado de carbono

A pesar de su potencial en pro de la reducción de emisiones de carbono, las barreras no arancelarias internacionales y la falta de compromiso del Estado hacen que el país ceda importancia en ese mercado.

Tras el establecimiento del Protocolo de Kyoto (1997), en el que las naciones se comprometieron a reducir en al menos 5% la emisión de gas carbónico y otros contaminantes, países como Colombia han sido de gran trascendencia en el tema (por su alto potencial ambiental, zonas forestales e hídricas, entre otros). Sin embargo, las barreras no arancelarias (leyes, regulaciones, políticas o prácticas que restringen el acceso de productos importados al mercado) han causado un impacto negativo en la participación del país. 

Para el profesor de la UN Javier Sabogal, quien realizó un análisis sobre ese impacto, "Colombia ha sido activa en la reducción, pero los países asiáticos han desarrollado muchos más proyectos y hemos quedado rezagados desde el 2006". Actualmente, la mayor concentración del mercado la tiene China. 

¿Cómo funciona el mercado del carbono? 

Por cada tonelada de carbono reducida se adquiere un bono por un valor fluctuante cercano a los 20 euros, que puede ser vendido en este mercado (similar a las bolsas de valores) a países o empresas comprometidas con la disminución de la contaminación: cerca de 190 países vinculados al Protocolo de Kyoto. 

Debido a los altos costos que genera la reducción de contaminantes en naciones desarrolladas, resulta más rentable comprar bonos producidos por otros países que desarrollen a menor costo estrategias de reducción, como Colombia.

Por ello es necesario, asegura el investigador, establecer caminos que permitan disminuir las barreras que se establecen para este mercado, que anualmente se normativiza más en las reuniones establecidas para el acuerdo y las leyes impartidas entre los miembros. 

"En el análisis desarrollado se encontró un factor fundamental que perjudica potencialmente a Colombia y es que en el Protocolo no se está incentivando la generación de bonos por conservación forestal, por lo que el país, con tanto territorio que evidentemente reduce la contaminación como el Amazonas, no puede utilizarlo para participar en el mercado", explica Sabogal. 

"Hay mucha presión a nivel internacional para incentivar los proyectos forestales de plantaciones, y en esa misma línea, por su riqueza hídrica Colombia tiene gran perspectiva con la energía hidroeléctrica, pero se requiere más apoyo e iniciativa pública y privada para alcanzarlo", concluyó el investigador.