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Artes y Culturas

Colecciones Ancízar y Triana, Patrimonio Documental de la Unesco

  • Dos colecciones de la Universidad Nacional fueron reconocidas dentro del registro de la Memoria del Mundo de la Unesco. Foto: Juan David Tena

  • Ramón García Piment, jefe de la Oficina Nacional de Gestión y Patrimonio Documental de la U.N. Foto: Juan David Tena

  • La colección Ancízar incluye objetos personales. Foto: Juan David Tena

  • Dentro de la colección, existen objetos como un daguerrotipo. Foto: Juan David Tena

  • La Unesco consideró que eran Patrimonio Documental de Latinoamérica y el Caribe. Foto: Juan David Tena

  • La obra de José Jerónimo Triana también obtuvo el mismo reconocimiento.

Ambas colecciones, custodiadas por la Universidad Nacional de Colombia, entrarán a formar parte del registro de la Unesco en el programa Memoria del Mundo como Patrimonio Documental de Latinoamérica y el Caribe.

Dicho registro es un programa auspiciado por la Dirección Nacional de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco), a través del cual se busca rescatar y enaltecer el patrimonio documental que se encuentra alrededor del mundo.

"La mejor forma de rescatar este patrimonio documental es dándolo a conocer a través de registros que se incluyen en una base de datos", señala Ramón García Piment, jefe de la Oficina Nacional de Gestión y Patrimonio Documental de la U.N.

Hasta el momento solo tres archivos colombianos habían ingresado al registro de la Memoria del Mundo: la colección documental de Radio Sutatenza, el registro de negros y esclavos de caciques de Indias del Archivo General de la Nación, y la información de Patrimonio Regional de Antioquia y el Eje Cafetero de la Universidad Piloto de Medellín.

La colección Ancízar, que viajó por diversos lugares del mundo, se mantuvo intacta bajo el amparo de Isabel Ancízar, bisnieta del primer Rector de la U.N., quien durante casi 47 años la clasificó y custodió.

Pesa cerca de 25 kilos y consta de aproximadamente tres metros lineales de documentos muy variados y en su mayoría originales. Estos  representan una valiosa oportunidad investigativa para aquellos que buscan ahondar en temas en los que Ancízar tuvo presencia.

Se destacan textos sobre los primeros estudios sociológicos del país y sus ideas originales del proyecto de nación a través de la educación pública. También hay documentos para quienes buscan conocer más sobre las identidades políticas de otros personajes renombrados de esa época, con quienes Manuel Ancízar mantuvo correspondencia, como los presidentes Tomás Cipriano de Mosquera y José Hilario López.

Entre otros documentos se encuentran escritos de Manuel Ancízar (manuscritos, apuntes varios sobre filosofía y editoriales del Neogranadino, entre otros), así como correspondencia (recibida y enviada), cargos oficiales (actas con las que fue nombrado para diferentes puestos), leyes y decretos en su honor, y papeles personales (incluidos cronologías, temas familiares, datos genealógicos, planos de su casa, y otros).

Además, documentos que describen al Ancízar político, escritor, periodista y diplomático (principalmente biografías realizadas por otras personas).

También se encuentra la obra que inmortalizó a Manuel Ancízar, La peregrinación de Alpha, escrita durante la Comisión Corográfica. Según el profesor e historiador Efraín Sánchez, es una de las grandes producciones del siglo XIX considerada como estudio científico, sociológico y estadístico.

Manuel Ancízar, cofundador y primer Rector de la Universidad Nacional de Colombia en 1868, fue sin duda una de las figuras más notables e influyentes del siglo XIX. 

Dentro del patrimonio de José Jerónimo Triana se destaca la colección ubicada en el Herbario Nacional, conformada por ejemplares de especies nuevas descritas con base en sus colecciones.

A diferencia de la Expedición Botánica, que tuvo un ámbito geográfico muy reducido, en el centro del país, la de Triana fue recopilada por la Comisión Corográfica que recorrió todo el territorio; incluso en zonas muy difíciles como el  Chocó, la Costa Pacífica y las selvas.

A esta excursión se incorporó Triana en 1851 como jefe de botánica, labor que le permitió recopilar un extenso herbario.  Él mismo recopilaba las plantas, las prensaba, tomaba las notas, las etiquetaba y hacía los catálogos.

Además hizo dos copias: una de ellas se encuentra en la Academia, que fue la que entregó al Gobierno, junto con su herbario; y la otra, su copia personal llena de anotaciones, se conserva en el Museo Británico de Historia Natural de Londres.

Aparte de sus papeles personales y los apuntes del desarrollo de su vida familiar en Europa, tiene documentos  consulares y de sus gestiones como servidor público. Sin embargo, el fuerte es la parte científica, sus manuscritos y sus libros.

De esta manera se logró registrar este patrimonio específico que tiene la Universidad Nacional. "Logramos que por primera vez la Institución empiece a ser reconocida internacionalmente con personajes tan importantes como su primer Rector", concluye Ramón García Piment.