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Artes y Culturas

Cine comunitario forma ciudadanos desde la infancia

    El documental El Charquito, realizado por niños de esa vereda del municipio de Soacha, evidenció que el cine comunitario forma ciudadanos con apropiación territorial y con un alto empoderamiento, desde la mirada infantil, para ejercer sus derechos.

    Esta producción, del realizador de cine y televisión Luis Alexander Díaz Molina, magíster en Comunicación y Medios de la Universidad Nacional de Colombia (UNAL) Sede Bogotá, junto con la Corporación Universitaria Minuto de Dios y el Colectivo Suacha en Imágenes, buscaba evaluar las posibilidades de construir o fortalecer ciudadanía en la población infantil rural a partir del documental comunitario e interactivo.

    “Es fundamental que la sociedad reconozca que en la infancia hay un actor importante para construir nuestra sociedad y discutir nuestros problemas. Es un actor con el que no solemos contar, pero con puntos de vista muy importantes para nuestras discusiones públicas”, señala el magíster.

    Agrega que “esto se debe a que la ciudadanía desconoce a los niños. Aunque hay una transformación de lenguajes y de las formas de participación desde las comunidades, no se ha evaluado mucho qué pasa con la población infantil en participación y acceso a la toma de decisiones en la sociedad”.

    “A veces esperamos que un joven que cumple su mayoría de edad ya sea un ciudadano que participa, que está empoderado y que interactúa con la sociedad, cuando durante su infancia y adolescencia nunca lo hemos puesto en ejercicios de participación”.

    Documental en la vereda

    El proyecto, dirigido por el profesor Omar Gerardo Rincón Rodríguez, de la UNAL Sede Bogotá, trabajó con los habitantes de la vereda El Charquito, en Soacha, y con niños entre los 7 y 16 años.

    El propósito del realizador Díaz fue poner el documental interactivo al servicio de las comunidades en un proceso pedagógico en el que se les enseñaban herramientas de realización e investigación.

    El documental se realizó hace unos 5 años, y en este estudio se retoma para revisar de manera detallada una experiencia particular y determinar alcances, aprendizajes y limitaciones que se puedan replicar después en futuras experiencias.

    Para este estudio primero se generó un reencuentro de todos los participantes del proyecto. Por un lado, se reunió toda la documentación (audiovisual, gráfica y radiofónica) que se había producido: el documental interactivo, las grabaciones originales, piezas publicitarias, artículos publicados y el detrás de cámaras (una serie web que cuenta todo el proceso). Este fue parte del material analizado para reconstruir la experiencia.

    Por otro lado, se conformó un grupo focal que reunió a todos los participantes del proyecto: los niños que habían participado en su momento ahora estaban en una etapa universitaria o terminando el bachillerato.

    “Fue interesante ver el cambio y la percepción de ellos sobre el proceso en el que habían participado; también con los talleristas, que en ese momento me ayudaron en esta tarea. En una charla recordaron cómo había sido el paso a paso, hablando de aprendizajes y dificultades, deconstruyendo ese proceso” cuenta el realizador Díaz.

    También se realizaron entrevistas individuales con personas clave, las cuales permitieron encontrar elementos más relacionados con el diseño del proyecto y las gestiones administrativas. A partir de esta información, se analizó y contrastó el trabajo con unas categorías de análisis planteadas y se hizo un relato de sistematización tipo cuento, “porque también quería pensar en devolverles a los chicos esta sistematización, entonces lo quise hacer más a modo de relato”, comenta el magíster.

    Al final se encontró que los procesos de cine comunitario son una forma de brindar participación a las comunidades, de darles acceso a los medios y de influir en la esfera pública y en sus propias necesidades.

    En ese sentido, el cine comunitario promueve, de una forma muy efectiva, el derecho a la comunicación en poblaciones que normalmente están excluidas de los espacios de comunicación masiva, al tiempo que las empodera de sus procesos.

    Además, la naturaleza pedagógica del cine comunitario hace que tenga un gran potencial para promover la participación de la infancia, algo que difícilmente pasa en otros espacios comunicativos.

    Enlace del documental interactivo: www.elcharquitodocumentando.com