Con base en los datos presentados por el Instituto de Estudios Ambientales (IDEA) de la UN en Manizales en noviembre de 2008 (se registró un porcentaje de 200 mm de agua lluvia en tres días, cantidad equivalente a la lluvia promedio de un mes), se consolidó una investigación como referente de mejoramiento en las condiciones de diseño urbano frente al parámetro de la lluvia.
Dicha investigación se fundamenta en la información suministrada por la Red de Estaciones Meteorológicas, proyecto liderado desde el IDEA con el apoyo del Laboratorio de Hidráulica de la sede Manizales y la Oficina de Atención y Prevención de Desastres de Manizales (OMPAD).
Entre otros resultados, el trabajo, denominado Análisis de la variabilidad espacial y temporal de la precipitación en ciudades de media montaña andina,pretende ser un instrumento de apoyo para el estudio de la precipitación de lluvia.
"Las condiciones particulares en las cuales ocurre la precipitación en una ciudad de media montaña andina, como es el caso de Manizales, son de interés para el desarrollo de proyectos de gestión del riesgo, modelaciones hidrológicas muchos más acertadas y un mejor dimensionamiento de obras de infraestructura urbana en general", explicó Ana Cristina Cortés Cortés, ingeniera civil y estudiante de la Maestría en Medio Ambiente y Desarrollo de la UN en Manizales.
Asimismo, ha sido evidente que se pueden identificar algunas zonas homogéneas de variabilidad de la lluvia, como es el caso de las estaciones de El Carmen, Ingeominas, Hospital y Posgrados.
Estos análisis se encuentran en evaluación; sin embargo, la autora espera que "sea el preámbulo para el desarrollo de una próxima investigación donde se elaboren las curvas intensidad "duración" frecuencia de las lluvias por zonas, ya que estas son un parámetro fundamental para el diseño de obras de todo tipo, en las que siempre es necesario considerar este fenómeno".
Actualmente, la Red de Estaciones Meteorológicas cuenta con una cobertura a nivel urbano de una estación por 4 km2 de área, 8 variables monitoreadas, frecuencia de los datos recolectados cada 5 minutos y calidad de los registros históricos, además de la asesoría a ciudades como Pereira y Neiva, que han implementado redes de monitoreo ambiental.