Al finalizar este año tendrán que estar formulados los Planes Estratégicos Departamentales de Ciencia, Tecnología e Innovación (PEDCTI) de los departamentos de Amazonas, Guaviare, Guainía y Vaupés, bajo la coordinación de la Universidad Nacional de Colombia en Amazonia y como resultado de convocatorias públicas financiadas por Colciencias y el Banco Interamericano de Desarrollo (BID).
Estos emprendimientos se desarrollan en el marco de la implementación de la nueva Ley de Ciencia y Tecnología (aprobada en el año 2009) y de la transformación de Colciencias en un departamento administrativo de jerarquía superior a la que tenía anteriormente, cuyo objetivo es regir con mayor diligencia los destinos de la actividad científica en el país.
También se vinculan con la entrada en vigor de la ley que transformó el Sistema General de Regalías, que permite redistribuir entre los departamentos no productores de hidrocarburos y otros minerales, los recursos provenientes de esta explotación.
Esto hace que estos cuatro departamentos receptores sean privilegiados en términos presupuestales, pues se les destinará el 10% de las regalías para actividades de ciencia, tecnología e innovación (CTI), porcentaje que en el año 2012 ascendió a casi un billón de pesos.
Con esta política, el actual Gobierno pretende elevar sustancialmente el presupuesto destinado al sector para intentar disminuir la enorme brecha que separa a Colombia de otros países de la región, similares en cuanto a investigación científica y desarrollo tecnológico.
En las regiones apartadas de los centros del poder nacional, esta brecha es inconmensurable, específicamente en la Amazonia que, a pesar de su importancia estratégica pasada y presente, ha estado marginada históricamente de los beneficios del proceso de construcción de una nación moderna.
Con algunos logros parciales, puntuales y dispersos, la Amazonia colombiana soporta un descomunal rezago en materia de producción de conocimiento científico y de implementación tecnológica, cuyo inestimable costo es la perpetuación del atraso económico, el aislamiento físico con el resto de la nación y la discriminación por las condiciones de ilegalidad e informalidad en que se ven obligados a actuar muchos de sus pobladores para sobrevivir.
Por lo anterior, la existencia de una política de CTI que incluya a esta región y de recursos que puedan apalancarla constituye una oportunidad que no puede desperdiciarse a pesar de sus eventuales riesgos. La formulación de los PEDCTI, pero sobre todo su puesta en práctica, constituye uno de los principales instrumentos que podrían ayudar a materializar esa opción.
Desde y para la Amazonia
Entre los principales retos al elaborar los planes estratégicos en CTI para los departamentos amazónicos, se encuentra el tener en cuenta las necesidades, particularidades y las potencialidades de la región, como fundamento para construir una propuesta endógena viable.
Proteger y conservar los ecosistemas naturales, revalorizar el papel de los descendientes de las sociedades originarias y sus culturas (que incluye visibilizarlos y articular sus sistemas de conocimiento) y guiar las propuestas en CTI tendientes a promover el desarrollo económico y la integración regional deben formar parte de los principios orientadores y de las acciones de los planes de estos departamentos.
Estas estrategias, a pesar de ser departamentales, deben tener una dimensión regional y transfronteriza, no solo por la similitud de los problemas y características socioambientales, culturales y políticas de toda la Amazonia, sino por la necesidad de promover y consolidar la cooperación y la integración fronteriza con Brasil.
Es prioritaria la integración de los departamentos amazónicos entre sí y con el resto del país. Por tanto, no es aconsejable que cada uno multiplique sus esfuerzos en materia de CTI, en lugar de complementarse con sus vecinos. Desafortunadamente, la organización territorial definida en los Órganos Colegiados de Administración y Decisión (OCADS), como instancia de aprobación de asignación de los recursos (modificada en varias ocasiones), no parece estar diseñada para facilitar la convergencia, la cooperación y la integración entre los entes territoriales.
Otro asunto que afrontan los PEDCTI se relaciona con la necesidad de articulación con los demás planes y programas que los departamentos y municipios vienen aprobando e implementando recientemente y que contienen propuestas relacionadas con CTI. Algunos de estos, como los planes de desarrollo departamental y municipal, ya empiezan a ejecutarse, por lo que se requiere de un importante esfuerzo para poner a tono el Plan de CTI con las iniciativas que ya están en marcha.
De otro lado, gran parte de los recursos asignados para CTI en estos cuatro departamentos en el periodo 2012-2013 (que podrían superar los cincuenta mil millones de pesos) no han podido ejecutarse. Esto se debe a las dificultades para usar los planes como herramienta idónea para orientar las acciones en CTI en el nivel departamental, a la inexistencia de proyectos formulados con la metodología exigida para su aprobación y financiación o a que los proyectos (en los casos de Guaviare, Guainía y Vaupés) apenas están en proceso de finalización.
Además, también se da el caso de recursos comprometidos hasta el año 2014 en proyectos de CTI que ni siquiera están esbozados en los planes en construcción o que no han sido debidamente avalados por los Consejos Departamentales de Ciencia, Tecnología e Innovación (CODECTI). Como se sabe, estas instancias no tienen carácter vinculante, lo que permite la injerencia indebida de sectores políticos del ámbito departamental, que pueden aprobar propuestas de dudosa pertinencia académica y científica.
Mediando la superación de todos estos inconvenientes, los
PEDCTI se proyectan como el mejor instrumento endógeno con el que cuenta la región amazónica para generar dinámicas de creación científica y tecnológica, útiles para un desarrollo económico sustentable, durable y acorde con las necesidades y potencialidades de la Amazonia y de su gente.