¿Está de trasteo? Entonces, empaque sus maletas, aliste sus muebles, desmonte su casa y suba todo a un camión. ¿Desarmar la casa? Así como suena. Se trata de un novedoso modelo que les permite a las personas ensamblar y desensamblar sus viviendas como si se tratara de un juego de bloques de lego.
Esa es la invención del profesor Alfonso Oliveros Villar, arquitecto de la Universidad Nacional de Colombia en Medellín, que diseñó un práctico esquema de obra civil que ahorra mano de obra, tiempo de ejecución y unos cuantos clavos, pues se trata de paneles de madera que se arman de forma similar a un rompecabezas.
El creador asegura que es una idea sin antecedentes en el país y que cumple con altos estándares de calidad, pues la edificación es sismorresistente gracias a la utilización de tablones especiales resistentes el deterioro.
Nace la idea
Hace ocho años, el investigador, jubilado de la Facultad de Arquitectura, creyó posible popularizar el uso de la madera para construir viviendas. Si bien este material es muy usado para ciertos acabados (por ejemplo, para las puertas y el soporte de los techos), no lo es para la estructura completa de la obra.
Es evidente que Colombia tiene un déficit habitacional grande (solo el 42,6% de los hogares eran propietarios en el año 2011, DANE) y que el costo de los materiales es uno de los grandes factores limitantes. Pero los cultivos de bosques maderables ofrecen una fuente de material más económica.
El profesor Oliveros aclara que su innovación, patentada como invento único en su especie, "es un sistema de prefabricados desarmables, a modo de mecano, constituido por paneles de estructura de madera aserrada y forrada con materiales livianos".
La técnica ya se ha usado en cerca de quinientos diseños de casas, colegios, bodegas y casetas. Y podría popularizarse más, pues no solo constituye una alternativa rentable, sino también estética.
Madera duradera
Miriam de Jesús Chavarría Palacio vivió, hasta hace ocho años, un calvario; pues su "ranchito" "como ella lo llama", aunque era de ladrillo, no resistía los embates de una quebrada que constantemente se crecía y causaba estragos en el terreno de invasión al que tuvo que llegar con sus nueve familiares.
Recuerda: "Éramos dos familias a las cuales se nos inundaba la casa. Nos reubicamos dentro del mismo lote e instalamos la vivienda desarmable, que es más cómoda, segura y fina".
Y es que las bondades señaladas por la señora Chavarría van más allá, pues el proceso de fabricación de los paneles cuenta con rigor tecnológico. El profesor Oliveros lo describe: "se extrae la madera; se corta en piezas específicas; estas se secan en unos hornos, para extraerles la humedad; y se les aplican sales especiales que sirven para inmunizarlas ante agentes atmosféricos y degradables (como hongos, polillas y comejenes) que arruinan el material".
Otra de las ventajas de la propuesta es que aprovecha árboles no nativos, sembrados hace más de treinta años, que pueden reforestarse permanentemente. Son los mismos que se utilizan para producir papel, pero ahora pueden tener otro uso.
Según el investigador, la alternativa le apuesta al cuidado ambiental, por cuanto estas casas minimizan las emisiones contaminantes que se pueden presentar en los sistemas de construcción tradicionales. Por ejemplo, se reduce el uso de materiales como el cemento y los ladrillos, que usan recursos naturales irrecuperables.
Una solución viable
Como la familia Chavarría Palacio, muchas otras podrían acceder a una vivienda de unos 40 metros cuadrados, con servicios públicos instalados y una armazón que cuesta unos 28 millones de pesos.
En la actualidad, Antioquia posee cerca de 300 mil hectáreas de árboles no nativos que no se aprovechan de modo óptimo. En países como Chile, en donde hay una cultura de construcción en madera más desarrollada, existen tres millones de áreas forestales. Allá este recurso es muy utilizado dadas las condiciones de peligrosidad telúrica.
El inventor de la UN considera que en Colombia también se podría ahondar en ese aspecto para evitar tragedias relacionadas con temblores, sobre todo en regiones del occidente colombiano. "La madera es un material sismoelástico que se adapta muy bien a los movimientos de la tierra. Además, no ocasiona conductividad de electricidad y evita posibles descargas de voltaje".
Otra ventaja es que es un material térmico que se climatiza según las variaciones de calor o frío de la región en donde se edifique, lo que redunda en una gran comodidad para los ocupantes.
La idea, patentada ante la Superintendencia de Industria y Comercio, es el resultado de años de experiencia del profesor Oliveros, que considera que la arquitectura en el país debe responder a los problemas que plantea la pobreza, el cambio climático y el cuidado de la naturaleza.