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Política y Sociedad

Carga del cuidado sigue recayendo sobre las mujeres

    Que los hombres reconozcan los trabajos de cuidado como tal, y las habilidades que poseen para hacerlos, no asegura que haya una redistribución justa de estas tareas. Un estudio diagnóstico presentado hoy en la Universidad Nacional de Colombia (UNAL) por el Ministerio de Igualdad y Equidad, el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y la Organización Estudio Plural, evidenció que de 3.931 encuestados, el 68 % de las mujeres y el 64 % de los hombres mantienen la creencia de que el cuidado es una característica instintiva de las mujeres. Estos resultados aportarán al desarrollo de políticas públicas en el marco del Sistema Nacional de Cuidado.

    En 2023 Colombia dio un paso histórico al crear el Ministerio de Igualdad y Equidad, entidad encargada –entre otras actividades– de desarrollar e implementar el Sistema Nacional de Cuidado, dirigido a reconocer, redistribuir y aliviar la carga del trabajo de cuidado, tradicionalmente asumida por las mujeres.

    Se estima que en Colombia las mujeres destinan en promedio 3,5 horas más que los hombres a labores domésticas como cocinar, hacer aseo y cuidar a una segunda persona, ya sea niño, adulto mayor o alguien más que requiere cuidados especiales.

    Durante el evento “Hacia la construcción de un Sistema Nacional de Cuidado”, realizado hoy en la UNAL, la viceministra de Poblaciones y Territorios Excluidos y Superación de la Pobreza, Luz María Múnera, manifestó que “la visión del cuidado que tiene esta cartera es distinta: quiere ser integral, no quiere referirse solo a hombres y mujeres de nuestro país que necesitan del cuidado, sino que quiere poner un énfasis en los cuidadores y las cuidadoras”.

    Como parte de la Política Pública Nacional de Cuidado que se ha venido gestando, se creó el Consejo Nacional de Política Económica y Social (Conpes), enriquecido por estudios que abordan la demanda y oferta de cuidado, el cambio cultural y los cuidados comunitarios, entre otros temas relevantes.

    Uno de estos estudios fue presentado hoy en la UNAL en el marco de los 30 años de la Escuela de Estudios de Género, que ha realizado un gran aporte en esta materia. En él se hizo un diagnóstico sobre los factores culturales y comportamentales que dan pistas sobre la distribución inequitativa que hay en los trabajos de cuidado en Colombia.

    La profesora Lorena Chaparro, vicerrectora de la Sede Bogotá, reiteró que “la UNAL extiende sus brazos para acoger el Sistema Nacional de Cuidado a partir de los aportes investigativos que demuestran la necesidad de visibilizar el cuidado, empoderar a quienes lo ejercen y formular una hoja de ruta por su dignificación”.

    El cuidado a fondo

    El estudio abarcó diversas regiones del país, combinando metodologías cuantitativas y cualitativas para identificar las raíces del problema. Para ello se realizó un sondeo en unos 77 municipios del país, divididos en 3 categorías según el número de habitantes, así: más de 1 millón, entre 200.000 y 1 millón, y menos de 200.000.

    En estos territorios se aplicó una encuesta digital y se contabilizaron unas 3.931 válidas. A través de ellas se recopilaron datos cruciales sobre la percepción y participación de hombres y mujeres en los quehaceres del hogar, además de la forma en que suelen distribuirlos.

    Después se adelantó un trabajo con metodología cualitativa en 5 regiones del país: Tumaco (Pacífico), San Basilio de Palenque (Caribe), San José del Guaviare (Orinoquia), el Resguardo Indígena Siona (Amazonia), y Caucasia (Bajo Cauca antioqueño), en cada una de las cuales se hizo un despliegue de una semana para que los investigadores tuvieron acercamientos con la población.

    “Implementamos grupos focales para rastrear la norma social, hicimos cartografías sociales de narrativas para entender cómo representa la población ciertas emociones y cómo era la relación con el espacio, además de mapas de experiencia que permitían entender cómo era la cotidianidad y la distribución de los trabajos de cuidado de las personas que participaron en la encuesta”, precisó Santiago Espitia, de la Organización Estudio Plural.

    Los primeros resultados arrojaron que, de las 3.931 encuestas, el 90 % de las mujeres y el 84 % de los hombres estaban de acuerdo con que “quedarse en la casa haciendo oficio y encargarse de los miembros del hogar es trabajar”. Particularmente en el Resguardo Indígena Siona, aunque lo reconocen como tal, creen que es algo exclusivo de las mujeres.

    En el reconocimiento de la sobrecarga que tienen las mujeres al realizar estas tareas, el 53 % de los hombres afirmó que los trabajos del cuidado “son fáciles”. Según los investigadores, la mayoría de ellos no se encargan de los trabajos de cuidado.

    Otro punto de gran relevancia fue la división de tareas. En San Basilio de Palenque se identificó que los hombres sí participan en los trabajos de cuidado, aunque de formas muy puntuales.

    Según María Fernanda Cepeda, de la Organización Estudio Plural, “en el marco del palenquerismo las mujeres salen por 3 meses a ciudades como Cartagena a vender dulces típicos y otros productos, y en ese tiempo los hombres quedan a cargo del hogar, pero con una mujer sustituta que queda al tanto de cualquier necesidad”.

    El estudio también reportó que el 60 % de los hombres y el 54 % de las mujeres manifestaron que las responsabilidades de los oficios se dividen. Sin embargo esto ocurre especialmente cuando la mujer no está, se enferma o se va de la casa, es decir de forma temporal.

    La lectura que hacen los expertos es que, aunque sí hay un desarrollo en los trabajos de cuidado, la noción de esta labor se sigue asociando a la responsabilidad de la mujer; además, aunque se reconoce que hay una sobrecarga, las personas no suelen considerar prioritaria la redistribución.