La felicidad de los maestros impacta en la excelencia educativa ¿por qué?
El estudio realizado por Pablo Andrés Erazo Muñoz, doctor en Administración de la Universidad Nacional de Colombia (UNAL) Sede Manizales, concluyó que a medida que aumenta la felicidad eudaimónica de los docentes se observan mejoras en las calificaciones de los estudiantes en las pruebas SABER 11, que evalúan áreas clave como lectura crítica, matemáticas y ciencias naturales.
“Los resultados revelaron que los docentes felices en sus trabajos tienden a desempeñarse mejor en sus roles, lo que a su vez beneficia a sus estudiantes”, destaca el investigador, cuyo trabajo doctoral fue laureado.
Por ejemplo, los maestros más felices con su trabajo logran un desempeño general más alto y se involucran más allá de sus obligaciones, lo que se traduce en un ambiente de aprendizaje más positivo y efectivo. El estudio del doctor Erazo se enfocó en la situación de los docentes, un grupo que enfrenta desafíos como el síndrome de burnout o de desgaste profesional, que puede afectar su bienestar y desempeño.
Para la investigación, primero se encuestaron 388 docentes de diferentes niveles de enseñanza, después a 510 docentes oficiales de básica y media pertenecientes a 81 instituciones educativas en 19 municipios de Caldas, y luego se validaron nuevamente en 548 docentes de formación técnica, pertenecientes a 112 centros de educación distribuidos en 29 departamentos del país, y hubo consistencia en los resultados.
“Nos sorprendió la consistencia del modelo en poblaciones tan diversas. A pesar de las diferencias culturales y de contexto, el modelo funcionó de la misma manera en todas las regiones. Esto confirma que realmente logramos explicar cómo la felicidad en el trabajo de los maestros puede mejorar su desempeño laboral”, anota el experto.
Para el estudio se creó una herramienta basada en aspectos como la autonomía, las relaciones positivas y el propósito en el trabajo, la cual incluyó preguntas específicas para evaluar diferentes dimensiones del bienestar laboral.
Para el estudio se creó una herramienta basada en aspectos como la autonomía, las relaciones positivas, el propósito y el crecimiento en el trabajo, la cual incluyó preguntas específicas para evaluar diferentes dimensiones de la felicidad laboral. Por ejemplo, se les preguntó a los docentes si sienten que su trabajo ayuda a hacer del mundo un lugar mejor, lo que permitió identificar si se sienten realizados en sus tareas diarias.
También se indagó sobre el liderazgo de sus directivos y el apoyo recibido por sus compañeros de trabajo, aspectos clave que pueden influir en su felicidad general en el entorno laboral.
Además, se elaboró un software que les permitió a los docentes conocer sus niveles de felicidad y recibir recomendaciones para su mejoramiento. Dicho programa informático proporcionó un diagnóstico emocional basado en sus respuestas a preguntas como: ¿Puedo confiar en los compañeros de trabajo? o ¿Tengo oportunidades para aprender y crecer en el trabajo?
El estudio destacó la importancia de los recursos laborales en la felicidad de los docentes. Un buen liderazgo de los directores, que incluya retroalimentación, reconocimiento y apoyo, ayuda a los maestros a sentirse más satisfechos en su trabajo. De igual forma, el apoyo social –como la colaboración entre colegas y la conciliación de la vida laboral y familiar– contribuye a una mayor felicidad.
Los resultados sugirieron que si las Secretarías de Educación y los directores escolares se enfocaran en fortalecer estos recursos, la felicidad de los docentes mejoraría en los entornos laborales. Esto a su vez se reflejaría en un mejor rendimiento académico de los estudiantes.
El investigador Erazo señaló que muchas organizaciones malinterpretan el bienestar de los trabajadores: “a menudo piensan que realizar fiestas o dar regalos es suficiente para mejorar la satisfacción laboral, sin embargo este enfoque no aborda la verdadera naturaleza de la felicidad en el trabajo”. Además, resalta que es crucial adoptar medidas más efectivas para asegurar el bienestar de los docentes.
El instrumento incluyó elementos que invitaron a los educadores a reflexionar sobre su propósito en el trabajo, con afirmaciones como “mi trabajo tiene un impacto positivo en el mundo” y “mi trabajo contribuye a mi crecimiento personal”. Este enfoque buscó no solo medir la felicidad eudaimónica, sino también promover una reflexión sobre el bienestar emocional y profesional de los docentes.
Los hallazgos de este estudio son relevantes no solo para Colombia sino también para otros países. La felicidad de los maestros no solo mejora su desempeño, sino que también contribuye a un ambiente educativo más saludable y productivo. Con estos resultados se abre la puerta a un enfoque innovador para mejorar la educación en el país, centrándose en la felicidad eudaimónica de los docentes como un camino hacia la excelencia educativa.