Arios, hispanos, africanos, orientales: ¡todos humanos pero en diversas versiones físicas esculpidas por el ambiente! Allá, en lo más profundo de nuestra esencia, en las moléculas, también estamos influenciados por las condiciones externas.
Investigaciones en farmacogenética del cáncer, realizadas por expertos de la Universidad Nacional de Colombia, constataron que los grupos humanos son diversos hasta en las características químicas de las moléculas que contienen los genes (conocidas como biomoléculas).
Al menos así lo evidenciaron al estudiar la actividad química del cáncer de pulmón entre pacientes colombianos y norteamericanos.
Cuando algunas biomoléculas, empleadas para estudiar el porqué de la diferencia entre genes, sus rasgos o características particulares coinciden, por ejemplo, en su peso o en su actividad química, constituyen un marcador molecular.
Precisamente, a partir del estudio y comparación de marcadores moleculares epigenéticos, los investigadores de la UN concluyeron una absoluta diferencia en la forma como se expresa esta patología en los dos grupos estudiados.
La epigenética se asemeja a un software o programa computacional que permite leer la información contenida en el disco duro de nuestro ADN. Para utilizar una comparación del científico alemán Jörn Walter, de la Universidad de Saarland, esta disciplina cuestiona e intenta resolver por qué un gen se apaga en una persona y se activa en otra.
Según el profesor Fabio Ancízar Aristizábal, líder del Grupo de Farmacogenética del Cáncer, se pensaba que a ese nivel de detalle molecular las diferencias entre personas de diversos grupos humanos eran mínimas. Por tanto, se podían realizar estudios globales a partir de muestras diversas, para así, por ejemplo, detectar el estado del cáncer y plantear terapias generales.
La diferencia se hizo irrefutable cuando, con la ayuda de modernas herramientas informáticas (bioinformática), se identificaron marcadores que al evaluarlos en muestras de cáncer de pulmón de colombianos, tenían poco que ver con las muestras de pacientes de Nuevo México.
La actividad química de las moléculas coincidía muy poco. El profesor Aristizábal asegura que hay un largo trecho por recorrer para entender por completo lo que implican esas diferencias.
El camino
Lo que empezó como un estudio de revisión acercó a los investigadores del Departamento de Farmacia a otros grupos del mundo que desarrollan tecnología de punta en el área de la bioinformática, incipiente en Colombia.
Aunque el tema de la tecnología molecular es una de las fortalezas de los profesionales de la UN, aún necesitan acceder a bases de datos sofisticadas que les permitan contrastar sus resultados con la abundante información que existe sobre el tema. Ello ha tenido límites, pero en la medida en que han producido resultados científicos relevantes, las puertas de acceso a dichas tecnologías se han empezado a abrir.
Precisamente, durante la búsqueda de contactos, un estudiante de doctorado logró ir a Los Ángeles (EE. UU.) y llevar las muestras de cáncer de pulmón, con el objetivo de analizarlas junto a grupos avanzados en lectura epigenética. Así, se podrían construir perfiles de metilación, es decir, de la modificación química que sufre el ADN.
El profesor Aristizábal señala que la metilación es uno de los múltiples factores que regulan la expresión de un gen determinado. De forma global se puede afirmar que un gen muy metilado (sobreexpuesto a ciertas características químicas) por lo general se expresa menos o no se expresa.
"En fenómenos como el cáncer se ha descrito, sin entenderse todavía cómo, que hay una cantidad de genes que son metilados de manera agresiva. Lo que consigue la célula neoplásica (cancerígena) es que se silencien genes cruciales para el control celular", explica el científico.
Blanco farmacéutico
El interés de los investigadores es saber qué factores químicos hacen que los genes se prendan, se apaguen o se sobreexpresen. Al conocer esas "convulsiones" químicas que sufre el gen, se podrían crear mecanismos novedosos de diagnóstico del cáncer, así como encontrar alternativas terapéuticas que puedan regular tal función química.
Pero, ¿para qué meterse en el complejo mundo de la epigenética si ya existen métodos de diagnóstico como la biopsia? Aristizábal responde: "Estos marcadores permiten pensar en la opción de detectar enfermedades de este tipo sobre fluidos como la sangre o la saliva, sin necesidad de recurrir a este método".
En el caso específico del cáncer de pulmón, el diagnóstico se convierte en un cuello de botella porque no es fácil tomar muestras de ese tejido. Se usa la resonancia magnética o los rayos X, métodos aún inciertos que de todas formas pueden terminar en biopsia. Pero, "el paciente preferiría que no se tomara y mejor se recurriera a su saliva o sangre para estudiar en estas los marcadores moleculares".
Mientras en países desarrollados los avances tecnológicos y el entendimiento de la bioinformática permiten tener un conocimiento profundo de las características epigenéticas de sus habitantes, en países como Colombia apenas se dan los primeros pasos.
"Esto se convierte en un problema, ya que estudios sobre formas de diagnóstico que fueron desarrolladas en un país se estandarizan para todo el planeta sin tener en cuenta las características propias de cada población", explica el profesor Aristizábal, quien desarrolla la investigación en el Departamento de Farmacia y el Instituto de Biotecnología de la UN.
Empieza la tarea
Descubrir que los marcadores moleculares de cáncer de pulmón de colombianos y estadounidenses son bastante diferentes entre sí, debido muy posiblemente a la calidad de vida de cada país, plantea la necesidad de que aquí se investigue más.
Es necesario profundizar en las particularidades epigenéticas de los colombianos para saber por qué ciertas enfermedades son más prevalentes que otras. El Grupo de Farmacogenética del Cáncer comienza a mostrar frutos en ese sentido.
Las puertas de laboratorios de prestigio mundial ya se abrieron para estudiantes colombianos de doctorado que quieran acceder a grandes plataformas técnicas y bioinformáticas. Por ejemplo, en Alemania y España se adelantan proyectos con muestras colombianas de cáncer de cuello uterino y de pulmón, respectivamente.
"Es importante que generemos información molecular concertada y continua con otros grupos fuertes del mundo, y no a pedacitos, como venía sucediendo", concluye el profesor Aristizábal.
Sedes