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Medioambiente

Caña de azúcar destruye importante humedal de Palmira

  • Los agroquímicos utilizados en el cultivo de caña están impactando la calidad del agua. Fotos: Archivo particular

  • El humedal Timbique, localizado en el corregimiento de El Bolo (municipio de Palmira, Valle del Cauca), tiene una extensión de 6,3 kilómetros y es una fuente importante para la agricultura de la región.

Los riegos, drenajes y agroquímicos utilizados en cultivos de caña, así como las malas prácticas agrícolas domésticas, están convirtiendo el humedal Timbique en un caño de aguas negras. Expertos advierten el riesgo al que se exponen cerca de 5 mil personas que viven en sus alrededores.

Humedales Interiores en Colombia (PNH), del Ministerio del Medio Ambiente, el país cuenta con cerca de 20 mil hectáreas de estos ecosistemas representados por ciénagas, pantanos, lagunas y bosques anegados, capaces de controlar inundaciones y abastecer de agua a las comunidades cercanas. No obstante, solo el 3,9% están protegidos.

Paradójicamente, el mismo informe señala que "los humedales son los ecosistemas más amenazados por actividades antrópicas (realizadas por el hombre), y presentan fuertes procesos de deterioro por factores como la agricultura intensiva, la urbanización, la contaminación y otras formas de intervención en el sistema ecológico".

Tal es el caso del humedal Timbique, cuyos 6,3 kilómetros de extensión abastecen la agricultura que desarrollan los cerca de cinco mil habitantes de los corregimientos de El Bolo la Italia, San Isidro y Arizal, en el Valle del Cauca, y que según una investigación del Instituto de Estudios Ambientales (IDEA) de la Universidad Nacional de Colombia en Palmira, está amenazado severamente por la contaminación directa y difusa que provoca el inadecuado uso del suelo en actividades agrícolas y pecuarias.

Contaminación por caña

El estudio, adelantado por el ingeniero ambiental Jorge Alexánder Santacruz, encontró que la labor que más afecta a este ecosistema es el cultivo de caña de azúcar, ya que los agroquímicos que se aplican para el control de malezas llegan por infiltración a los acuíferos e impactan la calidad hídrica, causando efectos nocivos para el medio.

"El humedal Timbique está sufriendo un proceso acelerado de eutrofización, esto quiere decir que las malas prácticas de las siembras azucareras le están aportando una abundancia anormal de nutrientes al ecosistema (como el amoniaco), disminuyendo la disponibilidad del oxígeno que le da vida a la fauna", precisa Santacruz.

Advierte que, tanto la aplicación manual de agroquímicos como la aspersión aérea de pesticidas para combatir las plagas y acelerar los procesos de maduración de la caña han afectado a tortugas y aves típicas de la región, como la carau y la garza real, entre otros animales, al punto de provocar su muerte.

El uso de vinaza, desecho más contaminante de la destilación de alcohol carburante, es otro de los problemas que enfrenta el humedal, pues según el investigador, algunos ingenios azucareros destinan un pequeño porcentaje de este subproducto de la caña para  tratarlo y elaborar compostaje. El resto lo aplican directamente en los campos como acondicionador de suelos, descargando altas cantidades de materia orgánica (sobre todo alcohol) en la zona. A esto se suma la emisión de CO2 al ambiente provocada por la quema y tala de la planta.

De ecosistema a caño

Muestreos realizados entre septiembre y octubre del 2009 por la Corporación Autónoma Regional del Valle del Cauca (CVC) "que apoyó la investigación del IDEA" evidenciaron en Timbique altos niveles de nitrógeno que varían entre 2,54 y 3,55 mg/l. La presencia de este gas en el agua del humedal se debe básicamente a los materiales orgánicos (excrementos) provenientes del vertimiento de aguas residuales domiciliarias y al lavado de cocheras de las fincas aledañas.

La descomposición bacteriana del material orgánico tanto de origen vegetal como animal produce amoniaco, compuesto químico altamente tóxico para los peces y un gran contaminante del agua y los suelos empleados por la comunidad para sus prácticas agroecológicas.

En efecto, el estudio comprobó un excesivo crecimiento de plantas como el "buchón de agua" y la "lechuguilla", creados por la abundancia de nutrientes del material orgánico desechado allí, que no permiten que los rayos del sol penetren. Este fenómeno afecta los procesos fotosintéticos y da vida a organismos que no requieren de oxígeno para vivir, por ejemplo las bacterias anaerobias y algunos macroinvertebrados como Odonatos, Ephimeras, Dípteros y Hemípteros, presentes siempre en aguas contaminadas.

El director del IDEA en Palmira, Joel Tupac Otero, subraya que estas condiciones convierten el humedal en un caño de aguas negras amenazante para la salud de la comunidad. "De no tratarse urgentemente, pronto tendremos un foco para el aumento de enfermedades, el crecimiento de vectores, malos olores y contaminación de acuíferos", enfatiza.

Oídos sordos

Para recuperar el humedal, la investigación del IDEA propone delimitar su área de protección con el fin de hacer constantes análisis físico-químicos, evaluar la calidad del agua mediante la inyección mecánica de aire, hacer un manejo adecuado de sedimentos del lecho y crear zanjas perimetrales que atajen el material orgánico.

La PNH, por su parte, señala que las Corporaciones Autónomas Regionales y las Corporaciones de Desarrollo Sostenible deben diseñar y desarrollar programas de conservación de ecosistemas de humedales y especies amenazadas y/o en vía de extinción, para asegurar su sostenibilidad.

A pesar de que en esta investigación participó la CVC, hasta el momento la entidad no ha puesto en marcha ninguna de las propuestas planteadas para el rescate del humedal. Así, "el estudio quedó en el pasado y el humedal en el olvido", termina el director del IDEA.