Camillero asistencial evita caídas de pacientes

El camillero fue diseñado por estudiantes de las facultades de Enfermería e Ingeniería de la Universidad Nacional de Colombia (U.N.), en su búsqueda de una herramienta segura para transportar adecuadamente pacientes que tengan comprometida la movilidad de su cuerpo y evitar sobreesfuerzos en el personal de enfermería.

Según explica Felipe Triana, estudiante de Ingeniería Mecatrónica de la U.N., en la revisión de información encontraron que el riesgo a que ocurran caídas es mayor por la vulnerabilidad de los pacientes con limitaciones motoras, y puede tener consecuencias como traumas en tejidos blandos, craneoencefálicos, en el tórax, fracturas y traumas genitales, entre otros.

Por otro lado, no es apropiado que el personal de salud levante más del 30 % de su peso corporal, ya que al hacer mal uso de la fuerza aumenta la posibilidad de provocar hernias o lesiones lumbares.

El diseño del camillero incluye la estructura de una grúa electrohidráulica que le permite al enfermero o a los familiares trasladar fácilmente al paciente de un lado a otro disminuyendo los riesgos tanto para este como para el operario.

Cuenta con un brazo mecánico de alrededor de 1,60 m de alto que maneja cuatro grados de libertad, es decir la capacidad de movimiento que tiene cualquier objeto en un espacio.

El primer grado de libertad permite hacer movimientos de traslación, es decir hacia adelante y hacia atrás; el segundo hacia arriba y hacia abajo; el tercero permite que el brazo también se mueva hacia los lados y, el último, que pueda rotar en su mismo eje para poner a la persona de cabeza, hacia los pies y viceversa.

Al final del brazo mecánico estaría un gancho adecuado a una especie de silla con un arnés ajustable, para que el paciente sea transportado de forma segura. En la parte inferior cuenta con dos soportes mecánicos que pueden meterse debajo de la camilla para que el gancho quede exactamente arriba del paciente.

"Luego se bajaría el brazo mecánico hasta un punto donde el operario vea que es factible colocar el arnés al paciente para levantarlo y ajustarlo. Posteriormente se podría iniciar el traslado movilizando la máquina por medio de mandos proporcionales", detalló el estudiante Triana.

Este proyecto requirió del trabajo interdisciplinar de estudiantes de la Facultad de Enfermería: Angie Paola Romero y Rafael Arciniegas, y del Departamento de Ingeniería Mecánica y Mecatrónica: Juan Pablo Cárdenas, Ricardo Narváez y German Beltrán.

Otra de sus ventajas es que se podría usar tanto en ambientes hospitalarios como no hospitalarios, para hacer traslados de pacientes entre sillas, camas o camillas, y maniobras de cambio de posición necesarias para evitar la aparición de úlceras generadas por no cambiar constantemente la posición del paciente, ya que los huesos ejercen presión contra la piel.

El objetivo es que la herramienta tenga una capacidad de hasta 500 kilogramos y cuente con los objetos necesarios para pesar al paciente durante el traslado, para realizar la dosificación nutricional y de medicamentos acordes con su peso real.

Los espacios en los que se podría utilizar varían desde la unidad de cuidados intensivos, unidad de cuidados intermedios o especiales, hospitalización, salas de recuperación, neurología, ortopedia, quirófanos, fisioterapia, radiología, hasta cuidados en el hogar, entre otros.

Por último, las baterías recargables serían la fuente de energía de la máquina para realizar los movimientos, lo que permite recargarlas fácilmente mediante cables conectados directamente a una fuente eléctrica o alterna.