Cama, escritorio y comedor ¡en un mismo mueble! facilitan trabajo remoto en casa
El mueble es un aliado del trabajo remoto, como lo muestra la investigación que hace 3 propuestas y busca que las funciones de este objeto aumenten. Foto: Ina Fassbender – AFP.
Las propuestas tienen en cuenta los distintos horarios y tareas que maneja cada integrante de la familia. Foto: Silvia Juliana Rodríguez Rivera, magíster en Arquitectura de la Vivienda de la UNAL.
Planos de elaboración de los espacios en el software de diseño AutoCAD 3D. Foto: Silvia Juliana Rodríguez Rivera, magíster en Arquitectura de la Vivienda de la UNAL.
En Colombia el trabajo remoto es una realidad que ha ido aumentando incluso después de la pandemia. Foto: archivo Unimedios.
Silvia Juliana Rodríguez Rivera, magíster en Arquitectura de la Vivienda de la UNAL. Foto: Silvia Juliana Rodríguez Rivera, magíster en Arquitectura de la Vivienda de la UNAL
La Federación Colombiana de Gestión Humana (Acrip) encontró que más del 80 % de empresas en Colombia siguen implementando el trabajo remoto al menos un día a la semana, incluso después de las restricciones impuestas por la emergencia sanitaria provocada por la pandemia de COVID-19, que encerró a las personas en sus hogares y las obligó a realizar todas sus actividades desde ahí, entre ellas trabajar. Por esta razón sigue siendo crucial pensar en la comodidad y practicidad de estos espacios.
Silvia Juliana Rodríguez Rivera, magíster en Arquitectura de la Vivienda de la Universidad Nacional de Colombia (UNAL), diseñó 3 tipos de mueble que prometen ser un alivio para las distintas familias que pasan gran parte de su día en casa, ya sea trabajando, estudiando o haciendo otras actividades, y que le apuestan a tener muebles multifuncionales.
El primer mueble se denomina “camaleón”, tiene 2,20 m de alto, 2,24 m de ancho y 47 cm de profundidad, y, como su nombre lo indica, se camufla entre distintas tareas, ya que no solo es un armario sencillo, sino que además tiene dos camas individuales que se despliegan y se pueden convertir en una; dos superficies que funcionan como mesa o escritorio para trabajar o como comedor, y otra que funciona como mesa de noche; además, un espacio para almacenar ropa y poner repisas y paneles de aislamiento acústico para que las personas puedan concentrarse durante el día.
El segundo mueble se llama “gecko” –haciendo referencia al pequeño réptil que cambia de colores– y es similar al primero, solo que no trae camas; al igual que el primero, este se instala con rieles en el piso y el techo para que sea fácil moverlos según las necesidades de los usuarios.
El tercero, llamado “búho”, puede variar su tamaño según el lugar donde se quiera poner.
La magíster considera que “uno de los grandes problemas de los apartamentos actuales son los muros divisorios, que etiquetan cada habitación o espacio del apartamento como un lugar para determinada actividad; sin embargo, esto hace que los habitantes deban ajustarse a lo construido, y no al revés”.
Este problema se evidenció en el estudio de apartamentos de al menos 13 constructoras que funcionan en la localidad de Usaquén y que ofrecen apartamentos tanto de interés social (estratos 2 y 3) como de estratos 4, 5 y 6. En el enfoque de estas constructoras prima el modelo tradicional de construcción, en el que la familia sigue yendo a trabajar y estudiar fuera de la casa todos los días, lo cual no está ocurriendo en realidad y por eso se debe actualizar.
La investigadora explica que, “la viabilidad de los muebles se probó en 6 apartamentos de la localidad de Usaquén, en los que es posible reemplazar los muros divisorios de cada habitación para instalar los 3 prototipos de mueble planteados, que son complementarios y se ajustan al tipo de familia, determinado con encuestas a los habitantes de estos apartamentos, en donde se planteaban sus rutinas y horarios para cada actividad”.
En el software de diseño AutoCAD 3D, ella evalúo distintas posibilidades de familias y sus necesidades frente a los muebles: para una familia tradicional (padre, madre e hijos) que vive en un apartamento de 85 m2 –uno de los modelos evaluados– se necesitarían 3 muebles camaleón y 3 gecko para todas sus actividades durante el día, mientras para una familia monoparental o una pareja de casados lo ideal sería un mueble de cada tipo, y para 2 compañeros de trabajo un camaleón y un gecko.
Un estudio de la Acrip señala que cerca del 55,2 % de los empleados de las empresas que ofrecen trabajo remoto laboran solo desde sus casas, por lo que estos muebles serían una gran ayuda para las necesidades durante el día, y que de hecho en países como España o China tienen mucho éxito, pero en Colombia aún se deben seguir estudiando y contemplando, de lo contrario el mercado seguirá ofreciendo el mismo modelo.
“El problema del mueble en los hogares es curioso, ya que muchas veces los apartamentos tienen el espacio suficiente para tener muebles funcionales, pero sus habitantes no lo hacen, sino que le siguen dando importancia a tener un mueble para un solo tipo de actividad, ocupando un espacio innecesario”, concluye la experta.