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Desarrollo Rural

Buenas relaciones comerciales aumentan la adopción de tecnologías en el sector agrícola

    Un estudio de la Universidad Nacional de Colombia (UNAL) Sede Manizales revela que las buenas relaciones entre los agricultores y los proveedores de insumos y servicios inciden en la manera como los agricultores adoptan nuevas tecnologías en la producción agrícola.

    La investigación muestra que una relación comercial sólida no solo facilita el acceso a nuevas tecnologías, sino que además mejora la capacidad de los productores para implementar estos avances, aumentando así su competitividad y sostenibilidad.

    El estudio fue realizado por Charles Robin Arosa Carrera para el Doctorado en Administración, con el objetivo de analizar el “capital relacional” a través de la red de actores en los territorios agrícolas en el Meta y cómo este capital influye en la innovación tecnológica.

    El investigador aplicó encuestas a 250 productores agrícolas (medianos y pequeños) de palma, arroz, café, cítricos, yuca, plátano, cacao, maíz, aguacate, caña y maracuyá. Se eligió el Meta por su importancia agrícola y diversidad de cultivos, aunque presenta un bajo índice de innovación frente a otros departamentos colombianos.

    “Para medir la calidad de la relación comercial entre productores y proveedores se utilizó una escala de 7 puntos, con una media general de 3,75, lo que sugiere que, en términos generales, las relaciones comerciales se perciben positivamente, aunque se identificó un margen para mejorar”, explica el investigador.

    En cuanto al nivel de adopción de innovaciones tecnológicas, el estudio reveló que el 52 % de los productores adoptaron al menos una nueva tecnología en los últimos 2 años. “De estos, el 70 % de aquellos que reportaron una buena calidad (alta) en la relación comercial, también adoptaron innovaciones, mientras que solo el 35 % con una relación comercial de baja calidad adoptaron nuevas tecnologías”, precisa el investigador. Esto demuestra una fuerte relación entre la calidad de la relación comercial y la adopción de innovaciones.

    En los agronegocios con relaciones comerciales de alta calidad se observó un incremento del 15 % en la adopción de nuevas tecnologías, en comparación con aquellos con relaciones menos efectivas. Este aumento en la adopción de herramientas tecnológicas demuestra que las buenas relaciones comerciales están estrechamente relacionadas con la disposición para incorporar innovaciones en la agricultura.

    “El análisis estadístico mostró una correlación positiva significativa de 0,65 entre la calidad de la relación comercial y la adopción de tecnologías, con un valor p < 0,01, significa que hay menos del 1 % de probabilidades de que los resultados observados se deban al azar si la hipótesis nula es cierta. En otras palabras, es muy improbable que el resultado se deba a una casualidad. Esto confirma que la relación entre ambos factores es estadísticamente significativa y destaca la importancia de una buena relación comercial para fomentar la innovación tecnológica en el sector agrícola”, menciona el investigador.

    La mayoría de los agronegocios muestran una relación estable con sus proveedores, pues hay coherencia entre el tiempo dedicado al cultivo y la duración de la relación comercial. Los cultivos perennes, como la palma, tienen tiempos de dedicación más prolongados en comparación con los cultivos transitorios como el arroz.

    En términos de área cultivada, la palma de aceite lidera con 1.465,9 hectáreas y una alta productividad de 17,2 toneladas por hectárea, además de un tiempo promedio de dedicación de 24,7 años. En contraste, el arroz tiene una menor área cultivada (177,5 hectáreas) y una productividad inferior (5,3 toneladas por hectárea), pero los productores se dedican a esta actividad durante un promedio de 10,4 años. Otros cultivos como el café y los cítricos presentan distintas combinaciones de hectáreas y productividad, con tiempos de dedicación que varían según su antigüedad y tipo.

    En muchos casos la baja área cultivada obedece a la estructura organizacional basada en la economía campesina en la región del Meta, que está compuesta predominantemente por pequeños y medianos productores. La productividad presenta una gran dispersión, influenciada por la edad de los cultivos y las inversiones necesarias para su desarrollo. En general, los valores observados son consistentes con los niveles de productividad nacionales.

    El sector agrícola colombiano tiene la oportunidad de mejorar la optimización de sus cultivos mediante la adopción de innovaciones tecnológicas avanzadas. Por ejemplo, emplear pulverizadoras modernas para fumigar cultivos, junto con sensores digitales para el monitorear parcelas, podría garantizar un manejo más preciso y eficiente.

    Las sembradoras de precisión optimizarían el proceso de siembra, mientras que los biofertilizantes y bioestimulantes fortalecerían el desarrollo de las plantas. Además, los drones facilitarían el monitoreo aéreo de los cultivos, y el uso de macrodatos (big data) permitiría recopilar y analizar información detallada sobre factores cruciales como el suelo, el clima y la calidad del agua, contribuyendo a una gestión agrícola más efectiva e informada.