De acuerdo con Laura Schneider, profesora de la Universidad de Rutgers (EE. UU.), esto pasa porque si hay un calentamiento global los eventos extremos ocurren con mayor frecuencia y provocan perturbación en los bosques y posibles sequías.
"Estas situaciones podrían ser negativas para las actividades forestales y agrícolas, lo que implica que las prácticas del uso de la tierra serán las más afectadas", señaló.
Para la docente, es necesario articular todo lo que se está haciendo en relación con los cambios de clima y conectar los diferentes modelos desarrollados a las comunidades de bosques. "Necesitamos expertos climatólogos que trabajen con expertos en cambios de uso para que desarrollen proyectos de investigación interdisciplinarios y evidencien las relaciones existentes entre los dos".
Laura Schneider fue una de las expertas internacionales presentes en el IV Simposio Nacional Forestal, liderado por la Facultad de Ciencias Agropecuarias de la UN en Medellín. En su exposición, se refirió a los efectos de perturbaciones ambientales y cambio climático sobre los bosques secos tropicales: estudio de caso península de Yucatán (México).
Sobre esta investigación, señaló que "lo que estamos viendo en este momento es que si agregas los efectos de cambios de uso del suelo con perturbaciones como un huracán, los bosques tienden a ser menos diversos, además la estructura de la vegetación se puede recuperar rápido, pero el efecto que tiene en la composición puede ser un poco más lenta".
Explicó que en la zona de Yucatán los usos más comunes del suelo están relacionados con la agricultura de subsistencia en la que sobresale la producción en pequeñas parcelas de maíz, fríjol y calabaza. Además de ganadería, extracción forestal selectiva y construcción de centros urbanos.
Puntualizó que, respecto a esta problemática, al igual que varios países de Latinoamérica en la región, se están implementando estrategias de captura de carbono para la conservación de bosques y la sustentabilidad forestal.