Bomberos gestionan el riesgo en municipios apartados, aportando más de lo esperado
Según Naciones Unidas, el cambio climático quintuplicará en 50 años la ocurrencia de catástrofes asociadas con eventos meteorológicos extremos como inundaciones, incendios forestales, movimientos en masa –como deslizamientos– y sequías. Por eso es clave que las comunidades desarrollen estrategias efectivas de cuidado, reducción del riesgo y mitigación.
“Además de comprometerse con las agendas internacionales, el Gobierno nacional y los gobiernos departamentales deben hacer presencia en los territorios y fortalecer procesos como los adelantados localmente por los bomberos. Allí es donde hay que actuar, pues las personas de las veredas y los barrios son quienes padecen los efectos de las emergencias y los desastres”, señala la profesora Elizabeth Arboleda Guzmán, adscrita a la Escuela de Hábitat, de la Facultad de Arquitectura, de la Universidad Nacional de Colombia (UNAL) Sede Medellín.
A partir de una investigación conjunta con el antropólogo John Ocampo Madrigal, publicada en el libro Los habitantes en la gestión del riesgo: Acciones cotidianas, gobernanza adaptativa y cambio climático, se determinó que incluso sin conocer la denominación técnica los bomberos aplican soluciones basadas en la comunidad y en la naturaleza, como por ejemplo siembras, protección y conservación de bosques, y capacitaciones para una agricultura sostenible.
Para el análisis los investigadores aplicaron 265 encuestas a bomberos activos –oficiales y voluntarios– de todos los departamentos del país, complementaron los resultados con entrevistas semiestructuradas (que parten de preguntas concretas pero permiten flexibilidad al momento de la conversación) y los contrastaron con registros de la Dirección Nacional de Bomberos de Colombia.
Así, encontraron que la mayoría de los cuerpos de bomberos se concentra en la zona Andina (Antioquia, Cundinamarca y Caldas, entre otros), mientras que en la Amazonia y la Orinoquia tienen una baja presencia, dos regiones que, según los escenarios de riesgo climático elaborados por el Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales (Ideam), en las próximas décadas enfrentarán importantes épocas de sequía e incendios.
También encontraron que el 70 % de los bomberos considera que el cambio climático es una realidad para la que deben prepararse. “En este punto ningún participante eligió la opción ‘Se presenta con una narrativa de mayor gravedad de lo que realmente es’, lo que no solo reitera que conocen del tema, sino que además lo valoran”, precisa la docente.
Con respecto a la crisis climática y el futuro, la mayor preocupación son los escasos recursos, pues ellos consideran que si hoy no alcanza para atender de forma efectiva lo que ocurre, es poco probable que alcance para las emergencias venideras, que serían de mayor magnitud y recurrencia.
Teniendo esto en cuenta, el 85 % de los entrevistados señalaron que están dispuesto a capacitarse en cambio climático, y son conscientes de que requieren apoyo para lograr mayor credibilidad y reconocimiento en temas ambientales y de gestión del riesgo.
“A esto debería apuntarle el Estado, sobre todo para que como actores clave se apropien de los instrumentos, participen en los espacios de debate y decisión, y tengan en cuenta amenazas, vulnerabilidad y escenarios de riesgo para una prevención efectiva”, señala la docente Arboleda.
Por último, los investigadores concluyen que “los cuerpos de bomberos son centrales para la gobernanza, ya que son la institución local, la representación de todo el sistema de gestión del riesgo, y quizá también ambiental en los municipios de nivel inferior (4, 5 y 6). Y aunque por competencia no les corresponde, sí son ellos a quienes las personas reconocen porque están día a día con la comunidad, voluntariamente, cara a cara, también como habitantes”.
Este análisis fue posible gracias a la Dirección Nacional de Bomberos de Colombia que, en 2021, buscó establecer los retos que tendrían los bomberos en el contexto de cambio climático, con qué capacidades cuentan y la disposición que tendrían para asumir nuevas funciones.