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Ciencia y Tecnología

Biometano, energía renovable para reducir impactos ambientales en Tumaco

    La primera planta piloto de biogás en el mundo que emplea residuos de pesca para obtener biometano, y que funciona en la Universidad Nacional de Colombia (UNAL) Sede Tumaco, es un ejemplo de cómo se podrían aprovechar los residuos orgánicos del municipio y a la vez generar valor agregado que beneficiaría a la población pesquera y a la comunidad en general.

    En el proyecto, liderado por la UNAL Sede Tumaco a través de su Instituto de Estudios del Pacífico (IEP), participan siete grupos de investigación de las áreas de ingeniería tanto de pesca y alimentos como química e industrial, además de prácticas agroindustriales y sociología.

    Sus aportes fueron presentados en la conferencia-taller “Producción de biogás con residuos de pesca artesanal y orgánicos municipales en Tumaco”, organizada por el Centro de Pensamiento en Asuntos Estratégicos del Pacífico Colombiano (CPAEPC) de la UNAL Sede Tumaco.

    Durante el evento se recordó que la pesca artesanal es la principal actividad económica de Tumaco; según datos del DANE, cerca del 90 % de su población se dedica a este oficio, que de hecho aporta cada año cerca de 3.000 toneladas de pescado al mercado nacional.

    Los residuos orgánicos derivados de dicha actividad (branquias, escamas, vísceras y espinas) suelen desecharse directamente al mar, lo cual genera un desbalance en el ecosistema marítimo, ya que afecta a otras especies marinas y también deriva en problemas de salud para las personas.

    Además de esta situación, el 83 % de los gastos de la actividad pesquera está relacionado con la compra de combustible para el desplazamiento de las lanchas.

    Estos factores impulsaron en 2018 una iniciativa, a través de la cual se busca darle un manejo ambiental al residuo de pesca, pero además generar valor agregado para los pescadores, buscando aportar a la dignificación del oficio.

    Transformar materia orgánica en biogás

    En 2018 surgió la idea de crear la planta, que forma parte de uno de los componentes del proyecto de investigación “Fortalecimiento de la actividad pesquera artesanal en el Pacífico nariñense colombiano, hacia un aprovechamiento sostenible del recurso Tumaco”, financiado por las Gobernaciones de Nariño, Cauca, Valle del Cauca y Chocó, en el marco de la Convocatoria no. 2 de 2019 del Plan Bienal de Convocatorias del FCTeI del Sistema General de Regalías de MinCiencias.

    La profesora Lucía Mora Martínez, directora de la UNAL Sede Tumaco, relata que “a partir de conversaciones con los pescadores y sus hijos sobre la importancia de la actividad pesquera para el territorio, se evidenció la necesidad de diseñar un proyecto que permitiera dignificar el oficio de la pesca artesanal, que generara un valor agregado, pero que al mismo tiempo que fuera sostenible y sustentable con el medioambiente”.

    Así, el Grupo de Investigación Prospectiva Ambiental de la Facultad de Ingeniería y Administración de la UNAL Sede Palmira –coordinado por la profesora Luz Stella Cadavid–, propuso diseñar e implementar una planta piloto para la producción de biogás que funcionara con residuos de pesca.

    En octubre de 2021 la planta se instaló en el campus de la Sede Tumaco, “la cual funciona con la tecnología de digestión anaerobia, un proceso biológico en el que las bacterias que viven en ausencia de oxígeno transforman la materia orgánica en biogás, en este caso los residuos de pesca. El biogás que se genera está compuesto por alrededor de 68 % de metano, 28 % de CO2 y 4 % de otros gases menores”, explica la profesora Cadavid.

    Para obtener el biometano se realiza un proceso de purificación de tres fases: filtración, absorción y deshumificación, las cuales permiten remover el ácido sulfhídrico, el dióxido de carbono, la humedad y otros gases.

    El biometano es una forma de energía renovable que se puede emplear para la cocción de los alimentos, y se espera que en un futuro sirva como combustible para las lanchas de los pescadores, aportando así a la disminución de costos en su actividad.

    La proyección es construir una planta para producir biogás a escala real, que permita beneficiar a los pescadores y a las comunidades del territorio. “Con 1.500 toneladas de residuos de pesca al año se podría suplir la demanda de 600 familias, para cocinar en Tumaco”, indica la profesora Cadavid.

    Con esta apuesta se podrían mitigar algunas problemáticas ambientales del municipio como la contaminación de fuentes hídricas y la tala de manglares, además de promover la economía circular en el territorio y generar nuevas fuentes de empleo.

    La profesora Mora indica que con el apoyo de la profesora Cadavid se elaborará un documento con recomendaciones para revisar, analizar y fortalecer las políticas públicas sobre el cuidado, la protección y preservación de los recursos naturales, en particular sobre el aprovechamiento de residuos orgánicos de Tumaco y las energías renovables como estrategia de solución.

    Los avances del proyecto se presentaron ante los pescadores, líderes e instituciones como la Dirección General Marítima (Dimar), Agrosavia, la Escuela Casa Taller y el Programa de Desarrollo con Enfoque Territorial (PDET).