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Educación

Bienestar Universitario estrena nuevos espacios de re-encuentro

    En el costado nororiental del Edificio 101 –Torre Central del campus de la Universidad Nacional de Colombia (UNAL) Sede Bogotá– se abrieron hoy las puertas de los nuevos Espacios de Bienestar y Cultura: áreas de estudio y proyección, cafetería, Tienda UNAL y Librería, y una plazoleta y ágora, destinados al encuentro y sano esparcimiento de la comunidad universitaria y de visitantes.

    El proyecto tiene relación directa con la Plaza Central y cuenta con un punto de referencia al ingresar, por el acceso de la calle 45, ya que la construcción está dispuesta para recibir el flujo peatonal que ingresa por este sector.

    Al respecto, la profesora Dolly Montoya Castaño, rectora de la UNAL, expresó: “estoy muy emocionada, este fue un sueño que pintamos en el escritorio de la Rectoría recién llegados con los profesores Carlos Garzón y Jaime Franky, de cómo hacer de la entrada de la Universidad un campo de cultura”.

    “Gracias, profesor Ismael por su generosa apertura, porque nuestra Sede Bogotá se abre al mundo, al país y a la ciudad. Este es un espacio de cultura y bienestar para reconceptualizar el concepto de bienestar para los estudiantes y de la Universidad Universitaria, para que seamos felices, porque realmente ese es parte de nuestro propósito”, subrayó.

    Por su parte, el profesor José Ismael Peña, vicerrector de UNAL Sede Bogotá, anunció que “a partir de hoy toda la comunidad universitaria podrá disfrutar de estos espacios, y cuando se regrese a la presencialidad total en un retorno seguro”.

    “Una organización como la UNAL está constituida por profesores, directivos, administrativos y los estudiantes –nuestra razón de existir– porque una Universidad sin estudiantes no es nada. Por lo tanto, queremos que ellos vuelvan a estar en nuestros campus en todo el país”, destacó.

    En ese sentido, precisó que “una organización la conforman los procesos, mediante los cuales las personas nos interrelacionamos, interactuamos y construimos, pero a esta también la hacen espacios como este, en los que construiremos cultura, interacción, academia y relaciones interpersonales de calidad”.

    Transformación de espacios

    “El objetivo principal del proyecto es dotar de áreas de esparcimiento, bienestar y estancia a la comunidad universitaria aprovechando áreas existentes y trasformando la integración entre la Plaza Central del Campus, el Auditorio León de Greiff y la salida peatonal de la Calle 45, una de las más transitadas del campus”, menciona la arquitecta Claudia Rueda, directora de Ordenamiento y Desarrollo Físico de la UNAL Sede Bogotá.

    “Lo anterior se logra optimizando el área extendida de la planta baja de la Torre Central, con un espacio habitable, bioclimáticamente controlado para el confort de los usuarios, y disponiendo de una plataforma al aire libre que se puede usar no solo para el tránsito de las personas, sino también con actividades lúdicas y culturales”, menciona.

    Diseño y subespacios

    El proyecto de Bienestar Universitario se diseñó en 2 pisos, una plazoleta y un sótano. La plazoleta –de 2.711 m2– cuenta con una rampa y dos graderías que conectan con el sótano. Este, a su vez, fue planteado para conformar diferentes zonas de estancia que se comunican entre sí por rampas.

    Con una área de 1.083 m2, los espacios del sótano son: zona de estar del ingreso, patio central, Tienda UN y Editorial, además de dos locales comerciales con zonas de mesas, baños, punto de vigilancia, cuartos técnicos y zonas de servicios complementarios, con capacidad para unas 250 personas sentadas.

    El proyecto tuvo un costo de 6.522,5 millones de pesos y forma parte del Plan Global de Desarrollo 2019-2021, “Proyecto Cultural y colectivo de la Nación” propuesto por la Rectoría.

    “Con esta nueva obrael campus incrementa sus estándares de calidad adoptando en el proyecto materiales con bajo impacto ambiental y con acabados arquitectónicos de un estándar alto”, menciona la arquitecta Rueda.

    Señala además que “a pesar de que durante la ejecución del proyecto se sortearon situaciones complejas como la pandemia, fuertes inviernos, paros nacionales, volatilidad en los precios de los insumos y del dólar, los directivos, constructores, interventores y demás personal, pusieron todo su esfuerzo para terminar el proyecto y entregarlo a la comunidad universitaria”.