Bello, ad portas de un nuevo nuevo boom urbanístico
Bello es un municipio localizado al norte de Medellín que desde 2009 ha tenido un crecimiento significativo en vivienda. Foto: AMVA.
El proyecto “Centralidad Norte Metropolitana” le apunta a brindarle equipamientos y espacio público al municipio. Foto: AMVA.
Entre los equipamientos hay parques, un centro de deportes a motor y una posible nueva sede para la Alcaldía. Foto: Alcaldía de Bello.
Así se veía Bello en el 2000, con una única centralidad. En ese tiempo no se permitía construcción en altura. Foto: Daniel Pulgarín.
Zonas a intervenir en el proyecto. Imagen: Daniel Pulgarín.
Daniel Franchesco Pulgarín García, magíster en Construcción de la Universidad Nacional de Colombia (UNAL) Sede Medellín, estudió el desarrollo inmobiliario en este municipio antioqueño y encontró que la nueva centralidad tendrá un alto impacto allí, como ocurrió a partir de 2009 con los desarrollos de vivienda en altura.
“Históricamente Bello fue un municipio dormitorio con viviendas de interés social y prioritario, pero en 2009 cambió el Plan de Ordenamiento Territorial y se empezaron a desarrollar proyectos de vivienda en altura, algo que nunca se había visto aquí, como apartamentos y casas de más de 400 millones de pesos, algo impensable hace 10 años”, recuerda el magíster.
La construcción de las viviendas, junto con nuevos centros comerciales de gran tamaño como Puerta del Norte, y la cercanía del municipio con las líneas del Metro –de hecho, las oficinas y talleres del sistema de transporte masivo están en esa jurisdicción– favorecieron la llegada de nuevas familias, pero no hubo desarrollos de espacios públicos ni nuevas vías acordes con el crecimiento poblacional.
En ese escenario, y con cerca de 100 hectáreas disponibles en cercanías al río, el Área Metropolitana del Valle de Aburrá (AMVA) y el gobierno de Bello proyectaron el desarrollo del macroproyecto urbano Centralidad Norte, del que ya se han adelantado algunas obras.
El proyecto comprende espacios como el polideportivo Tulio Ospina (consolidado), la remodelación de un parque acuático, los talleres del Metro de Medellín (en operación), y proyectos viales como el intercambio vial La Seca, la ampliación de la Avenida Regional y la construcción a futuro de una vía distribuidora.
También se contempla el parque de deportes a motor (inaugurado pero sin operación), un parque ambiental conocido como Central Park y el Parque de Artes y Oficios, donde habrá espacios para educación y una posible nueva sede para la Alcaldía.
Con estas obras se espera aumentar el espacio público verde disponible per cápita que hoy está en déficit, pues según el AMVA hay 4,02 m2 por habitante, cuando la recomendación de la Unesco es de mínimo 15 m2.
También se apunta a cambiar el índice de calidad de vida, un indicador metropolitano con el que se cualifican variables como salud, educación y vivienda y que en su último cálculo –realizado en 2017– Bello ocupó el penúltimo lugar con 41,42 puntos, casi 17 puntos por debajo de Envigado que fue el primero de la lista.
“Cuando se desarrollan proyectos de esta naturaleza y tamaño el territorio completo cambia y generalmente es positivo, pero depende de los controles que se hagan. Mi preocupación es que en la última década Bello ha estado marcado por un control urbano precario”, señala el investigador.
En su revisión histórica, legal y de oferta inmobiliaria, el magíster Pulgarín identificó que el escaso control sobre el desarrollo urbanístico permitió que se construyeran proyectos con densidades de más de 1.000 viviendas por hectárea y con poco espacio público, lo que generó impactos negativos en la calidad de vida de los vecinos.
Por eso insiste en la importancia de priorizar tanto los espacios públicos y equipamientos como los desarrollos viales, para poder ofrecerle mejor calidad de vida a las familias que habitarán los futuros proyectos residenciales. “Si el macroproyecto se desarrolla de forma adecuada, Bello será una de las ciudades más importantes del país”, concluye.