Así propone la UNAL mejorar experiencia de los visitantes al campo de batalla de Boyacá
Así lo afirma la ingeniera civil Carol Lugo, quien formó parte del equipo de profesionales convocados por la Universidad Nacional de Colombia (UNAL) para trabajar en el proyecto “Estudios y diseños de intervención para el manejo del sitio histórico de la batalla de Boyacá”, liderado por el profesor Julio Colmenares de la Facultad de Ingeniería de la Institución.
La iniciativa se desarrolló en cumplimiento del Plan Especial de Manejo y Protección (PEMP) para el campo de batalla de Boyacá, adoptado mediante la Resolución 3419 de 2018 del Ministerio de Cultura. A través de un convenio celebrado con la Gobernación de Boyacá en 2019, la UNAL lideró este proyecto con el objetivo de diseñar las intervenciones que se proponen para el importante lugar histórico.
Dentro de este trabajo, que contó con la interventoría de la Universidad Pedagógica y Tecnológica de Colombia (UPTC), la UNAL diseñó y le entregó a la Gobernación una estrategia en términos paisajísticos y urbanísticos para los distintos conjuntos monumentales y sitios de interés histórico que conforman las 52,7 hectáreas de este parque nacional.
Según la ingeniera Lugo, “la dispersión de los monumentos y las dificultades en los senderos que los comunican –cortados por la doble calzada de la Carretera Central del Norte– impiden que los visitantes puedan pasar más tiempo en el sitio, que hoy es de 30 minutos en promedio, y la experiencia de su visita no resulta del todo satisfactoria, ya que el campo de Boyacá no cuenta con centro de visitantes o de interpretación”.
En la década de 2010 hubo una polémica por la construcción de la doble calzada de la Carretera Central del Norte, que atraviesa el campo de batalla y lo parte en dos, dividiendo el sitio en donde ocurrió el grueso del enfrentamiento el 7 de agosto de 1819 y la lucha de las vanguardias por el puente sobre el camino real.
“En ese sentido, se proponen diversos senderos ecológicos complementarios a las vías vehiculares, con el fin de que el campo de batalla se maneje como un museo a cielo abierto”, agrega la experta.
Con la información desarrollada para la Gobernación de Boyacá en virtud del proyecto, la UNAL espera contribuir a cualificar y mejorar la experiencia de los visitantes nacionales y extranjeros de este histórico lugar, y con ello brindarles además nuevas oportunidades a los habitantes de las veredas que conforman el área de influencia del campo de Boyacá.
El trabajo incluyó el diagnóstico del estado de conservación de los distintos monumentos y el diseño de una estrategia para mejorar sus condiciones, zonas de servicios turísticos, ampliación y mejora de los espacios para el público, recomendaciones para mitigar los riesgos de erosión y un planteamiento museográfico de los monumentos, destinado a mejorar la experiencia de los visitantes en el campo de batalla, entendido como un Museo de Sitio.
De otro lado, requirió de estudios de suelos para el reforzamiento estructural de las edificaciones y monumentos existentes, diseños estructurales de nuevas edificaciones propuestas para espacios de ventas de alimentos y artesanías, prospección arqueológica para verificar la presencia de evidencias prehispánicas en los lugares propuestos para las intervenciones, y estudios tanto hidrológicos como hidráulicos y de redes técnicas y de iluminación del campo de batalla.
Como parte de la contribución de la UNAL al proyecto, se dictaron talleres de sensibilización en patrimonio y fotografía para las comunidades rurales cercanas, que permitieron elaborar un álbum fotográfico como herramienta de construcción de memoria.
Así mismo, se analizaron comparativamente los casos de los otros campos de batalla de la guerra de Independencia en los países andinos, para tener una perspectiva del manejo de estos sitios históricos, fundamentales en las historias del Estado-nación en Latinoamérica.
En el proyecto, financiado por la Gobernación de Boyacá, participaron más de 100 profesionales entre ingenieros, arquitectos, museólogos, diseñadores gráficos, antropólogos, historiadores, abogados, paisajistas y economistas, entre otros, además de profesores de las Facultades de Ingeniería, Artes, y Derecho, Ciencias Políticas y Sociales de la UNAL Sede Bogotá.
El 7 de agosto marca un día clásico en el calendario de celebraciones de la República. La memoria oficial exalta en esta fecha, la de la batalla de Boyacá, la consumación de la Independencia. Pero también un 7 de agosto, el de 1878, se levantó el obelisco, primer monumento del campo de Boyacá, cercano a Tunja, con el que se inicia su historia como monumento.
La primera gran celebración se realizó el 7 de agosto de 1919, día del centenario. El campo se consolidó hacia 1940, cuando se construyó el puente actual y se erigió la estatua de Santander y el monumento “La gloria de Bolívar”, de Ferdinand von Miller. Por último, en este mismo día de 1969, en el sesquicentenario, el campo adquiere su fisionomía actual.