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En este caso, la palabra esfuerzo no es solo el adorno de una frase de cajón. Para llegar a la capital del Archipiélago se hizo necesaria una gran logística, pues, como bien lo explica la profesora de la UN en el Caribe Salma Tabet "alma y cerebro del evento", era necesario traer sofisticados equipos a un territorio que dista unos 700 kilómetros de la costa Caribe colombiana.
"Aquí todo entra por avión y eso implica unos costos enormes. Además, en la isla no hay escenarios para este tipo de montajes ni equipos. Por eso, nos tocó utilizar un teatro de cine y ampliar la tarima, crear una parrilla especial para el montaje de luces y hacer convenios con hoteles para poder hospedar a los músicos".
El esfuerzo "con mayúsculas" tuvo su recompensa: una fila enorme de niños, jóvenes y adultos deseosos de ver algo novedoso en la tierra del reggae. Decenas de personas abarrotaron el Teatro Hollywood y se dejaron sorprender con los sonidos sinfónicos.
Los miembros de la Fundación Orquesta Sinfónica de Bogotá, dirigidos por el maestro Zbigniew Zajac, ofrecieron una clase magistral, en la que explicaron detalladamente cómo se hace música y la importancia del movimiento y la anticipación.
El profesor Roberto Amador, de la Facultad de Medicina de la UN y creador de estos conciertos, se encargó de explicar cómo el arte y la biología se complementan para poder generar sentimientos en las personas.
"Es muy bonito llegar con el concierto a San Andrés. Sabemos que esto tendrá un gran impacto en las personas desde el punto de vista de los valores humanos. La idea es promover el arte y la apreciación estética como parte de la educación, pues, desde antes de nacer y al nacer y para siempre, el arte es clave", dice el experto neurocientífico.
Agrega que, al igual que en los anteriores 15 conciertos de Arte y Cerebro, el objetivo fundamental es acercar las neurociencias a las ciencias humanas y naturales, para que se entienda al ser humano en toda su dimensión.
"El hombre es psicosocial, y queremos que la empatía, la estética, la ética y la moral sean cosas de todos los días y no algo que está en los libros. Este acto, en San Andrés, es una iniciativa muy importante que hace la Universidad Nacional de Colombia en el Caribe, pues es hacer patria desde una perspectiva académica", dice Édgar Puentes, de la Sinfónica de Bogotá.
Piezas de Ludwig van Beethoven, de música tradicional colombiana y de la Isla de San Andrés se escucharon durante la velada, que, según los asistentes, debe volver a repetirse para diversificar la oferta cultural en el Archipiélago.