Escudo de la República de Colombia Escudo de la República de Colombia
/Árboles de Medellín en conflicto con redes eléctricas
Medioambiente

Árboles de Medellín en conflicto con redes eléctricas

Los árboles son el patrimonio natural que adorna el paisaje de la ciudad. Sin embargo, no todas las especies son funcionales para la diversidad de espacios urbanos. Expertos sugieren un plan de manejo adecuado y la necesidad de tumbar unos 100 mil ejemplares a largo plazo.

En el parque del barrio Belén, al occidente de la capital antioqueña, un grupo de árboles resiste el paso de los años; generaciones de habitantes han sido testigos de su existencia y los asiduos visitantes afirman que, así sean muy antiguos y generen interferencias con las redes eléctricas, estos le dan vida al sitio, por eso deben permanecer allí.

Un estudio realizado por la Universidad Nacional de Colombia en Medellín señala que se requiere un Plan de Manejo urgente que proteja la permanencia de los frondosos arbustos, pero a la vez garantice la eficiencia en la prestación de los servicios públicos y el desarrollo urbanístico de la ciudad. "Estos árboles llevan más tiempo que nosotros acá, no los deben talar sino buscar otras soluciones", concuerdan habitantes de la zona.

Al igual que en este sector, en diferentes espacios del Valle de Aburrá, ejemplares como las ceibas, los falsos laureles, los búcaros, el gualanday, los tulipanes africanos, e incluso algunas especies de palmas tratan de abrirse paso en medio de aceras y parques; muchos son tan altos que alcanzan a tocar, con sus ramas, las redes que proveen de energía a miles de hogares.

Otros han extendido sus raíces en los alcantarillados y, algunos más, provocan rupturas en calles y andenes. "Según el Plan Maestro de Espacios Públicos Verdes Urbanos del Área Metropolitana, en las zonas públicas hay unos 400 mil árboles, de los cuales cerca de 200 mil están en conflicto con las redes de servicios públicos", revela Óscar Andrés Sáenz Ruiz, investigador del Departamento de Ciencias Forestales de la UN en Medellín.

Gracias al estudio realizado para Empresas Públicas de Medellín (EPM) " UNE Telecomunicaciones, en el cual se examinaron cerca de 10 mil árboles en distintos sitios de la ciudad, se confirmó la existencia de alrededor de 200 especies, de las cuales 70% corresponde a ejemplares de gran talla, en su mayoría no nativos y con edad avanzada.

Ante esta situación, que genera altos costos de mantenimiento y algunos problemas con la prestación del servicio, la empresa, con la asesoría y acompañamiento de la UN, elaboró el Plan de Manejo del Componente Arbóreo en Interferencia con Redes de Servicios Públicos; la finalidad es armonizar la relación entre ambos elementos y construir una herramienta de planificación para los corredores de servicios públicos.

Por la magnitud e impacto del proyecto, este se dividió en dos fases. La primera está orientada hacia la interferencia aérea. "Encontramos conflictos muy recurrentes sobre la calidad del servicio debido al roce de las ramas con los cables, lo que genera continuos daños y riesgos. En sentido contrario, esto va en detrimento de la planta por las continuas podas", precisa Sáenz.

Como estrategia, se diseñaron protocolos de trabajo para establecer la ubicación adecuada y el tipo de poda cuando hay una interferencia, los cuales están basados en principios de funcionalidad y arquitectura arbórea. Asimismo, se definieron lineamientos para reemplazar los árboles por otros más adecuados para los diversos espacios urbanos. "No hay árbol malo sino mal ubicado; por ejemplo, el falso laurel queda bien en una glorieta porque no interrumpe ni la red ni la circulación de las personas; si se pone en una acera puede afectar las calles y casas".

Un gran arbusto en contacto con una línea o un circuito genera un riesgo eléctrico que debe ser solucionado de inmediato. "La normativa establece que las empresas de energía tienen que prestar un servicio de calidad, por eso deben estar atentas a este tipo de inconvenientes", destaca Julián Correa, profesional de la Subdirección de Gestión Integral de
EPM"UNE.

El estudio busca que los árboles no sufran al ser intervenidos en su mantenimiento preventivo o correctivo, y se pueda tener una información actualizada y detallada del componente arbóreo del área metropolitana.

Por eso, la recomendación es recuperar la flora nativa, sembrar especies con copas cerradas, que no sean extendidas y puedan mimetizar las redes, como la flor de la reina, los guayacanes de Manizales, alcaparros y carboneros, por citar algunos.

En la segunda fase, la idea es generar directrices de planeación que permitan establecer los árboles adecuados en los espacios indicados, que no compitan con los servicios públicos, para que la ciudad pueda tener un arbolado estético, funcional y con la menor cantidad de conflictos posibles.

Sustitución inminente

De acuerdo con Óscar Andrés Sáenz, es necesario hacer un proceso de sustitución gradual, "la ciudad tiene árboles que deben ser cambiados paulatinamente, retirando aquellos que representan un problema y sembrando otros que se acomoden a las características del espacio".

Por eso, aunque muchos de los existentes en la ciudad son considerados patrimoniales y tienen un arraigo especial en la comunidad, se pueden constituir en un riesgo para la infraestructura, ya que por ser tantos se convierten en masas difíciles de manejar y empiezan a tener comportamientos que no son habituales en ellos.

"En condiciones naturales los árboles no están expuestos a podas mensuales; en cambio en las ciudades están sometidos a un desgaste en su vida útil", dice el investigador de la UN.

Precisa que es inminente sustituir, al menos, la mitad de los árboles que están en conflicto con las redes de servicios públicos (unos 100 mil); no obstante, es un proceso que podría tardar hasta 50 años. Si la renovación se hiciera en un periodo corto se generaría un fuerte impacto entre la población, pues no estaría de acuerdo con la eliminación masiva de árboles.

Iniciativa pionera en el país

A nivel de servicios públicos, esta es la primera experiencia en Colombia; por eso, la intención de la empresa patrocinadora es llevar el proyecto a todas sus filiales, e incluso se ha pensado internacionalizar la idea.

Precisamente, en el municipio de Sabaneta se adelantan las primeras intervenciones de su componente arbóreo con las directrices del Plan de Manejo de la UN. Allí se sembraron 100 árboles en el parador ubicado detrás de la Avenida Las Vegas.

Para Claudia Escobar, secretaria de Medio Ambiente de Sabaneta, "el Plan genera un impacto muy positivo, porque que va en beneficio del ambiente y del paisaje. Ya no tendremos árboles mutilados ni intervenidos con podas, sino que estarán creciendo con su estructura normal".