Gasca, quien se desempeña como docente de la Universidad Pedagógica y Tecnológica de Colombia e investigador de la Corporación Sentido Natural, dijo que existen pocos estudios sobre este bicho de la familia Erotylidae (coleóptera: Cucujoidea) tanto en Colombia como en el mundo.
La especie, asociada con algunas especies de hongos, se alimenta especialmente de los cuerpos fructíferos de los macrohongos (fungívoros). "Tanto larvas como adultos se alimentan de los hongos y de ahí radica en gran parte su importancia en los ciclos de vida para el control biológico", enfatizó el docente.
Gasca, invitado por el Instituto de Ciencias Naturales en el marco de la celebración de sus 75 años de existencia, afirmó que en el mundo se reconocen cerca de 3.200 especies, agrupadas en más de 280 géneros, por lo cual Colombia se precia de contar con el 20% del total mundial.
El estudio de la familia Erotylidae es muy escaso, según el invitado, quien manifiesta que existen pocas investigaciones sobre su biología, ecología, taxonomía y sistemática. "La taxonomía del grupo a nivel de subfamilias y tribus aún es incierta debido a la falta de un consenso para su clasificación y ordenamiento sistemático", señaló.
Esta especie se distingue por sus colores vistosos; la mayoría es de color rojo, anaranjado, amarillo o morado en combinación con negro, formando rayas, manchas o anillos; el cuerpo es ovalado y generalmente se encuentran en sitios húmedos donde hay materia orgánica en descomposición "y en todas las regiones faunísticas del mundo, presentando mayor distribución en las áreas tropicales", apuntó.
Las hembras depositan los huevos en el hongo y las larvas pasan toda su vida alimentándose de él.
"Algunas especies de escarabajos se adaptan a la materia orgánica en descomposición cercana a la plantación de hongos, abandonando así el consumo de frutos", puntualizó el profesor Gasca.