Ante incremento de casos de dengue, en Arauca urge reforzar la vigilancia epidemiológica
La magíster en Salud Pública Ángela Gómez, profesora del programa de Enfermería de la Universidad Nacional de Colombia (UNAL) Sede Orinoquia, señala que “es crucial eliminar los criaderos de mosquitos en los hogares y sensibilizar a la comunidad sobre prácticas preventivas como echar cloro en el agua acumulada e instalar toldillos para dormir”.
El epidemiólogo Fernando Pío de la Hoz Restrepo, profesor de la Facultad de Medicina de la UNAL y exdirector del Instituto Nacional de Salud (INS), recuerda que “la transmisión de dengue está directamente relacionada con las condiciones sociales y ambientales”.
“La mala disposición de residuos y la acumulación de agua en recipientes abiertos –en algunos casos debido a la escasez del líquido– originan criaderos ideales para los mosquitos transmisores, lo mismo que el desorden urbano y la falta de planificación, que también contribuyen a esta problemática”.
Además, condiciones climáticas como temperaturas que superen los 30 oC con alta humedad, y temporadas de lluvia que generan lugares estancados de agua limpia facilitan la reproducción de los mosquitos; según el docente De la Hoz, los brotes de dengue pueden persistir si no se toman medidas sostenidas en el tiempo, tanto de fumigación como de control del vector.
Un triste ejemplo del impacto de esta epidemia es la muerte de un estudiante de séptimo grado del Colegio Agustín Nieto Caballero en Tame, reportado por la Asociación de Educadores del Arauca (Asedar). Este incidente resalta la urgente necesidad de adelantar acciones efectivas para controlar la propagación del virus. “La situación es crítica y se requiere una intervención inmediata de los entes territoriales”, sugirió Asedar en su comunicado.
Los expertos de la UNAL señalan que la fumigación debe ser constante y acompañada de labores comunitarias para destruir criaderos, ya que esta solo extermina a los mosquitos adultos pero no afecta a las larvas, por eso se debe complementar con otras medidas de control como utilizar peces que se alimenten de las larvas, e indudablemente la educación constante en los hogares.
La profesora Gómez anota que “las autoridades deben identificar las zonas con mayor transmisión de dengue dentro de los municipios y focalizar las medidas de control en estos lugares; además, escuelas, terminales de transporte y otros puntos de alta congregación de personas se deben monitorear y controlar estrictamente”.
El dengue afecta especialmente a los niños y jóvenes, pues las personas mayores de 25 años que viven en estas regiones endémicas ya han desarrollado cierta inmunidad al virus, tras haber contraído sus 4 serotipos: DENV-1, DENV-2, DENV-3 y DEN-V 4. Las mujeres embarazadas menores de 25 años también son vulnerables y deben tomar precauciones adicionales para evitar el contagio, ya que pueden desarrollar dengue severo y tener complicaciones en el desarrollo del feto.
Aunque las vacunas representan una esperanza de largo plazo, su disponibilidad es limitada. El doctor De la Hoz explica que “existen vacunas que están en desarrollo y algunas ya autorizadas por la Organización Mundial de la Salud, pero aún no están disponibles de manera masiva en Latinoamérica. Esperamos que en uno o dos años podamos contar con una mayor cantidad de vacunas para el control del dengue”.
Por último, advierte que “es muy importante no confundir el dengue con otras enfermedades que presentan síntomas similares, que pueden ser más mortales que el dengue y requieren un tratamiento diferente, por eso es crucial que los hospitales tengan los recursos necesarios para realizar diagnósticos diferenciales”.