Cuenta la leyenda que yuche vivía desde siempre, solo en el mundo. En compañía de las perdices, los paujiles, los monos y los grillos, había visto envejecer la tierra. A través de ellos se daba cuenta de que el mundo vivía y de que la vida era tiempo y el tiempo, muerte"
Con esta historia similar al Génesis, Elkin, un joven guía turístico tikuna, capta la atención de los turistas, quienes ante tanta belleza no saben muy bien hacia dónde dirigir su mirada. Las canoas están listas para emprender uno de los recorridos que ofrece la Asociación Intercomunitaria de Ecoturismo Painü a través del sistema lagunar de Yahuarcaca, reconocido por ser cuna y hábitat del delfín rosado.
Painü está integrada por 20 miembros de las comunidades La Playa, San Sebastián y El Castañal, que albergan a 1.300 habitantes de Yahuarcaca y Leticia, la capital del Amazonas. En la conformación de esta asociación ha participado activamente la Universidad Nacional de Colombia por medio de su Grupo de Limnología Amazónica con el apoyo de las fundaciones Grupo PROA (colombiana) y Mandioca (holandesa).
El Grupo de Liminología trabaja en una zona ubicada a las afueras de Leticia desde hace casi 15 años. Allí realiza estudios relacionados con los ecosistemas que conforman dicho entorno e interactúa con los pobladores de la zona.
A raíz de ese acercamiento, se han realizado acciones conjuntas entre la Universidad y las comunidades indígenas, especialmente la Tikuna, para ayudar a resolver problemas coyunturales de su supervivencia.
Por ejemplo, desde 2009 desarrollan proyectos de investigación enfocados hacia la conservación del entorno a través del conocimiento tradicional indígena. El primero de ellos se relacionó con el recurso pesquero, comoquiera que la pesca garantiza una mejor calidad de vida.
"Empezamos a trabajar con seis comunidades indígenas y una mestiza para el diseño de acuerdos, control y monitoreo pesquero. De lo anterior resultó un primer logro que fue la constitución de la Asociación de Pescadores Artesanales de estos lagos (La Tika), en un proceso de manejo ambiental y de fortalecimiento comunitario", dice Santiago Duque, director del Grupo de Limnología de la sede Amazonia.
En estos estudios sobre la flora y fauna de la Amazonia colombiana en el sistema de lagos de Yahuarcaca, el grupo de la UN ha evidenciado la disminución de muchas especies, algunas de ellas de importancia para el consumo local: "Se sabe que unos 40 tipos de peces son explotados por los pobladores y si no se adelantan acciones podrían desaparecer de estos lagos", sentencia Duque.
El germen de la idea
Los primeros trabajos se centraron en el análisis de la limnología; es decir, la rama de la ecología que estudia los ecosistemas acuáticos continentales (lagos, lagunas, ríos, charcas, marismas y estuarios). Posteriormente, se desarrolló un proyecto de identificación y conservación de peces que llevó a las mismas comunidades a buscar alternativas a la pesca artesanal desde el turismo sostenible.
Estos acuerdos de pesca son viables solo si los pobladores pueden tener alternativas productivas que ayuden a soportar la economía familiar y la seguridad alimentaria. Por eso, con recursos del Programa Pequeñas Donaciones de la agencia de cooperación de los Estados Unidos (Usaid), los pobladores del sistema lagunar tuvieron la oportunidad de formarse en este ámbito.
Los habitantes de los cabildos se capacitaron en turismo sostenible y contaron con el acompañamiento de una organización de turismo comunitario; así consiguieron la participación de 30 habitantes de diferentes cabildos que desarrollaron actividades en torno al reconocimiento del territorio, diseñaron los lineamientos básicos de sostenibilidad y lograron montar los primeros productos.
En el año 2012 se reunieron las comunidades de La Playa, San Sebastián y El Castañal y legalizaron la primera organización sin ánimo de lucro de turismo comunitario en esta zona, con el nombre de PAINÜ o Asociación Intercomunitaria de Ecoturismo de Los Lagos Yahuarcaca.
Turismo indígena
Painü ofrece dos recorridos, uno acuático (Wadio) y uno terrestre (Painü), los cuales dependen de la época de lluvias o de sequía. "En este momento las salidas se realizan en canoas por lo que la diversidad de flora y fauna, especialmente de las zonas inundables, convierte este en un espacio único", explica Camila María Pérez Cubillo, integrante del Grupo de Limnología Amazónica y una de las coordinadoras del proyecto.
Durante su estancia, los turistas que acceden a alguna de las dos alternativas tienen la oportunidad de interactuar con los habitantes del lugar y con el medio natural compuesto por la quebrada Yahuarcaca, 21 lagos y una quebrada que nace al nororiente de la capital amazónica.
Asimismo, los visitantes pueden vivir de cerca la experiencia de cómo los nativos obtienen alimentos y productos naturales para el sostenimiento, la supervivencia familiar, la medicina tradicional y la elaboración de artesanías típicas de la región.
En 2013 el grupo realizó algunas salidas con instituciones y otras con turistas nacionales y extranjeros. Por ejemplo, lideró la salida de campo a los humedales urbanos de Leticia, que promovió el instituto SINCHI dentro de la Semana de la Ciencia.
"Esto permitió que 80 estudiantes de cuatro colegios locales conocieran los lagos y su importancia; y en el último mes se recibieron aproximadamente 20 visitantes nacionales y extranjeros", comenta Pérez.
Los miembros de Painü concentran nuevos esfuerzos para la recuperación del conocimiento tradicional, la incorporación del conocimiento académico logrado por la UN y la continuación del proceso de buen manejo del territorio.
De acuerdo con Ángel Fernández Ramos, gestor local del proyecto, para que una asociación permanezca estable se requiere un proceso de largo tiempo. "Los jóvenes deben aprender mucho de sus abuelos, conocer las historias sobre los árboles y sus usos, sobre los cultivos, los lagos, el origen de sus nombres, los animales del entorno, conocer la quebrada Yahuarcaca, dónde nace y cuál ha sido su importancia histórica. Asimismo deben aprender a guiar un grupo de acuerdo con la edad y su procedencia".
A lo anterior agrega que son varios los asuntos en los que se deben preparar los habitantes, como aprender inglés, preparar comidas típicas, saber a qué horas se pueden observar las aves, entre otros aspectos. "La Asociación puede lograr estos objetivos a su debido tiempo, ese es el objetivo que buscamos desde la UN".
Combinar los conocimientos científicos y ancestrales es el valor agregado que en materia de turismo ecológico ofrece la Asociación Painü, pues está empoderando a las nuevas generaciones indígenas tikunas frente al actual contexto amazónico.