Así lo señala Jenny Pauline Cueto Gómez, socióloga de la U.N., estudiante de la Maestría de Estudios Amazónicos, quien realizó su tesis "Los resignados: Entre la esperanza y el hambre", sobre la colonización de esta región amazónica.
Al documentar las dinámicas del proceso de ocupación de este sector inmerso en un área protegida, la investigadora llama la atención sobre la alta incidencia de cultivos ilícitos y la presencia de actores armados ilegales.
En su trabajo destaca que los "resignados" han logrado formas adaptativas que se podrían interpretar como fases tempranas de arraigo, aunque con limitaciones a futuro para su estabilización, dadas las circunstancias de ilegalidad respecto a los intereses generales del país frente a los indígenas, y las prioridades de conservación ambiental, además de las debilidades de las administraciones territoriales.
La socióloga Cueto Gómez, quien se desempeña como funcionaria de Parques Nacionales Naturales "Reserva Nacional Natural Nukak" encontró que la transformación del territorio no generó procesos de arraigo, pues se basó principalmente en el usufructo de los cultivos de coca, como soporte fundamental del proceso de colonización.
Identificó además una contradicción entre lo reglamentado por las figuras de ordenamiento territorial y las actuaciones de las administraciones municipal y departamental, que han legitimado irresponsablemente esta pequeña población, en un territorio con finalidades de conservación y protección ambiental y cultural.
Por otra parte, existen profundas debilidades a nivel departamental para proyectar una apuesta productiva que permita concertar alternativas de solución a estos conflictos socioambientales.
La zona estudiada
El área de estudio se realizó en cuatro veredas de la cuenca alta del río Inírida: La Mesa de la Lindosa, Moscú, Caño Cauca, y Tomachipán, las cuales se encuentran ubicadas en la Zona de Reserva Forestal de la Amazonía y tienen una población nucleada o caseríos, tanto como población dispersa, ya sea en fincas o trabajaderos.
La Mesa de la Lindosa y Moscú se ubican entre los municipios de San José del Guaviare y El Retorno. La primera está conformada por 34 fincas y 149 habitantes; la segunda, cuenta con 124 habitantes actualmente en alrededor de 40 fincas y un caserío.
El Caño Cauca, entre tanto, se ubica en la margen izquierda de San José del Guaviare, conformada por 28 fincas. Su poblamiento es más disperso a lo largo del río, por eso obtienen de Tomachipán, el poblado más cercano, algunos bienes y servicios.
Tomachipán, poblado más antiguo, cuenta con 90 construcciones entre viviendas y locales comerciales y congrega, además, unas 40 fincas a lo largo del río.
Estas veredas tienen la particularidad de no contar con estudios en profundidad sobre sus procesos de ocupación, aparte de algunas referencias puntuales de investigaciones en torno a la colonización en el departamento del Guaviare. "Por esta razón me sentí motivada a desarrollar una investigación sobre esta realidad", afirma la investigadora.
Este tipo de colonización tuvo como característica una relación de sus pobladores con el territorio, principalmente como un espacio de uso, en donde no se afianzaron procesos de arraigo. Recientemente se ha generado un desestímulo sistemático en la ocupación y producción de coca, por una disminución en la rentabilidad de la actividad, debido a factores económicos y de interdicción. Los pobladores que optaron por permanecer en el territorio comienzan a implementar actividades de autosubsistencia, lo cual evidencia una tendencia a la ruralización.
Otro condicionante de la estabilización poblacional reside en la dificultad para alcanzar un modelo productivo alterno que sea exitoso, dadas las restricciones agronómicas de los suelos de la región, la falta de formación y las débiles capacidades para el mercadeo. En ese contexto también afloran las debilidades del Estado en la generación de modelos de producción sostenibles acordes con las condiciones de la zona.
La investigadora concluye que a partir de los aportes realizados con esta investigación, la U.N. cuenta con elementos para enriquecer los estudios sobre los procesos de colonización reciente en la amazonía colombiana, desde análisis actuales que permiten generar lecturas comparativas en torno a esta realidad en distintos periodos.