Según la encuesta de opinión empresarial, realizada por la Asociación Colombiana de Porcicultores (Porcicol), durante el primer semestre del año se evidenció entre los productores una caída en el precio de compra del cerdo, pero un aumento en los costos de producción. Esto a raíz del incremento en los precios internacionales de las principales materias primas para la alimentación de los animales, como el maíz y la torta de soya.
El volumen total de las importaciones de materias primas para la elaboración de alimento balanceado para cerdos presentó un aumento del 2,1% en los primeros cinco meses del año, en comparación con el mismo periodo del 2010.
Por lo anterior, la magíster zootecnista Patricia Isabel Sarria estudia nuevas alternativas de alimentación que puedan sustituir la torta de soya en la nutrición de los cochinitos. Esta candidata a doctorado en Ciencias Agropecuarias y profesora de la UN en Palmira trabaja de manera conjunta con el Centro Internacional de Agricultura Tropical (CIAT).
En esa búsqueda, los investigadores encontraron en el caupí y la canavalia (especies de leguminosas forrajeras) dos eficientes opciones de alimentación que los cerdos aceptaron en su dieta y que representan un ahorro de hasta 50% para los porcicultores del país.
Con altos niveles de proteína
El caupí es una leguminosa herbácea originaria del sudeste de África y ampliamente cultivada en América Latina. Conocida también como "cabecita negra" o "fríjol caupí", es un forraje de climas cálidos, tolerante a las sequías.
Increíblemente, según los expertos, la planta ha logrado producir una tonelada de grano seco por hectárea en ambientes del Sahara, con solo 181 milímetros de lluvia por cultivo. Esto es, muy poca agua por muchos metros cuadrados de tierra.
La profesora Patricia Sarria asegura que "las semillas del caupí son ricas en proteínas y tienen un alto contenido de aminoácidos, lisina y triptófano, que si se compara con el valor nutricional de los cereales, podría ser similar al fríjol. Además, sus hojas tienen un contenido importante de proteína y aceptable digestibilidad, por lo que pueden complementar la dieta de los cerdos".
Asimismo, la Canavalia brasiliensis es otra leguminosa herbácea cuyo ciclo de cultivo es de ocho meses y cuyas hojas son de aproximadamente 12 cm de largo por 10 mm de ancho. Es tolerante a la sequía y adaptable tanto a suelos arcillosos como a los arenosos de baja fertilidad. Ambas, según la investigación, pueden llegar a reemplazar hasta en 50% a la torta de soya.
Prueban los forrajes en cerdos
La evaluación de las nuevas alternativas de alimento para cerdos las realiza el CIAT en países como Honduras, Nicaragua, República del Congo y Colombia. Aquí se eligió al laboratorio Mario González Aranda, de la UN en Palmira, para adelantar las pruebas de aceptación, digestión y crecimiento de los porcinos, a cargo de la profesora Sarria.
Cosechas de caupí y canavalia, sembradas por el CIAT en Santander de Quilichao (Cauca), son enviadas al laboratorio para evaluar su aceptabilidad en los cerdos, conocer el grado de tolerancia del animal y su comportamiento digestivo.
"Durante 14 días les damos unos 600 gramos diarios de forraje caupí o canavalia, y hasta 100 gramos de grano caupí. En una primera fase de aceptabilidad, reemplazamos hasta el 40% del alimento para monitorear qué tanto es consumido por los animales y qué tanto es rechazado", afirma la zootecnista.
En la primera fase los investigadores lograron identificar que los cerdos consumen sin problema estos alimentos con una aceptación significativa.
En la segunda y tercera fase de evaluación, se realizaron pruebas de digestibilidad para saber qué cantidad de nutrientes son asimilados por el organismo de los animales y cuál es su comportamiento respecto a su crecimiento y calidad de la carne.
"Los resultados nos muestran que el grano de caupí puede ser digerido igual que el de soya y que en sus nutrientes hay altos contenidos proteicos que, incluso, podrían reemplazarla hasta en 50%. Entretanto, el follaje de caupí puede sustituirla hasta en 30% y el de canavalia, en 20%", afirma la científica.
También se evidenció que los cerdos alimentados con los nuevos forrajes crecieron muy similares a los que fueron proveídos del concentrado habitual de torta de soya, que es de 600 gramos diarios.
Ello representa, entonces, un ahorro del 50% para los porcicultores en la compra de materia prima para la alimentación de los animales. Normalmente destinan $ 32.400 para comprar 18 kilogramos mensuales de soya; con el caupí y la canavalia solo tendrían que invertir $ 16.200 por cerdo al mes.
Para la profesora Sarria, esto "fortalecerá a los criadores del país, que ahora cuentan con un vegetal rústico, confiable y económico, cultivable en cualquier terreno".