Alianza entre la UNAL y la Central Lechera de Manizales aportará a la innovación láctea del país
La inmovilización de enzimas en espumas sólidas biodegradables permite su reutilización en múltiples ciclos (hasta 10 veces), prolongando su vida útil. Tales moléculas, elaboradas a partir de resinas de pino verde porosas, actúan como un soporte que permite una acción enzimática más eficiente sobre los productos lácteos.
“Estas funcionan como ‘tijeras’ que cortan las proteínas facilitando que el organismo las absorba de manera más efectiva”, explica el profesor Carlos Eduardo Orrego Alzate, director del Instituto de Biotecnología y Agroindustria (IBA) de la UNAL, y destaca que allí han avanzado en este campo.
Al respecto, Juan David Galvis Nieto, estudiante de la Maestría en Ingeniería Química, destaca que los sistemas enzimáticos probados en el laboratorio han mostrado resultados prometedores, con capacidad de reutilización de hasta 20 ciclos.
“La inmovilización de enzimas es un proceso que consiste en fijar estas proteínas a un material sólido para que se puedan reutilizar varios ciclos sin perder su efectividad”, precisó.
El aporte del IBA a Celema en esta alianza estratégica resulta fundamental por ejemplo en la intolerancia a la lactosa, condición que se produce cuando el cuerpo no puede digerir este azúcar presente en la leche y otros productos lácteos. La situación se presenta porque el intestino delgado no produce suficiente lactasa, la enzima que la descompone en glucosa y galactosa, azúcares más simples que pueden ser absorbidos por el organismo.
A su turno el gerente de operaciones de Celema, Andrés Arango Peláez, destacó: “necesitamos tener cada vez más aportes científicos nacionales para afrontar los retos del mercado global, y la Universidad requiere aplicar a escenarios reales el conocimiento generado en la academia”.
“En ese sentido, la colaboración con la UNAL permitirá fortalecer las capacidades y dar pasos significativos en innovación, algo que no podríamos lograr solos. Esta sinergia es esencial para avanzar hacia una industria láctea más sostenible y competitiva”.
Otro de los proyectos planteados fue la producción de leche A2, una alternativa más saludable que no genera la inflamación intestinal que la leche convencional les produce a algunas personas. Según el gerente Arango, “Celema lleva 7 años trabajando con ganaderos para fomentar la producción de esta leche, que ha demostrado beneficios significativos gracias a la presencia de la betacaseína A2A2, una proteína de la leche cuya variante A2 se considera más fácil de digerir y es más saludable”.
La creación de un semillero conjunto Celema-IBA fue otro de los puntos clave discutidos en la reunión. Sandro Báez Pimiento, director de Investigación y Extensión de la UNAL, subrayó la importancia de estructurar este proyecto para fomentar la integración interdisciplinaria. “Este semillero permitirá que estudiantes, investigadores y empresas trabajen juntos en soluciones innovadoras para los retos de la industria alimentaria”, afirmó.
Asimismo destacó que la formalización de la colaboración a través de convenios específicos asegurará la protección de la propiedad intelectual y abrirá puertas a reconocimientos por parte de Minciencias, fortaleciendo tanto a Celema como a la UNAL.
Celema también reafirmó su compromiso con la comunidad universitaria, ofreciendo descuentos en sus productos lácteos para estudiantes y personal de la UNAL, así como la posibilidad de donar refrigerios para programas de bienestar. Martha Cecilia Ramírez Salgado, directora de Bienestar de la UNAL, elogió estas iniciativas señalando que “esta colaboración beneficia no solo a las instituciones sino que además tiene un impacto directo en la calidad de vida de nuestra comunidad”, comentó.
Walter Ricardo López, docente de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales, destacó la importancia de los semilleros de investigación como una plataforma para la integración de estudiantes y profesionales en proyectos reales. “Estos semilleros no solo impulsan la innovación, sino que además les permiten a los estudiantes adquirir experiencia práctica en el desarrollo de soluciones tecnológicas aplicables a la industria”, anotó.
Entre los compromisos alcanzados se encuentran la entrega de muestras de enzimas por parte de Celema al IBA para pruebas de inmovilización, la elaboración de un acuerdo marco que facilite la dinamización de semilleros y otras acciones colaborativas.
Por su parte Valentina López, líder de Planeación Estratégica e Innovación de Celema, subrayó la necesidad de fortalecer la colaboración entre la Universidad y la industria para fomentar la innovación en la producción alimentaria, y señaló que este tipo de sinergia es fundamental para afrontar los retos del sector.