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Alianza del Pacífico sacude al Mercosur

  • La Casa Rosada, en Argentina, no se ha pronunciado oficialmente sobre el nuevo bloque económico de América Latina. - Foto: cortesía Luis Felipe Chica

Si bien la unión de Chile, Perú, Colombia y México como nuevo bloque continental empezó con firmeza, aún es temprano para asegurar que logrará la solidez institucional que ha alcanzado el Mercosur. No obstante, los obstáculos que este enfrenta podrían hacer que países como Uruguay miren más hacia el Pacífico que hacia sus vecinos.

La Alianza del Pacífico, el nuevo grupo latinoamericano integrado por Chile, Colombia, México, Perú y, próximamente, Costa Rica, busca ser una alternativa a otros bloques de tendencia proteccionista y adversa a la apertura.

Llama la atención de muchos países y organizaciones alrededor del mundo. Prueba de ello es que tiene como miembros observadores a naciones como Japón, Australia, Canadá y Francia.

Al revisar sus cifras conjuntas, se comprueba que conforma la octava economía más grande del mundo, con alrededor del 2,7% del PIB mundial y cerca del 35% del latinoamericano.

Es el séptimo receptor de inversión extranjera directa, con 4.286 proyectos y una participación del 3,2% de inversiones globales. Según Proexport, entre los años 2003 y 2012, los cuatro países del bloque recibieron 381.814 millones de dólares.

Además, representa más del 50% del comercio de Latinoamérica con el resto del mundo, sustentado principalmente en exportación de materias primas como alimentos, minerales e hidrocarburos.

Según información de la Organización Mundial de Comercio (OMC), para el año 2010, equivalió a cerca de 445 mil millones de dólares, casi un 60% más que las exportaciones del Mercado Común del Sur (Mercosur) durante el mismo periodo.

Datos de la Comisión Económica para Latinoamérica y el Caribe de las Naciones Unidas (Cepal) indican que, en el año 2012, los países miembros de la Alianza tuvieron un índice de crecimiento combinado del 5%, mientras que los del Mercosur crecieron a una tasa promedio del 2,9%.

El organismo también señaló que el comercio entre los países del bloque del Pacífico creció un 1,3% el año pasado, mientras que entre los del cono sur cayó un 9,4%.

Al respecto, se ha suscitado una controversia regional, pues hasta ahora los dos grupos han evitado declarar que el nuevo bloque sea un contrapeso político y comercial o que tenga las pretensiones de serlo.

Así lo ha asegurado el embajador de Colombia en Francia, Gustavo Carvajal: "La Alianza del Pacífico es más comercial y pragmática que política... Es una bocanada de aire fresco en el contexto latinoamericano, un eje nuevo", indicó frente a los cuestionamientos sobre las pretensiones de contrapeso o competencia con el Mercosur.

Por su parte, Luis Alberto Moreno, presidente del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), considera que, dado el potencial que presenta con respecto a su articulación a Asia, resulta más ambiciosa que el Mercosur.

Dificultades internas 

Y es que, a pesar de que se pretenda crear una disputa regional por sus diferencias ideológicas y políticas, cada proyecto tiene una perspectiva propia. La Alianza tiene como propósito promover el libre comercio entre sus países miembros e incrementar el que existe con los asiáticos.

Mercosur "con Venezuela recientemente integrada y Ecuador y Bolivia en negociaciones" es una unión aduanera que pretende lograr una unificación política. Por ello, comercialmente, firma acuerdos con terceros países como bloque. Sin embargo, actualmente vive una tensa situación interna por los desacuerdos entre sus miembros.

Argentina, por ejemplo, ha elevado sus niveles de proteccionismo al crear barreras informales aduaneras para sus socios. Y en las cumbres regionales las manifestaciones de desacuerdo cada vez son más notorias.

Hace un mes, el periódico brasileño Valor Económico informó que la presidenta Dilma Rousseff tuvo un diálogo "durísimo" con la presidenta Cristina Fernández de Kirchner por las trabas comerciales que eran impuestas a los productos brasileños. Esto desestimuló las inversiones entre ambas naciones.

Un caso reciente fue el de la decisión de la empresa minera brasileña Vale (una de las mayores exportadoras mundiales de hierro) de suspender un millonario proyecto en la provincia argentina de Mendoza, ante las constantes trabas impuestas por el Gobierno de dicho país. Este tipo de situaciones también las ha denunciado en más de una ocasión José Mujica, presidente de Uruguay. 

Reticentes en Brasil 

En tal contexto, las manifestaciones oficiales del Mercosur sobre el nuevo grupo han sido divergentes.

El Gobierno brasileño ha expresado en varias oportunidades su desacuerdo. Y, cuando Uruguay ingresó como observador, el presidente Mujica debió explicarle a la presidenta Rousseff que le estaba apostando a la integración. Le sugirió que Brasil siguiera el mismo camino, el cual ya tomó Paraguay, actualmente suspendido en el Mercosur.

El vicepresidente uruguayo, Danilo Astori, en uno de sus discursos para hacer posible que Uruguay ingresara al bloque, dijo: "La Alianza del Pacífico es compatible con el Mercosur", por cuanto "la relación con Argentina empeora día a día".

También planteó, el pasado junio en una entrevista con la Agencia EFE, una "integración regional abierta", pues "no solo Uruguay, sino el Mercosur entero se debe acercar a la Alianza del Pacífico". Y agregó: "Hoy somos un Estado observador, pretendemos llegar cuanto antes a Estado candidato a miembro pleno. Ojalá pueda darse lo antes posible".

Por el contrario, Antonio Patriota, ministro de Relaciones Exteriores de Brasil, defendió al Mercosur al afirmar que es la "más exitosa iniciativa de integración" y negó que esté "paralizado" o sea "anticuado" respecto a la naciente Alianza.

En cambio, a esta la calificó de ser "un éxito de mercadeo, un concepto nuevo para una situación existente, pues ya existe libre comercio entre todos los países integrantes".

Por ahora, Argentina y Venezuela no han emitido oficialmente ningún concepto referente a su posición sobre el nuevo grupo continental. No obstante, este puede deducirse, dada su visión sobre lo que sería un ideal de región integrada.

Estos países crecieron cuando los precios internacionales de las materias primas se dispararon. Pero ahora están estancados y deben resolver sus problemas internos y su posición frente a su bloque.

La Alianza del Pacífico lleva un año de creada. Sería muy atrevido decir si logrará consolidarse institucionalmente como lo está ahora el Mercosur. Pero, mientras el tiempo permita evidenciar resultados, es válido pensar que puede llegar a ser uno de los proyectos más exitosos de integración de la región.