"De ahí se desprende el porqué se mantienen fatigados y rebosan su gasto energético, si se tiene en cuenta que la gran mayoría no están bien alimentados y pesan menos de los 440 kilos (k) que deberían tener", enfatizó la diseñadora industrial Lina María García Ospina, presente en el II Coloquio de Investigación que se realizó en el Campus La Nubia de la Universidad Nacional de Colombia Sede Manizales.
La investigación de la estudiante García Ospina, adelantada en el Doctorado de Ingeniería, Industria y Organizaciones, se centró particularmente en un modelo físico, técnico y estático que ayudó a analizar el funcionamiento de estos carruajes, que en Colombia se impulsan en la mayoría de los casos con un solo caballo.
La operación, que se realizó en Pereira, tuvo como punto de referencia los terrenos en pendiente (o lomas) donde el animal, según la carga y la velocidad con que se transporta, resulta afectado.
Los resultados arrojaron que el 72 % de las carretas avanzaron al trote, es decir, por encima de los 3,2 kilómetros por hora (km/h) "algo así como dos metros por segundo (m/s)" permitidos en terrenos pocos planos.
"La mayoría registró un recorrido de 6,6 km/h, lo que dobla la distancia permitida, mientras que un 28 % de la población encuestada anduvo 11 km en una hora en terrenos entre medio planos y pendientes", sostuvo la estudiante García Ospina.
Igualmente, determinó que entre más distancias por recorrer, mayor es la velocidad, por ejemplo, las rutas de tres horas se suelen cubrir en una.
"Hay un claro problema de diseño que se refleja en carretas con dos o cuatro llantas que sobrepasan los 425 kilos (k) de carga total, también encontramos un porcentaje que sumaba hasta 890 k, en un claro ejemplo de abuso ejercido por el hombre, además de poco control de las autoridades", precisó la investigadora.
Según la Ley 769 de 2002, en los municipios con categoría uno y dos se prohíbe la circulación de vehículos de tracción animal por el casco urbano; pero en la actualidad solo en Bogotá, Medellín, Manizales y parcialmente en Pereira se resolvió esta problemática.
De los planteamientos de la investigadora García Ospina para optimizar este sistema, resalta el de propender para que los gobiernos hagan un acompañamiento a través de planes de regulación, seguimiento y control, a esto se sumarían subsidios y la articulación con los transportes masivos en las grandes ciudades.
Así mismo, dentro del plan de soluciones a una problemática que enlaza un conflicto social, de movilidad y maltrato animal, se incluye el determinar los límites de velocidad, tiempo, carga y áreas urbanas que recorren los equinos.
Frente a esto, Lina María García, autora del trabajo, manifestó: "si existen recursos para subsidiar proyectos como el metro de Medellín, también debería hacerse lo mismo con un sistema de transporte presente en la mayoría de municipios del país".
Estudio físico"estático
Según la Ley 769 de 2002, en los municipios con categoría uno y dos se prohíbe la circulación de vehículos de tracción animal por el casco urbano; sin embargo, esta medida solo se ha respetado en Bogotá, Medellín, Manizales y parcialmente en Pereira.
Al respecto, la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) estima que existen 100 millones de caballos y burros en estas mismas condiciones laborales.
"Esta problemática también se ve en países como Estados Unidos, Alemania, Francia e India, etc., en algunos de ellos los utilizan para turismo, es el caso de Nueva York, donde los ponen a trabajar entre 7 u ocho horas diarias, mientras que otro de sus usos varían entre transporte de niños y recolección de basuras", anotó la estudiante de doctorado.
Finalmente, la investigadora dejó ver su desacuerdo con reemplazarlos por motocicletas debido a la contaminación que estas generan en el medioambiente.