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¡A la venta ya! primeros huevos de codorniz enriquecidos con omega 3
Los huevos de codorniz prometen conquistar los paladares colombianos con un valor agregado de omega 3. Foto: Jesús Alberto Cárdenas Ruiz, estudiante de Zootecnia de la UNAL.
El omega 3 ayuda a mantener un óptimo funcionamiento del organismo, reduce los riesgos de ataques cardiacos y previene enfermedades cardiovasculares e inflamatorias. Foto: Nicol Torres, Unimedios.
Las codornices ponedoras de Marengo se alimentaron con dietas especiales que contenían altas concentraciones de omega 3. Foto: Jesús Alberto Cárdenas Ruiz, estudiante de Zootecnia de la UNAL.
El producto ya está a la venta en el ICTA de la UNAL. Foto: Jesús Alberto Cárdenas Ruiz, estudiante de Zootecnia de la UNAL.
Los huevos se han comercializado en la comunidad estudiantil a través de ferias. Foto: Jesús Alberto Cárdenas Ruiz, estudiante de Zootecnia de la UNAL.
El estudiante de Zootecnia Jesús Alberto Cárdenas Ruiz presentó el desarrollo de esta importante iniciativa en Agroexpo 2023. Foto: Nicol Torres, Unimedios.
Con el objetivo de fomentar el consumo de huevos de codorniz y aumentar la competitividad de los productores, la profesora Liliana Betancourt, líder de un equipo de investigadores de la Facultad de Medicina Veterinaria y de Zootecnia de la UNAL, desarrolló este proyecto innovador que se presentó en Agroexpo 2023.
El propósito fue enriquecer los huevos con ácidos grasos omega 3, esenciales para el organismo humano por que contribuyen a la formación de membranas celulares y a la producción de hormonas, pero que desafortunadamente solo unos pocos alimentos los contienen en altas cantidades.
El consumo humano de estos huevos dependerá de las necesidades individuales requeridas. Cada huevo de codorniz enriquecido con omega 3 tiene aproximadamente 25 miligramos de DHA y EPA. Para alcanzar la ingesta diaria recomendada, se deberían consumir por lo menos 10 huevos diarios.
Para obtener ácidos grasos omega 3 se suelen utilizar fuentes como el aceite de pescado, que proviene especialmente de peces de agua fría, y su consumo recomendado es de alrededor de 250 mg al día. Sin embargo, en este proyecto se exploraron alternativas como la semilla de linaza y las microalgas ricas en omega 3 –concretamente del género Schizochytrium–, que permiten enriquecer los huevos de codorniz de manera más eficiente.
El estudiante de Zootecnia Jesús Alberto Cárdenas Ruiz, quien formó parte del proyecto, explica que “pese a los beneficios que estos aceites han demostrado, en las dietas occidentales existe un desequilibrio entre los ácidos grasos omega 6 y omega 3, con una relación de 10 a 1, incluso de 30 a 1, cuando lo ideal es una relación de 3 a 1, o máximo de 5 a 1, lo que puede generar problemas de salud, ya que los ácidos grasos omega 6 son proinflamatorios”.
Para obtener el valor agregado en los huevos, las codornices han sido las protagonistas de esta iniciativa, ya que durante un periodo determinado se les suministraron diferentes dosis de omega 3.
Además se comparó la eficiencia de enriquecimiento de los huevos de codorniz utilizando la semilla de linaza, las microalgas y el aceite de pescado. Se realizaron pruebas de perfil de ácidos grasos en las yemas y se evaluaron indicadores productivos como el porcentaje de postura, el consumo de alimento, la conversión alimenticia y la calidad de los huevos.
La grata sorpresa fue que la semilla de linaza presentó el mayor valor en la producción de ácidos grasos omega 3 en los huevos de codorniz, seguida de las microalgas.
Asimismo se observó que la dieta enriquecida con semilla de linaza redujo la relación entre los ácidos grasos omega 6 y omega 3, acercándose al ideal de 3 a 1.
Como resultado de este estudio también se dio la exitosa creación de la marca “Marengo huevos de codorniz”, que ha permitido comercializar bandejas de huevos logrando una mayor visibilidad del producto en el mercado.
Una encuesta para valorar el producto reveló que los habitantes de estrato 3 son los principales consumidores de huevos de codorniz, en especial las personas de 30 años en adelante. Sin embargo, también se ha observado un creciente aumento en el consumo de alimentos funcionales entre personas más jóvenes.
