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A Caucasia se la está “comiendo” el río Cauca: la UNAL lanza un “salvavidas” para estabilizar el terreno

    Reforzar el dique existente, construir muros en tierra reforzada y tablestaca, un malecón y un sistema de compuertas hacen parte de la propuesta que la Universidad Nacional de Colombia (UNAL) Sede Medellín le entregó al Departamento Administrativo de Gestión del Riesgo de Desastres de Antioquia (DAGRAN) para reducir el impacto de las inundaciones que el río Cauca ocasiona el municipio de Caucasia, durante la época de lluvias. La Alcaldía decretó calamidad pública para implementar de manera extraordinaria estas obras ante el invierno que se avecina y amenaza con afectar, nuevamente, a las casi 100.000 personas que habitan este territorio.

    Desde hace 23 años la UNAL Sede Medellín viene identificando las erosiones, desbordes e inundaciones que ocurren en este municipio del Bajo Cauca Antioqueño, y en un nuevo intento por mitigar el creciente impacto de esta afluente, puerta de entrada a la depresión Momposina, proponen reforzar el jarillón o dique existente, construir muros en tierra reforzada y tablestaca, un malecón y un sistema de compuertas en los caños el Silencia y Atascoso, para el control de inundaciones sobre el caso urbano en la margen izquierda. Así mismo, proyectaron una batería de espolones con materiales propios del río sobre la margen derecha para que estabilice el terreno que se ha venido “comiendo” el río.

    Dichas iniciativas para el control de inundaciones y pérdida de terrenos en la zona urbana y rural de Caucasia, municipio de 97.000 habitantes -76.000 de ellos ubicados en la zona urbana, la más afectada por la transformación en la dinámica del río Cauca, son el resultado de contratos interadministrativos firmados por el Grupo de Investigación en Hidráulica Fluvial de la Facultad de Minas de la UNAL Sede Medellín y el DAGRAN.

    La experta en hidráulica y geomorfología fluvial Lilian del Socorro Posada García, profesora del Departamento de Geociencias y Medioambiente, explica que, “en un trayecto de 1.600 metros en la margen derecha del río la socavación y la erosión, ha provocado la pérdida de terrenos, cultivos, viviendas y carretera de acceso desde hace varios años”.

    Los barrios más afectados por los desbordamientos e inundaciones sobre la margen izquierda que suceden en las épocas de lluvia que se estima, se presentan entre los meses de marzo y junio, y octubre-diciembre son: El Man, La Victoria, Parcelas de Caracolí, La Paz, La Esperanza, Divino Niño, 1ro de Mayo, Castillito, el Castillo, Prado, El Roble, Parcelas de Caracolí, Barrio La Playa, Villagranda, Bosque y Ferri.

    Algunos de estos barrios se podrían decir que son “nuevos”, se han venido creando justamente en zonas por donde el río transcurría en décadas anteriores. La profesora Posada explica que “el Cauca localmente ha cambiado su orientación resultado del proceso de sedimentación y erosión, en combinación de largos periodos de sequía, intervenciones antrópicas y grandes crecientes”.

    Agrega que, “a su paso por Caucasia, desde hace unos 80 años, el cauce río ha presentado distintos alineamientos, ocupando áreas antiguas y abandonando otras, por ejemplo en los años 80 se tenía un meandro -curva o brazo por donde los ríos disipan energía - en sentido sureste a noroeste, de gran longitud (unos 8 km), que creaba la isla Severá, pero el río cambió su orientación hasta la actualidad y en el tramo fluye en sentido suroeste a noreste”.

    Con el creciente desarrollo urbanístico dicha isla se fue taponando, cerrando y ahora, en este lugar se ubica “la zona rosa”, caracterizada por barrios con viviendas y comercio pujante. “El recorte a la longitud del río hizo que sus aguas empezaran a correr más raudas, con mayor velocidad y energía, y por un espacio más estrecho, provocando la erosión de las orillas y del lecho o fondo del río y fijando su nueva orientación”, señala la investigadora.

    Las comunidades, tal vez sin reconocer la dinámica histórica del Cauca han ocupado sus espacios y, lamentablemente, con frecuencia sufren las afectaciones derivadas de su dinámica natural. 

    Proyecciones

    Para comprender lo que está sucediendo y lo que sucederá en los próximos años sino se hace nada, un equipo interdisciplinario de profesionales bajo la dirección y coordinación de los investigadores Posada, y el ingeniero ambiental y sanitario Adrián Perpiñan Guerra, candidato a Doctor en Ingeniería Recursos Hidráulicos de la UNAL, adelantaron los estudios topobatiméticos, hidrológicos, hidrodinámicos, de socavación, geológicos, geomorfológicos y geotécnicos, que permitieron definir además, las posibles medidas de mitigación de la problemática. 

    Mediante el estudio hidrológico determinaron la dinámica de caudales y niveles del río, así como el comportamiento de las lluvias en las cuencas locales de los caños el Silencio y Atascoso. En esta parte utilizaron a datos oficiales medidos en las estaciones de medición y precipitación de caudal del Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales (Ideam). En conjunto con los estudios topobatimétricos y mediante mediciones de campo de parámetros hidráulicos y sedimentológicos se implementó y modelo hidrodinámico para diferentes escenarios de caudal.

    La información medida y modelada les permitió confirmar que para los caudales aforados en la zona (1200 m3/s) la corriente corre a una velocidad de 1.2 m/s, en época seca; pero en tiempo de lluvias este caudal ha aumentado hasta 6.032 m3/s.

    “Calculamos la magnitud de los caudales para distintos periodos de retorno, adoptamos caudales de diseño de distintos periodos de retorno – 2, 5, 10, 25, 50 y 100 años - y mediante modelación hidrodinámica calculamos la extensión de la mancha de inundación, es decir determinamos la magnitud espacial en términos de área, profundidad y velocidad del flujo hasta donde se extendería el agua del río para cada caudal de interés”, anota el ingeniero Perpiñán.

    La profesora Posada agrega que, “con el estudio hidrológico e hidrodinámico se deterninó la creciente del río Cauca a partir de la cual empieza a desbordarse, se verificó la frecuencia histórica de desbordamientos y así como la estimación de afectaciones en términos de familias afectadas y extensiones de cultivo perdidas”.

    De otra parte, los estudios topográficos (niveles del terreno) y batimétricos (niveles de agua) además de ser insumo fundamental para los análisis hidrodinámicos, constituyeron la base para el dimensionamiento de las medidas y obras de mitigación del riesgo, lo cual, en conjunto con los estudios geomorfológicos y geotécnicos, le permitió al equipo evaluar, distintas alternativas y precisar el tipo de intervenciones.

    De manera simultánea se caracterizaron los materiales que componen el río, por ejemplo, arenas, limos, arcillas, gravas, para saber, qué velocidades resisten y que tipo de medidas son las adecuadas. Con esta información se diseñaron las obras más indicadas para el sector, teniendo en cuenta los materiales, su durabilidad y costos. Los expertos anotan que la propuesta pasada a la DAGRAN estima que la duración para la construcción de las obras sea de ocho meses, tiempo que concede la declaratoria de calamidad pública.

    La propuesta

    Para controlar la entrada del río sobre la margen izquierda, que es donde se encuentra el casco urbano de Caucasia, la UNAL Sede Medellín propone un sistema de compuertas basculantes autorreguladas en las desembocaduras de los caños El Silencio y Atascoso, repotenciar un jarrillón existente entre el sector la Coquera, construir un muro en tierra reforzada y restaurar una zona mediante sistema de tablestacado para dar paso a un malecón, mediante el cual se agregaría además nuevo espacio público al municipio.

    De esta manera, se contendrán los niveles del río Cauca en épocas de crecientes para una magnitud hasta de 100 años de periodo de retorno, y a la altura de los caños, el sistema de compuertas se cierra, limitando el paso del agua del río hacia la ciudad y, cuando bajen las aguas del río, las compuertas se abren nuevamente

    Para los caños, que actualmente operan con recolectores de aguas residuales municipales, la propuesta de la Universidad consistió en su canalización y la recolección de las aguas residuales mediante sistemas de colectores paralelos y estaciones de bombeo de aguas residuales y de aguas contenidas durante el cierre de las compuertas, lo cual se articuló con el plan maestro de acueducto y alcantarillado del municipio.

    Para la margen derecha, en la zona rural y de expansión urbana donde se encuentran las localidades de La Uribe, Puerto España y Las Malvinas  en donde también se presentan inundaciones y una pérdida acelerada de terrenos por socavación y erosión fluvial, la propuesta consistió en la construcción de una batería de direccionadores de flujo o espolones para concentrar las líneas de corriente en el centro del canal.

    También, la reconfiguración del cauce mediante la remoción de una barra de sedimentos que se ha formado aguas debajo de las pilas del puente Carlos Lleras y que en los últimos años ha crecido de modo acelerado.

    Para el control de inundaciones, se tuvo en cuenta que la solución no traslade los efectos hacia la margen izquierda o zona urbana, ya que “si nosotros proponemos levantar unos muros en el lado derecho, lógicamente toda el agua de la inundación cambia se acumularía hacia la otra margen”, anotan los expertos.

    Para ello diseñamos unas estructuras de control tipo dique marginal con zona de vertido cuyo caudal de diseño fue hasta los 50 años de periodo de retorno. En conjunto con los espolones, la remoción de la barra de sedimentos y el dique de contención, el estudio y los diseños prometen resolver el problema de pérdida de terrenos por erosión y las inundaciones sobre la margen derecha del río.

    Los espolones o direccionadores de flujo garantizarán que se alejen las líneas de flujo que erosionan la margen y se diseñaron cuidadosamente para concentrar la corriente en el centro del caunce, “de esta manera, estimamos que las islas de sedimentación que se han creado se podrían desmoronarse de manera inducida, lenta, sin que implique realizar dragados periódicos en el río”, anota la profesora Posada.

    Para los investigadores estas obras de mitigación del riesgo mejorarán la calidad de vida de la población de las comunidades urbanas y rurales de Caucasia, una región con extensiones de tierra muy fértiles dedicadas a los cultivos de yuca, frijol y maíz; de esta manera se contribuirá al bienestar, seguridad y el desarrollo sustentable.